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Las Grandes Ligas

Publicado el 17 Junio 2010 por noticiasrtv

El venezolano Yorvit Torrealba, de los Padres, fue suspendido tres partidos

El receptor venezolano Yorvit Torrealba, de los Padres de San Diego, fue suspendido con tres partidos por haber hecho contacto físico con el umpire principal Larry Vanover durante el partido que su equipo disputó el pasado lunes ante los Blue Jays de Toronto.

Torrealba protestó el tercer “strike” que le cantó Vanover en la parte baja del noveno episodio y le protestó airadamente mientras con su cuerpo hizo contacto físico, algo que está totalmente prohibido por el reglamento del béisbol de las Grandes Ligas.

El receptor venezolano fue expulsado por Vanover del partido de interligas que los Padres perdieron por 6-3 y también le han impuesto una sanción económica que no fue dada a conocer por la oficina de las Grandes Ligas.

El anuncio fue hecho en Nueva York y podría comenzar a cumplir la suspensión a partir del juego de este martes en el segundo entre Padres ante los Blue Jays, al menos que decida apelarla.

Torrealba podría perderse también el partido del viernes y el sábado, ambos en el Petco Park de San Diego cuando su equipo se enfrente a los Orioles de Baltimore.

El veterano receptor venezolano, que comparte la titularidad en la receptoría de los Padres con Nick Hundley, tiene .277 de promedio de bateo en los 32 partidos que lleva disputados en la presente temporada.

Dodgers propinó a Mike Leake, de los Reds, su primera derrota en las Mayores

El dominicano Manny Ramírez bateó un cuadrangular solitario y Clayton Kershaw venció en la lomita al novato Mike Leake para guiar a los Dodgers de Los Angeles a un triunfo por 6-2 ante los Reds de Cincinnati.

Kershaw (7-3) ganó el duelo entre dos prometedores abridores de 22 años. Admitió una carrera y siete imparables en siete innings y un tercio.

Andre Ethier bateó su primer cuadrangular desde la fractura de un dedo y propició la primera derrota de Leake (5-1) en las Grandes Ligas.

El tercera base Scott Rolen y el piloto Dusty Baker, ambos de los Reds, fueron expulsados por el umpire del plato, Hunter Wendelstedt, debido a que cuestionaron un tercer strike cantado en el sexto episodio.

El quisqueyano Ramírez pegó de jonrón en la novena entrada, su segundo en dos días. También puso fuera con un lanzamiento al receptor venezolano Ramón Hernández en el plato cuando éste intentó anotar desde la segunda base con un sencillo en el quinto inning.

El taiwanés Hong-Chih Kuo lanzó una entrada y dos tercios para llevarse su primer salvado.

Por los Dodgers, los dominicanos Rafael Furcal de 5-1 con una anotada y Ramírez de 4-1, con una anotada y una impulsada.

Por los Reds, el colombiano Orlando Cabrera de 5-1. Los venezolanos Miguel Cairo de 1-0 y Ramón Hernández de 4-1.

La racha victoriosa de los Mets se extendió a seis juegos con gran ofensiva

El puertorriqueño Angel Pagán remolcó tres carreras para llevar a los Mets de Nueva York a extender a seis su racha de victorias al imponerse 8-4 a los Indians de Cleveland.

Los nueve bateadores de la alineación titular de los Mets conectaron al menos un imparable.

Nueva York ha ganado 10 de sus últimos 11 partidos y tiene foja de 17-5 desde el 21 de mayo, la mejor de las Grandes Ligas en ese lapso, para avanzar desde el sótano de la División Este de la Liga Nacional hasta cerca del liderato.

Jonathon Niese (4-3) ganó su tercera apertura en fila y extendió la racha de buenas actuaciones de los abridores de los Mets durante esa seguidilla.

Los abridores de Nueva York tienen foja combinada de 16-3 con promedio de carreras limpias admitidas de 2.61 en 27 partidos desde el 17 de mayo.

El zurdo, que viene de lanzar una blanqueada de un solo imparable ante San Diego el jueves en el que fue su primer partido completo, concedió tres carreras y ocho imparables en siete entradas. En tres aperturas durante el mes de junio, Niese tiene foja de 3-0 con 1.57 de efectividad.

En sus tres salidas más recientes antes de visitar la lista de lesionados del 17 de mayo al 4 de junio a consecuencia de un tirón en el tendón de la corva derecha, Niese tenía foja de 0-1, y 8.76 de promedio de carreras limpias admitidas.

Nueva York ligó siete dobles, dos de Ike Davis, con lo cual el equipo empató su cifra más alta de la temporada de este tipo de batazos en un partido.

Mitch Talbot (7-5) fue el derrotado.

Por los Mets, el dominicano José Reyes de 5-1, una anotada. El panameño Rubén Tejada de 2-1, una anotada. Los puertorriqueños Jesús Feliciano de 1-0 y Pagán de 5-3, una anotada, tres producidas.

Por los Indians, los dominicanos Anderson Hernández de 5-1; Carlos Santana de 3-1, una anotada, una producida; Jhonny Peralta de 3-2, una anotada, una producida, y Andy Marte de 4-0.

La llegada de Strasburg, entre otras cosas, ha logrado revivir a los Nacionales

Fue hace poco más de una semana. Pero parece que fue hace un siglo.

Parece así debido a que los Nacionales de Washington estaban jugando un juego de béisbol sin un tipo llamando Stephen Strasburg en su roster — por última vez.

Fue unos pocos minutos antes de las 5 p.m. el domingo 6 de junio. Marquen esa fecha. Ian Desmond conectó por segunda base por el out final de una dura derrota en entradas extras ante de los Rojos. Y con eso, el presidente de los Nacionales Stan Kasten se volvió hacia un amigo y le dijo:

“Gracias a Dios que esa era ha quedado atrás.”

Y cielos, él tenía razón.

Jared Wickerham/Getty ImagesCombinando sus números en el 2010, Stephen Strasburg tiene marca de 9-2 con 1.46 de ERA y 87 K’s en 67 2/3 entrada
Apenas dos noches más tardes, la era más importante en la vida de esta franquicia dio comienzo.

Strasburg se encaminaba hacia la loma. El trueno en el estadio retumbó las escalas de Richter desde Annandale a Aberdeen. Los contadores de ratings en los cuarteles generales de Nielsen llamaban a los reparadores para estar seguros que los equipos funcionaban bien. Las camisas se iban volando de los estantes. Los boletos para ver el partido de pie se iban más rápido que Terrmel Sledge. Y finamente fue oficial …

Los Nacionales de Washington se habían unido al sistema solar del béisbol.

Fue la noche más grande y más electrificante de béisbol en Washington desde … uhhhh … desde … bueno, “probablemente, nunca,” según dijo la anterior cara de la franquicia antes de Strasburg, Ryan Zimmerman. “¿Cierto?”

Bueno, ¿saben qué? Pienso que él tiene razón. La respuesta correcta quizás sea: Nunca.

Uno podría abogar por el primer juego luego de la mudanza de la franquicia a D.C. desde Montreal, en el 2005. Uno podría abogar por el Día Inaugural del 2008, cuando se inauguró el Nationals Park. Uno podría abogar por el 10 de octubre de 1924, el día en el que Walter Johnson venció a los Gigantes en relevo para asegurarle a los viejos Senadores de Washington el único cetro de Serie Mundial que han ganado en su historia.

Pero el día de Stephen Strasburg Day fue diferente a cualquier otro día que se haya presenciado en las 75 temporadas de béisbol de Grandes Ligas en Washington. ¿La razón? Debido a que logró atrapar los ojos de todos los fanáticos de béisbol y logró que apuntaran a territorio no explorado — hacia este equipo y hacia este lanzador.

Y ahora esta es la oportunidad de los Nacionales — de mantener todos esos ojos encima de ellos y no dejarlos ir.

“Eso,” dijo su amigable toletero y primera base, Adam Dunn, “es lo que crea los fanáticos.”

“Sabes, hemos tenido llenos totales antes, pero no con nuestros fanáticos,” dijo Zimmerman. “Cuando Boston estuvo aquí el año pasado, vendimos cada juego. Cuando los Filis estuvieron aquí, incluso para nuestro Día Inaugural, habían más fanáticos de ellos que los nuestros. Así que esta es la primera vez que tenemos un lleno total y fue con nuestros fanáticos. Eso muestra que nuestros fanáticos adoran el béisbol en nuestra ciudad.”

Y si eso es cierto, eso fue un secreto muy bien guardado, antes de la semana pasada, mejor que el secreto de como las hermanas Kardashian se hicieron tan famosas. Antes que Strasburg entrara por la puerta, los Nacionales estaban en el 14º puesto en asistencia esta temporada, al frente solo de los Marlins y los Piratas. El año pasado llegaron 14º. Llegaron 13º en el 2008 — la temporada en la que se inauguró su hermoso estadio. Así que este es un grupo poco familiarizado con el concepto del ambiente eléctrico en un estadio.

Kirk Sides/Icon SMIRyan Zimmerman ganó su primer Guante de Oro en la Liga Nacional en el 2009.

“Puedo recordar un día el año pasado, cuando tuvimos una demora de tres horas por la lluvia contra los Bravos,” recordó de forma poco agradable Dunn. “Pienso que conté 73 personas en las gradas. Eso era poco eléctrico.”

Y fuera del terreno, los ratings de la televisora local de los Nacionales han sido los peores en el béisbol en los pasados dos años. En un punto en el 2008, según el diario The Washington Post, los ratings de la radio de los Nacionales eran tan malos que en ciertos momentos había más gente en las gradas viendo el partido que escuchándolo por la radio. Y eso, amigos míos, es casi imposible.

Así que la llegada de Strasburg es más que meramente una oportunidad para este equipo de vender muchas camisetas y llenar los asientos cada cinco días. Esto, según dijo el gerente Mike Rizzo, es “un momento decisivo para nosotros.”

“Yo crecí en Indianapolis, y en mi familia, todos eramos fanáticos de los Colts desde antes que consiguieran a Peyton [Manning],” dijo el lanzador novato Drew Storen. “Pero mucha gente alrededor de nosotros no lo eran. Ellos eran fanáticos de los Bears o de los Bengals. Y entonces llegó Peyton, y de momento todos eran fanáticos de los Colts. Lo mismo podría ocurrir aquí. Esto podría ser un punto de referencia real para nosotros.”

Recuerden, no existe tal cosa como un fanático de toda la vida de los Nacionales — “a menos,” según dijo bromeando Kasten, “tengan menos de cinco años.” Así que esta es la oportunidad de la franquicia de atraer a esos extraños y que queden enamorados del Fenómeno y de la franquicia para siempre.

Sin embargo, para lograr eso, va a requerir más que un brazo biónico. La misión, para este equipo, tiene que ser el convertirse en algo mucho más grande y brillante que solo el brazo de Stephen Strasburg. Si esta es meramente otra versión de los Reales del 2009 con Zack Greinke o los Filis de 1972 con Steve Carlton, la era Strasburgiana de este equipo pasará como la oportunidad perdida más grande de los tiempos modernos.

Así que la misión es armar un equipo alrededor de este tipo que pueda ganar, y ganar mucho, y seguir ganando mientras Strasburg siga teniendo una W en su gorra. Pero eso nos lleva al boletín más grande de todos:

Ese tiempo anticipado se acerca más rápido de lo que nos imaginamos.

“Este equipo se encuentra en la dirección correcta,” dijo un escucha que cubre el sistema de fincas de los Nacionales. “Muchas cosas buenas están pasando aquí. Ellos tienen oportunidad de hacer mucho ruído en esa división, de la manera en la que están manejando las cosas.”

Verifiquen la tabla de posiciones, y encontrarán un equipo que se encuentra a dos juegos por debajo de los .500 — un paso monstruoso luego de dos temporadas consecutivas con al menos 100 derrotas. Verifiquen la columna de carreras anotadas, y encontrarán una alineación que ha anotado más veces que los Filis y los Tigres.

Dunn El futuro para nosotros es ahora  y no en un par de años. Está aquí

- El toletero de los Nacionales Adam Dunn

Verifiquen la parte izquierda del cuadro interior, donde Zimmerman se ha convertido en el mejor antesalista en la Liga Nacional a los 25 años, y Desmond, el campocorto novato, ha hecho “una diferencia significativa,” dijo otro escucha de la Liga Nacional.

Verifiquen la parte media de la alineación, donde Dunn lidera la Liga Nacional en total de bases, donde Josh Willingham anda segundo, solo detrás de Albert Pujols en porcentaje de embase y donde Zimmerman se ubica tercero en la liga en OPS.

Y verifiquen esa loma de lanzadores, donde trabaja Strasburg, donde Storen (1.54 ERA) se encuentra en camino de ser el cerrador del futuro y donde los lesionados Jordan Zimmermann y Chien-Ming Wang deben estar de vuelta en la rotación en la segunda mitad de la temporada si todo sigue bien.

Pero más que todo, verifiquen como la vibra alrededor de este equipo ha dado un viraje en U hacia el norte — y no solo por la llegada de Strasburg.

“Estoy sorprendido con el cambio en la atmósfera,” dijo otro escucha. “Este es un caso clásico de adición por sustracción. Ellos se deshicieron de todos sus cabezahuecas, y eso ha hecho una gran diferencia. Uno ve este equipo, y es muy similar al del año pasado, con la excepción de Desmond y Pudge [Rodriguez]. El bullpen, excepto por Storen, tiene muchos tipos que eran descartes. Y aún así se siente como un club diferente.”

Bueno, eso no es coincidencia, y no es un espejismo. Ese proyecto de renovación de la cultura fue la prioridad No. 1 en la misión del arquitecto de esta virazón, Rizzo.

Hace tan solo 15 meses atrás el predecesor de Rizzo, Jim Bowden, fue forzado a renunciar en el medio del entrenamiento primaveral como consecuencia del escándalo por los bonos por firmar a prospectos de Latinoamérica y que amenazaba con hundirlo a él y a la franquicia. Hace tan solo 10 meses que los Nacionales le quitaron el título de “interino” al puesto de Rizzo y lo hicieron el gerente “permanente”.

Y “Cuando uno mira lo que ellos han hecho desde que Mike obtuvo el puesto,” dijo uno de los escuchas citados anteriormente, “han sido unos 15 meses increíbles.”

Sin duda. Casi todo lo que le ha sucedido a este equipo en el pasado año tiene el sello de Rizzo. La salida de piezas traumáticas como Lastings Milledge y Elijah Dukes. La adquisición de peloteros con energía como Nyjer Morgan. La importación de estabilizadores profesionales como Liván Hernández y Adam Kennedy. La mejora completa de un bullpen. La decisión de quedarse con bates productivos y compañeros de equipo, como Dunn y Willingham, quien una vez parecía como si se le hubiese ido el autobús.

Ed Wolfstein/Icon SMIMike Rizzo ha hecho varias movidas claves desde que asumió la gerencia de los Nacionales en agosto.

Sumen todo eso, y el nivel de talento no es dramáticamente diferente al del pasado reciente. Pero de momento, este roster está construído alrededor de piezas que parecen encajar, personalidades que clamente se mezclan bien y un roster que emana química. Y el manager Jim Riggleman, en su primer trabajo a tiempo completo desde los Cachorros del 1999, ha impartido un sentido de dureza y propósito que se ha regado a todos.

“Nos establecimos unas metas en el entrenamiento primaveral, Jim y yo, para prepararnos para ganar y esperar ganar,” dijo Rizzo. “La parte más dura es salir afuera y ganar. Es fácil ser ese equupo que la gente odia jugar en su contra y perder. Es duro salir allá afuera y jugar un gran partido y fajarse y pelear y al final ganar el juego. Pero esa es la actitud que tiene que cambiar. Y si puedo poner mi dedo en una cosa que haya traído a la organización, pienso que es que he cambiado la actitud mental y la cultura del equipo.

“Pienso que hemos traído tipos que son ganadores, tipos que se preparan para ganar y que quieren ganar. Y cuando ellos salen del camerino y entran al terreno, ellos saben que ellos pueden ganar el juego. No es algo dado. Es un sentimiento dentro de tí … . Y pienso que hacia eso es donde nos encaminamos.”

Cuando el gerente sueña de hacia donde van, él tampoco sueña cosas pequeñas. Pero para hacer esos sueños grandes una realidad, él sabe que el trabajo real necesita hacerse en el sistema de fincas que Rizzo describe de forma franca como que estuvo “en ruinas ” cuando él llegó, luego de la venta del equipo por parte de MLB al actual dueño Ted Lerner en 2006.

“Sabes, yo estuve en los niveles inferiores de la franquicia en Arizona,” dijo Rizzo, quien pasó siete años como el reconocido director de cazatalentos de los Diamondbacks antes de moverse a Washington como asistente de Bowden. “Y el futuro estaba más lejano aquí de lo que se sentía en Arizona. Estábamos literalmente por debajo de la tierra.”

Pero denle para adelante al tiempo, y las cosas han cambiado. Ahora se encuentran ellos aquí, con Strasburg, Storen y Desmond en Grandes Ligas … con lo que un escucha tildó como “tipos que pueden jugar en cada nivel ” de su sistema … con grandes mentes de escuchas como Roy Clark y Kris Kline trabajando ahora junto a Rizzo … y un potencial candidato a cambiar el rumbo de la franquicia en el horizonte, si logran firmar a su primer seleccionado en el sorteo de este año, Bryce Harper.

Y por supuesto, eso no es todo. Ahora ellos además tienen a Stephen Strasburg, haciendo temblar al mundo del béisbol cada cinco días en la reposición de la historia conocida en el básket como “La Historia de LeBron James.”

Solo para que sepan lo que se está viendo aquí, no existe un solo precedente de un jugador de béisbol de 21 años que logre darle respiración artificial a una franqucia moribunda. Pero eso lo estamos viendo aquí, si esos 35,607 cuerpos adicionales que Strasberg ha logrado poner en los asientos en dos partidos (comparados con los promedios de asistencias anteriores en D.C. y Cleveland) nos dicen algo.

“Eso simplemente no sucede,” dijo Kasten, “en este deporte.”

Pero está sucediendo ahora, frente a nuestros ojos. Y a través de todo el mundo del béisbol se pueden ver los truenos que ha soltado Strasburg, es el equipo que él ha logrado reenergizar que nunca ha sido más feliz que ahora de haber recibido esos truenos.

“El futuro para nosotros es ahora — y no en un par de años,” dijo Dunn. “Está aquí.” Fue hace poco más de una semana. Pero parece que fue hace un siglo.

Parece así debido a que los Nacionales de Washington estaban jugando un juego de béisbol sin un tipo llamando Stephen Strasburg en su roster — por última vez.

Fue unos pocos minutos antes de las 5 p.m. el domingo 6 de junio. Marquen esa fecha. Ian Desmond conectó por segunda base por el out final de una dura derrota en entradas extras ante de los Rojos. Y con eso, el presidente de los Nacionales Stan Kasten se volvió hacia un amigo y le dijo:

“Gracias a Dios que esa era ha quedado atrás.”

Y cielos, él tenía razón.

Jared Wickerham/Getty ImagesCombinando sus números en el 2010, Stephen Strasburg tiene marca de 9-2 con 1.46 de ERA y 87 K’s en 67 2/3 entradas

Apenas dos noches más tardes, la era más importante en la vida de esta franquicia dio comienzo.

Strasburg se encaminaba hacia la loma. El trueno en el estadio retumbó las escalas de Richter desde Annandale a Aberdeen. Los contadores de ratings en los cuarteles generales de Nielsen llamaban a los reparadores para estar seguros que los equipos funcionaban bien. Las camisas se iban volando de los estantes. Los boletos para ver el partido de pie se iban más rápido que Terrmel Sledge. Y finamente fue oficial …

Los Nacionales de Washington se habían unido al sistema solar del béisbol.

Fue la noche más grande y más electrificante de béisbol en Washington desde … uhhhh … desde … bueno, “probablemente, nunca,” según dijo la anterior cara de la franquicia antes de Strasburg, Ryan Zimmerman. “¿Cierto?”

Bueno, ¿saben qué? Pienso que él tiene razón. La respuesta correcta quizás sea: Nunca.

Uno podría abogar por el primer juego luego de la mudanza de la franquicia a D.C. desde Montreal, en el 2005. Uno podría abogar por el Día Inaugural del 2008, cuando se inauguró el Nationals Park. Uno podría abogar por el 10 de octubre de 1924, el día en el que Walter Johnson venció a los Gigantes en relevo para asegurarle a los viejos Senadores de Washington el único cetro de Serie Mundial que han ganado en su historia.

Pero el día de Stephen Strasburg Day fue diferente a cualquier otro día que se haya presenciado en las 75 temporadas de béisbol de Grandes Ligas en Washington. ¿La razón? Debido a que logró atrapar los ojos de todos los fanáticos de béisbol y logró que apuntaran a territorio no explorado — hacia este equipo y hacia este lanzador.

