Los recortes de Milei a la educación llevan a miles de personas a protestar en Argentina; ver vídeo
Decenas de miles de personas protestaron este martes (23) en Argentina en una gran marcha contra los recortes de fondos a las universidades públicas, en una manifestación que es una de las más grandes hasta la fecha contra la política de reformas y ajustes del presidente ultraliberal Javier Milei.
En Buenos Aires, estudiantes, docentes y opositores se concentraron en torno a las sedes de las 13 facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) —que recientemente declaró emergencia presupuestaria— y salieron a las calles que conducen a la Plaza de Mayo, reconocido lugar de manifestaciones. en la capital. .
Los manifestantes portaron libros en señal de protesta y carteles que decían «Milei o educación» y «la universidad luchar también es enseñar», así como frases e imágenes de la historieta «Mafalda», del dibujante argentino Quino.
«Esto es importante para los que estudiamos y trabajamos, porque la educación pública levanta un país», dijo a la AFP Nicolás Villagra, de 24 años, estudiante de la UBA, en medio de cánticos y gritos de los manifestantes.
En las principales ciudades argentinas, estudiantes, exalumnos y profesores de las 57 universidades nacionales de gestión estatal convocaron a una marcha «en defensa de la educación universitaria pública y gratuita».
Centrales sindicales y partidos se sumaron al llamado, profesores universitarios acompañaron la movilización con un paro y universidades privadas se sumaron a la protesta. El exministro de Economía y derrotado por Milei en las elecciones Sergio Massa estuvo presente en el acto en Buenos Aires, pero dijo a la prensa local que no haría declaraciones. “Hoy hablan los rectores y los jóvenes”, afirmó.
En Córdoba, ciudad del centro del país y sede de la gran universidad del mismo nombre, decenas de miles de estudiantes también llenaron las calles.
Otras universidades además de la UBA declararon emergencia presupuestaria luego de que el gobierno decidiera repetir para este año el mismo presupuesto de 2023 para el sector, pese a la inflación anual que en marzo llegó a casi el 290%.
«No esperen a que el gasto público se salga de control», afirmó Milei el lunes (22) al anunciar en un discurso que las cuentas públicas registraron un superávit en el primer trimestre, aunque al precio de miles de despidos y el colapso de la actividad económica y el consumo.
La semana pasada, el presidente acordó incrementar los gastos de funcionamiento un 70% en marzo y otro 70% en mayo, según sus palabras, además de una cantidad extraordinaria para los hospitales universitarios. El Gobierno considera, por tanto, que la discusión está resuelta, según afirmó este martes el portavoz presidencial, Manuel Adorni.
Los gastos operativos excluyen los salarios de los docentes, que representan el 90% del presupuesto universitario.
«De las cuatro categorías de docentes, tres se encuentran por debajo de la línea de pobreza», afirmó el rector de la Universidad Nacional de San Luis, Víctor Moriñigo, al informar una escala salarial docente cuyo mínimo es de 100 mil pesos mensuales (alrededor de R$ 590).
Además del estancamiento presupuestario, hay un aumento de los gastos. Las tarifas de energía, por ejemplo, han aumentado un 500% este mes, poniendo a las universidades al borde de la parálisis, dijeron funcionarios.
«Al ritmo al que nos están dando dinero sólo podremos operar entre dos y tres meses», aseguró el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ricardo Gelpi.
Para Rubén Arena, profesor y egresado de la Facultad de Ciencias Económicas, la protesta busca «defender el futuro de la Argentina y de muchas generaciones que podrán tener acceso a una educación de excelencia».
Los recortes de gastos son necesarios, dijo, «pero no como se están ajustando en las universidades, que permiten un movimiento social ascendente».
Milei cuestionó la transparencia en el uso de los fondos y la calidad de la enseñanza al sugerir que las universidades públicas «están acostumbradas a hacer negocios turbios y adoctrinar», escribió en X durante el fin de semana.
«No podemos dudar de 200 años de historia. Incluso con un presupuesto muy bajo, la UBA está entre las tres mejores de América Latina», señaló el decano de la Facultad de Medicina de la universidad, Luis Brusco.
Aproximadamente 2,2 millones de personas estudian en el sistema universitario público, elegido por el 80% de los estudiantes frente a las instituciones privadas, en un país con casi la mitad de sus 47 millones de habitantes en la pobreza.
El sistema de educación superior estatal argentino goza de gran prestigio académico y fue cuna de los cinco Premios Nobel del país, tres de ellos en ciencias exactas, además de avances científicos y tecnológicos reconocidos a nivel mundial.
La semana pasada, varios edificios dependientes de la UBA debieron racionar el uso de ascensores, apagar luces en espacios comunes, reducir el uso de agua caliente y limitar los horarios de apertura de las bibliotecas de programas de extensión universitaria, como parte de las medidas de emergencia.
