Zelenski viaja a Italia, escucha palabras de apoyo y se prepara para encontrarse con el Papa Francisco

El presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, está este sábado (13) en Roma, donde se reunirá con el Papa Francisco. El pontífice, durante meses, ha estado tratando de liderar las negociaciones de paz en el país europeo; sin embargo, hasta ahora, los esfuerzos no han producido ninguna discusión oficial entre ucranianos y rusos sobre el tema.

En Twitter, Zelensky calificó su viaje a Italia y el Vaticano como «una visita importante para la próxima victoria de Ucrania». Antes de visitar al Papa, el ucraniano se reunió con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y con el presidente Sergio Mattarella, de quienes escuchó la promesa de un apoyo total, ya sea militar, financiero o humanitario.

Mattarella también le dijo a Zelensky que todos los países que defienden Ucrania están apoyando simultáneamente la paz. Esto, sin embargo, según él, debe ser «una verdadera paz y no una rendición». Los alemanes están de acuerdo: Argumentando que el final inmediato de la guerra no es previsible, Alemania anunció este sábado un paquete de 2.700 millones de euros (R$ 14.530 millones) en ayuda militar a Ucrania, la mayor contribución del país hasta la fecha. El ucraniano visitará Berlín el domingo (14).

Acciones que obstaculizan los esfuerzos de paz del Papa. Francisco menciona la guerra de Ucrania en casi todos sus discursos semanales, pero hoy el principal escollo del Vaticano es ganarse la confianza de Moscú.

Esto se debe a que, a pesar de las negociaciones, Francisco condenó varias veces la invasión rusa e incluso criticó personalmente al jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, el patriarca Cirilo. En marzo, el pontífice habría advertido a su colega que no se convirtiera en un «monaguillo de Putin»; la declaración fue condenada por la iglesia rusa.

El pontífice tampoco pudo reunirse con Vladimir Putin. Ahora intenta acercarse al presidente ruso a través de intermediarios. A finales de abril, por ejemplo, Francisco viajó a Budapest, donde habló con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, el líder europeo más cercano a Putin.

En ese momento, los dos hablaron en privado durante 20 minutos. El contenido del diálogo no fue revelado, pero al regresar del viaje, el pontífice dijo a los periodistas que había «una misión en curso». «Cuando sea público, lo revelaré», agregó. Pero tanto Moscú como Kiev expresaron sorpresa por sus comentarios.

También a fines de abril, Francisco se reunió con el primer ministro ucraniano, Denis Shmihal, quien entregó al pontífice el plan de paz propuesto por Zelensky. El documento, en la práctica, abarca las demandas de Kiev: restauración de la integridad territorial de Ucrania, retiro de las tropas rusas y el cese de las hostilidades y la restauración de las fronteras estatales de Ucrania.

Al mismo tiempo, el Papa habló esta semana con el embajador ruso en el Vaticano, Alexander Avdeiev. En ese momento, según el diario italiano Il Messaggero, pudo haber enviado una carta a Putin. Los dos se conocieron por última vez en 2019, cuando el ruso fue al Vaticano.

Zelenski, a su vez, conoció a Francisco en 2020. Desde entonces, los dos han hablado varias veces por teléfono. En abril del año pasado, poco después de que estallara la guerra, el Papa dijo a los periodistas que estaba considerando ir a Kiev. Pero tal visita estaría condicionada a un viaje posterior a Moscú. La necesidad de equilibrio en el viaje incluso suscitó discusiones sobre qué ciudad debería visitar Francisco primero. Al final, no fue a ninguna parte.

Ahora, Zelensky debe reforzar la invitación al Papa.