Y ahora esta es la oportunidad de los Nacionales — de mantener todos esos ojos encima de ellos y no dejarlos ir.

“Eso,” dijo su amigable toletero y primera base, Adam Dunn, “es lo que crea los fanáticos.”

“Sabes, hemos tenido llenos totales antes, pero no con nuestros fanáticos,” dijo Zimmerman. “Cuando Boston estuvo aquí el año pasado, vendimos cada juego. Cuando los Filis estuvieron aquí, incluso para nuestro Día Inaugural, habían más fanáticos de ellos que los nuestros. Así que esta es la primera vez que tenemos un lleno total y fue con nuestros fanáticos. Eso muestra que nuestros fanáticos adoran el béisbol en nuestra ciudad.”

Y si eso es cierto, eso fue un secreto muy bien guardado, antes de la semana pasada, mejor que el secreto de como las hermanas Kardashian se hicieron tan famosas. Antes que Strasburg entrara por la puerta, los Nacionales estaban en el 14º puesto en asistencia esta temporada, al frente solo de los Marlins y los Piratas. El año pasado llegaron 14º. Llegaron 13º en el 2008 — la temporada en la que se inauguró su hermoso estadio. Así que este es un grupo poco familiarizado con el concepto del ambiente eléctrico en un estadio.

Kirk Sides/Icon SMIRyan Zimmerman ganó su primer Guante de Oro en la Liga Nacional en el 2009.

“Puedo recordar un día el año pasado, cuando tuvimos una demora de tres horas por la lluvia contra los Bravos,” recordó de forma poco agradable Dunn. “Pienso que conté 73 personas en las gradas. Eso era poco eléctrico.”

Y fuera del terreno, los ratings de la televisora local de los Nacionales han sido los peores en el béisbol en los pasados dos años. En un punto en el 2008, según el diario The Washington Post, los ratings de la radio de los Nacionales eran tan malos que en ciertos momentos había más gente en las gradas viendo el partido que escuchándolo por la radio. Y eso, amigos míos, es casi imposible.

Así que la llegada de Strasburg es más que meramente una oportunidad para este equipo de vender muchas camisetas y llenar los asientos cada cinco días. Esto, según dijo el gerente Mike Rizzo, es “un momento decisivo para nosotros.”

“Yo crecí en Indianapolis, y en mi familia, todos eramos fanáticos de los Colts desde antes que consiguieran a Peyton [Manning],” dijo el lanzador novato Drew Storen. “Pero mucha gente alrededor de nosotros no lo eran. Ellos eran fanáticos de los Bears o de los Bengals. Y entonces llegó Peyton, y de momento todos eran fanáticos de los Colts. Lo mismo podría ocurrir aquí. Esto podría ser un punto de referencia real para nosotros.”

Recuerden, no existe tal cosa como un fanático de toda la vida de los Nacionales — “a menos,” según dijo bromeando Kasten, “tengan menos de cinco años.” Así que esta es la oportunidad de la franquicia de atraer a esos extraños y que queden enamorados del Fenómeno y de la franquicia para siempre.

Sin embargo, para lograr eso, va a requerir más que un brazo biónico. La misión, para este equipo, tiene que ser el convertirse en algo mucho más grande y brillante que solo el brazo de Stephen Strasburg. Si esta es meramente otra versión de los Reales del 2009 con Zack Greinke o los Filis de 1972 con Steve Carlton, la era Strasburgiana de este equipo pasará como la oportunidad perdida más grande de los tiempos modernos.

Así que la misión es armar un equipo alrededor de este tipo que pueda ganar, y ganar mucho, y seguir ganando mientras Strasburg siga teniendo una W en su gorra. Pero eso nos lleva al boletín más grande de todos:

Ese tiempo anticipado se acerca más rápido de lo que nos imaginamos.

“Este equipo se encuentra en la dirección correcta,” dijo un escucha que cubre el sistema de fincas de los Nacionales. “Muchas cosas buenas están pasando aquí. Ellos tienen oportunidad de hacer mucho ruído en esa división, de la manera en la que están manejando las cosas.”

Verifiquen la tabla de posiciones, y encontrarán un equipo que se encuentra a dos juegos por debajo de los .500 — un paso monstruoso luego de dos temporadas consecutivas con al menos 100 derrotas. Verifiquen la columna de carreras anotadas, y encontrarán una alineación que ha anotado más veces que los Filis y los Tigres.

