La saciedad como respuesta a los desafíos actuales

Todos vivimos en tiempos de cambios y desafíos. Estamos más en casa, con más preocupaciones y más estrés. El resultado es que normalmente nos deja con más hambre. Ahora bien, el hambre es una respuesta fisiológica a situaciones de estrés.

El apetito que sentimos en estas circunstancias nos lleva a buscar alimentos que, además de ser sabrosos, despierten sentimientos de calidez y alegría. Estos son elementos y comidas que brindan esa sensación de recompensa y comodidad. Desafortunadamente, la mayoría de las veces, son ricos en calorías, azúcar, grasa y sal.

El resultado de la combinación de estrés, incertidumbre, inactividad física y aumento del hambre y la ingesta calórica, todos asociados con un mayor confinamiento por pandemia – ya se ha observado en varios grupos, grupos de edad y regiones. Se traduce en aumento de peso corporal y acumulación de grasa alrededor de la cintura, justo donde es más peligroso para la salud.

¿Que podemos hacer? Como siempre, ante los grandes desafíos, debemos buscar soluciones efectivas y sostenibles. Según la evidencia científica, la salida del hambre y el consumo excesivo está en la búsqueda de aquello que expanda nuestro saciedad. La sensación de saciedad o plenitud gástrica nos protege de los atracones, situación que nos lleva a ingerir grandes cantidades de calorías y trae esas desastrosas consecuencias.

Sobre la base de los estudios sobre este tema, describiré aquí seis sugerencias prácticas sobre cómo podemos promover la saciedad en nuestra rutina:

  1. Intente realizar unas seis comidas al día: desayuno, almuerzo, cena y meriendas intermedias. Esta no es una regla absoluta, pero ayuda a orientar un consumo equilibrado.
  2. Come una fuente de proteína en todas las comidas. Las proteínas promueven la saciedad y son la materia prima de una serie de importantes neurotransmisores, incluidos los que gobiernan nuestra satisfacción. El nutriente se encuentra en huevos, leche y productos lácteos, carnes magras, legumbres y productos proteicos.
  3. Apuesta por alimentos ricos en fibras. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), debemos comer al menos 25 gramos diarios. Las fibras se encuentran en frutas, verduras, semillas y cereales integrales y hoy en día también se encuentran en suplementos y bebidas enriquecidas con estas sustancias.
  4. Beber mucho Agua. A veces, nuestro cerebro confunde los sentimientos de hambre y sed. Tener un biberón cerca asegura hidratación y saciedad. Los tés sin azúcar también son una gran alternativa.
  5. Ejercitarte diariamente. La actividad física no solo ayuda a controlar el peso y a reducir la grasa corporal, sino que también ayuda a equilibrar el apetito. Después de un buen entrenamiento, es más improbable que alguien entre en el frigorífico.
  6. Intenta controlar el estrés y mejorar la calidad de su dormir. Está documentado que la tensión excesiva y las noches de insomnio provocan más hambre a diario. La meditación, el yoga, las técnicas de relajación y las oraciones promueven la salud mental y disminuyen la aparición de la alimentación compulsiva.

* El Dr. Nataniel Viuniski es médico nutricionista, especialista en obesidad y miembro del Consejo de Asuntos Nutricionales de Herbalife Nutrition.

Continúa después de la publicidad

Ana Gomez

Ana Gómez. Nació en Asturias pero vive en Madrid desde hace ya varios años. Me gusta de todo lo relacionado con los negocios, la empresa y los especialmente los deportes, estando especializada en deporte femenino y polideportivo. También me considero una Geek, amante de la tecnología los gadgets. Ana es la reportera encargada de cubrir competiciones deportivas de distinta naturaleza puesto que se trata de una editora con gran experiencia tanto en medios deportivos como en diarios generalistas online. Mi Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/ana.gomez.029   Email de contacto: ana.gomez@noticiasrtv.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *