El último episodio de Outlander pone a prueba las lealtades y revela algo de brujería
En el primer episodio de la temporada, vimos a Jamie (Sam Heughan) asumir el puesto de Agente Indio de la Corona, principalmente porque no quería a Richard Brown (Chris Larkin) en el papel. Comenzamos «Allegiance» con Jamie cumpliendo con sus responsabilidades de agente indio al viajar con Ian (John Bell) para reunirse con Cherokee.
Es comprensible que los Cherokee quieran armas de la Corona y una promesa de que los nuevos colonos no les quitarán su tierra. Jamie, sin embargo, no está seguro de si transmitirá su solicitud: sabe que se avecina una revolución y que luchará contra los casacas rojas cuando suceda. Si transmite los deseos de los Cherokee a su enlace local de casacas rojas, el Mayor Macdonald, los Cherokee pueden luchar contra los revolucionarios en el futuro, algo que Jamie quiere evitar.
Cuando Jamie e Ian regresan de su viaje (después de una escena humorística en la que un tímido Jamie rechaza cortésmente las insinuaciones de dos mujeres cherokees), Jamie decide no transmitir la solicitud al comandante MacDonald. Ian está molesto con la elección: quiere brindar a los Cherokee toda la ayuda que puedan, especialmente cuando Brianna (Sophie Skelton) da la noticia de que las cosas no resultan tan buenas para los indios. También descubrimos al final del episodio que Ian tuvo un hijo cuando estaba con Mohawk. Esta revelación hace que Jamie se dé cuenta de que la familia de Ian (o su lealtad, por así decirlo) es tanto para los Fraser como para los indígenas del país. Dado que Ian es la familia de Jamie, esto convierte a los indios en su familia por extensión. Y entonces cambia de opinión acerca de transmitir la solicitud de armas de Cherokee a la Corona. ¿Jamie está cambiando la historia al hacerlo? Todavía no lo sabemos, aunque la música trascendental que suena cuando Jamie sella la carta a la Corona sugiere que puede serlo.