Dunn El futuro para nosotros es ahora  y no en un par de años. Está aquí

- El toletero de los Nacionales Adam Dunn

Verifiquen la parte izquierda del cuadro interior, donde Zimmerman se ha convertido en el mejor antesalista en la Liga Nacional a los 25 años, y Desmond, el campocorto novato, ha hecho “una diferencia significativa,” dijo otro escucha de la Liga Nacional.

Verifiquen la parte media de la alineación, donde Dunn lidera la Liga Nacional en total de bases, donde Josh Willingham anda segundo, solo detrás de Albert Pujols en porcentaje de embase y donde Zimmerman se ubica tercero en la liga en OPS.

Y verifiquen esa loma de lanzadores, donde trabaja Strasburg, donde Storen (1.54 ERA) se encuentra en camino de ser el cerrador del futuro y donde los lesionados Jordan Zimmermann y Chien-Ming Wang deben estar de vuelta en la rotación en la segunda mitad de la temporada si todo sigue bien.

Pero más que todo, verifiquen como la vibra alrededor de este equipo ha dado un viraje en U hacia el norte — y no solo por la llegada de Strasburg.

“Estoy sorprendido con el cambio en la atmósfera,” dijo otro escucha. “Este es un caso clásico de adición por sustracción. Ellos se deshicieron de todos sus cabezahuecas, y eso ha hecho una gran diferencia. Uno ve este equipo, y es muy similar al del año pasado, con la excepción de Desmond y Pudge [Rodriguez]. El bullpen, excepto por Storen, tiene muchos tipos que eran descartes. Y aún así se siente como un club diferente.”

Bueno, eso no es coincidencia, y no es un espejismo. Ese proyecto de renovación de la cultura fue la prioridad No. 1 en la misión del arquitecto de esta virazón, Rizzo.

Hace tan solo 15 meses atrás el predecesor de Rizzo, Jim Bowden, fue forzado a renunciar en el medio del entrenamiento primaveral como consecuencia del escándalo por los bonos por firmar a prospectos de Latinoamérica y que amenazaba con hundirlo a él y a la franquicia. Hace tan solo 10 meses que los Nacionales le quitaron el título de “interino” al puesto de Rizzo y lo hicieron el gerente “permanente”.

Y “Cuando uno mira lo que ellos han hecho desde que Mike obtuvo el puesto,” dijo uno de los escuchas citados anteriormente, “han sido unos 15 meses increíbles.”

Sin duda. Casi todo lo que le ha sucedido a este equipo en el pasado año tiene el sello de Rizzo. La salida de piezas traumáticas como Lastings Milledge y Elijah Dukes. La adquisición de peloteros con energía como Nyjer Morgan. La importación de estabilizadores profesionales como Liván Hernández y Adam Kennedy. La mejora completa de un bullpen. La decisión de quedarse con bates productivos y compañeros de equipo, como Dunn y Willingham, quien una vez parecía como si se le hubiese ido el autobús.

Ed Wolfstein/Icon SMIMike Rizzo ha hecho varias movidas claves desde que asumió la gerencia de los Nacionales en agosto.

Sumen todo eso, y el nivel de talento no es dramáticamente diferente al del pasado reciente. Pero de momento, este roster está construído alrededor de piezas que parecen encajar, personalidades que clamente se mezclan bien y un roster que emana química. Y el manager Jim Riggleman, en su primer trabajo a tiempo completo desde los Cachorros del 1999, ha impartido un sentido de dureza y propósito que se ha regado a todos.

“Nos establecimos unas metas en el entrenamiento primaveral, Jim y yo, para prepararnos para ganar y esperar ganar,” dijo Rizzo. “La parte más dura es salir afuera y ganar. Es fácil ser ese equupo que la gente odia jugar en su contra y perder. Es duro salir allá afuera y jugar un gran partido y fajarse y pelear y al final ganar el juego. Pero esa es la actitud que tiene que cambiar. Y si puedo poner mi dedo en una cosa que haya traído a la organización, pienso que es que he cambiado la actitud mental y la cultura del equipo.

“Pienso que hemos traído tipos que son ganadores, tipos que se preparan para ganar y que quieren ganar. Y cuando ellos salen del camerino y entran al terreno, ellos saben que ellos pueden ganar el juego. No es algo dado. Es un sentimiento dentro de tí … . Y pienso que hacia eso es donde nos encaminamos.”

