Contra viento y marea y bajo un sol abrasador, se llevó a cabo el recital “Paz sin Fronteras”.
El concierto se inició con el saludo de la puertorriqueña Olga Tañón en nombre de los 15 músicos extranjeros y cubanos que participan: “It’s time to change”, gritó.
Transmitido en vivo en Europa, América Latina y Estados Unidos, el concierto, que atrajo a unos 200 periodistas extranjeros, se celebró luego de tres meses de airadas reacciones en Miami y en momentos de cauteloso acercamiento entre La Habana y Washington.
Tal fue la polémica que Obama se declaró “seguro de que este tipo de intercambios culturales no daña las relaciones” entre Estados Unidos y Cuba, aunque “tampoco hay que exagerar la ayuda que proporcionan”.
“La cultura no tiene fronteras y me parece maravilloso que en la Plaza de la Revolución vayan a cantar artistas de esa talla”, dijo en Caracas el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aliado de Cuba, quien criticó a los “locos” en Miami.
En esa ciudad, bastión del anticastrismo donde vive un millón de cubanos que dejaron la isla por razones políticas y económicas, anticastristas llegaron a destruir a mazazos los discos de Juanes -quien reside en esa ciudad con su familia- y a amenazarlo de muerte.
El concierto por la paz, segundo tras el realizado en la frontera entre Colombia y Venezuela en 2008 en plena tensión bilateral, es “un granito de arena que se suma a las cosas que vendrán en un futuro”, comentó el cantante colombiano de 37 años.
Ganador de 17 premios Grammy Latinos, Juanes escogió para cantar el propio centro de poder de la isla revolucionaria, desde donde Fidel Castro arengó a muchedumbres y están las sedes del Gobierno y el Partido Comunista.
Aunque el escenario se levantó donde estuvo el altar desde el que Juan Pablo II ofició misa en su histórico viaje en 1998, con la Biblioteca Nacional de fondo, a un lado está la enorme silueta del Che en la fachada del ministerio del Interior y al otro el monumento del héroe nacional José Martí.
Juanes defendió que el concierto es “apolítico”, pero en Miami no le perdonan que sea en la Plaza de la Revolución, mientras parte de la disidencia e incluso unos 30 presos políticos apoyaron el concierto.
Como muestra de que es posible acercar a enemigos históricos, Juanes saludó que Washington diera un visado al músico cubano Pablo Milanés y expresó que le gustaría llevar su concierto a Miami con el mismo elenco.
También participaron los españoles Víctor Manuel y Luis Eduardo Aute, el italiano Jovanotti, el puertorriqueño Danny Rivera, el ecuatoriano Juan Fernando Velasco, los cubanos Silvio Rodríguez, Amaury Pérez, Carlos Varela, X Alfonso, la orquesta los Van Van, los Orishas y la banda cubano venezolana Cucu Diamantes y Yerbabuena.













