“Su peligrosidad aún es difícil de estimar debido a que no conocemos con precisión cuáles son sus efectos y cómo están siendo usadas entre los consumidores”, declaró durante una reciente visita a Bruselas, Wolfgang Götz, Director del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT).
“Supone un reto constante para la salud pública y confirma que siguen apareciendo nuevas sustancias en el panorama europeo de las drogas”, precisó.
El nuevo listado está compuesto por 11 drogas pertenecientes a la familia de las llamadas sustancias psicotrópicas y dos derivadas de las plantas kratom y kava, ésta última con propiedades alucinógenas y usada por comunidades de las islas del Pacífico.
Por su parte, las nuevas drogas sintéticas son derivados de la fenilamina, triptamina, piperacina y la catinona, una sustancia sustraída de un estimulante utilizado en comunidades nativas de países como Etiopia.
Con estas sustancias, aparecidas a lo largo de 2008, ascienden a 90 las drogas identificadas desde la activación de un sistema europeo de alerta temprana en 1997.
Cannabis sintético
Roumen Sedefov, Jefe de la Unidad sobre Nuevas Sustancias del OEDT, explica que aún es prematuro saber si estas drogas han llegado para quedarse.
“Algunas drogas nacen y desaparecen sin dejar rastro, pero otras logran imponerse y competir con las sustancias tradicionales”, asegura Sedefov.
Según el experto, una sustancia que cumple con las características para consolidarse en el mercado es el cannabinoide sintético JWH-018.
El JWH-018 apareció por primera vez en 2008 en el circuito de las discotecas de Alemania y Austria y para los conocedores representa la última fase del desarrollo de las drogas de diseño aparecidas desde los años 80 y elaboradas a base de fentanil.
Cuando se fuma, produce efectos similares al cannabis natural, aunque en una versión mucho más fuerte.
Por el momento, los toxicólogos europeos han identificado 11 versiones de cannabinoide sintético, aunque podrían crearse un centenar de variedades.
“No pienso que los consumidores de cannabis dejen la versión natural por la sintética debido a que la versión química es mucho más cara, aunque sí hay un riesgo de que se abra camino entre los que buscan sustancias más potentes”, asegura el investigador.
Venta por internet
La mutación de las drogas emergentes ha ido acompañada por la consolidación de una nueva amenaza: el comercio en línea.
“Algunas drogas nacen y desaparecen sin dejar rastro, pero otras logran imponerse y competir con las sustancias tradicionales”, asegura Sedefov.
Según el experto, una sustancia que cumple con las características para consolidarse en el mercado es el cannabinoide sintético JWH-018.
El JWH-018 apareció por primera vez en 2008 en el circuito de las discotecas de Alemania y Austria y para los conocedores representa la última fase del desarrollo de las drogas de diseño aparecidas desde los años 80 y elaboradas a base de fentanil.
Cuando se fuma, produce efectos similares al cannabis natural, aunque en una versión mucho más fuerte.
Por el momento, los toxicólogos europeos han identificado 11 versiones de cannabinoide sintético, aunque podrían crearse un centenar de variedades.
“No pienso que los consumidores de cannabis dejen la versión natural por la sintética debido a que la versión química es mucho más cara, aunque sí hay un riesgo de que se abra camino entre los que buscan sustancias más potentes”, asegura el investigador.
Según el OEDT, en 2009 se identificaron 115 tiendas en línea en 17 países comunitarios.
El 37 por ciento de las tiendas operaban con servidores del Reino Unido, 15 por ciento de Alemania, 14 por ciento de Holanda y 7 por ciento de Rumania.
La droga más popular de venta online es conocida como “spice”, “smoke” o scence”, la cual está compuesta por un cóctel de hasta 14 ingredientes de origen vegetal, como el pedicularis densiflora.
Estas mezclas de hierbas identificadas desde 2006, se venden como incienso y al fumarse generan una sensación que podría parecerse a la del cannabis.
“La mayoría de las nuevas drogas nacen en laboratorios clandestinos del norte de Europa, pero si no fuera por Internet difícilmente se expandirían tan rápido a otros países”, sostiene Sedefov.