Cuando el gerente sueña de hacia donde van, él tampoco sueña cosas pequeñas. Pero para hacer esos sueños grandes una realidad, él sabe que el trabajo real necesita hacerse en el sistema de fincas que Rizzo describe de forma franca como que estuvo “en ruinas ” cuando él llegó, luego de la venta del equipo por parte de MLB al actual dueño Ted Lerner en 2006.

“Sabes, yo estuve en los niveles inferiores de la franquicia en Arizona,” dijo Rizzo, quien pasó siete años como el reconocido director de cazatalentos de los Diamondbacks antes de moverse a Washington como asistente de Bowden. “Y el futuro estaba más lejano aquí de lo que se sentía en Arizona. Estábamos literalmente por debajo de la tierra.”

Pero denle para adelante al tiempo, y las cosas han cambiado. Ahora se encuentran ellos aquí, con Strasburg, Storen y Desmond en Grandes Ligas … con lo que un escucha tildó como “tipos que pueden jugar en cada nivel ” de su sistema … con grandes mentes de escuchas como Roy Clark y Kris Kline trabajando ahora junto a Rizzo … y un potencial candidato a cambiar el rumbo de la franquicia en el horizonte, si logran firmar a su primer seleccionado en el sorteo de este año, Bryce Harper.

Y por supuesto, eso no es todo. Ahora ellos además tienen a Stephen Strasburg, haciendo temblar al mundo del béisbol cada cinco días en la reposición de la historia conocida en el básket como “La Historia de LeBron James.”

Solo para que sepan lo que se está viendo aquí, no existe un solo precedente de un jugador de béisbol de 21 años que logre darle respiración artificial a una franqucia moribunda. Pero eso lo estamos viendo aquí, si esos 35,607 cuerpos adicionales que Strasberg ha logrado poner en los asientos en dos partidos (comparados con los promedios de asistencias anteriores en D.C. y Cleveland) nos dicen algo.

“Eso simplemente no sucede,” dijo Kasten, “en este deporte.”

Pero está sucediendo ahora, frente a nuestros ojos. Y a través de todo el mundo del béisbol se pueden ver los truenos que ha soltado Strasburg, es el equipo que él ha logrado reenergizar que nunca ha sido más feliz que ahora de haber recibido esos truenos.

“El futuro para nosotros es ahora — y no en un par de años,” dijo Dunn. “Está aquí.”

Red Sox consiguió su octava victoria seguida al derrotar a Rodrigo López

Dustin Pedroia y Kevin Youkilis conectaron jonrones y Jon Lester espació cuatro imparables en siete entradas para adjudicarse su octava victoria consecutiva, conduciendo a los Red Sox de Boston a imponerse 6-2 a los Diamondbacks de Arizona en un partido de interligas.

Fue la 12ma derrota seguida de los Diamondbacks como visitantes, una nueva marca de la franquicia.

Lester (8-2) concedió un cuadrangular de dos carreras a Justin Upton en la segunda entrada y luego toleró un par de imparables antes de marcharse del partido. Además repartió tres boletos y ponchó a siete rivales, con lo cual empató el liderato de la Liga Americana en esa estadística con 96 ponches.

Después de que el serpentinero dominicano Ramón Ramírez permitió que un par de corredores de los Diamondbacks se ubicaran en los senderos, el taponero Jonathan Papelbon sacó el último out del partido para adjudicarse su 15to salvado.

El mexicano Rodrigo López (2-6) perdió su cuarta salida consecutiva, al permitir seis carreras, 10 imparables y regalar dos boletos en siete entradas. Ponchó a tres rivales.

El venezolano Marco Scutaro conectó sencillo al abrir la parte baja de la primera entrada, y luego Pedroia conectó una línea por encima del Monstruo Verde para su noveno cuadrangular de la campaña y el primero desde el 14 de mayo.

Por los Diamondbacks, el dominicano Tony Abreu de 4-0. El venezolano Miguel Montero de 3-1.

Por los Red Sox, los venezolanos Scutaro de 4-2, una anotada y Víctor Martínez de 4-0. Los dominicanos David Ortiz de 2-1, dos anotadas, y Adrián Beltré de 4-2, una producida.

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