Una (r) evolución que hizo que el fútbol regrese a la casa española
El día era el 22 de junio, el año 1996. La prueba, el Campeonato de Europa, que se discutía en Inglaterra. La selección británica había dado una cabaza de 4-1 a los Países Bajos de Kluivert, de van der Sar, de Cocu. El globo estaba, por lo tanto, lleno para aquel Inglaterra-España de los cuartos de final. Pero no fue pera dulce: la formación ibérica estaba bien organizada, tapó bien el rayo de acción de la estrella de la compañía, el hombre-gol Alan Shearer, y el entusiasmo inglés se vació en 90 minutos sin giros. Llegaron 30 más para el tiroteos, pero ni la perspicacia de un gol de oro (aquellos que terminan de inmediato con un partido) hizo desatar aquel nudo. Nada hecho: eran incluso precisas las penalizaciones.
En los decisivos puntapiés de 11 metros, hubo un hombre que falló. Fernando Hierro corrió hacia la pelota pero la hizo golpear con estruendo en la viga. Y así la selección inglesa vence en las grandes penalidades el último duelo oficial con España hasta este sábado. En el centro de la decisión, un hombre que estuvo asociado al último verano La Roja: a las puertas del Mundial de Rusia, la Federación española no le gustó ver a Julen Lopetegui ser avanzado como nuevo entrenador del Real Madrid, lo despidió y promovió a Hierro a seleccionador. Sólo que el antiguo defensa de los merengues ni calentó el lugar: la formación ibérica fue alejada en los octavos sin gloria y el técnico dejó el mando del equipo menos de un mes después.
Para su lugar fue promovido Luis Enrique, recién salido del Barcelona. Y así llegamos a lo que aquí nos trajiste. El seleccionador se estrenó este sábado en pleno Wembley, frente a la Inglaterra de Gareth Southgate, en la ronda inaugural de la Liga de las Naciones – una prueba que está, ella misma, en estreno. En el pre-juego, una especie de secuela de "Sé lo que hiciste el verano pasado": de un lado, una España que se quedó por los octavos del Mundial y que busca ahora una revolución con el nuevo técnico; y una Inglaterra que llegó al cuarto lugar de la prueba gracias a la revolución de Southgate, intentando ahora la continuidad de esa revolución.
En el equipo español, los nuevos tiempos fueron visibles antes incluso del silbato inicial. Luis Enrique dejó fuera de la convocatoria algunos de los pesos pesados del equipo, como Jordi Alba, Koke, Pepe Reina o Lucas Vázquez. Y también en su primer once. Sólo cinco jugadores habían estado en el último partido de la selección, aún en el Mundial, ante Rusia: De Gea, Ramos, Nacho, Busquets y Isco.
⚽ ???????? Inglaterra 1-2 España ???????
"La roja" victoriosa en casa de los "tres leones", con ex-benfiquista a marcar ????#NationsLeague #ENGESP #ThreeLions pic.twitter.com/b55sBLRtXy
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Luis Enrique lanzó un 4x3x3, en el que hizo avanzar las comillas como punta de lanza (Diego Costa fue dispensado para asistir al nacimiento del hijo) y colocó al ex benfiquista Rodrigo Moreno en el ala derecha – con éxito, pero ya lo vamos. Desde los primeros minutos se ha visto una España a carburarse bien, a buscar salir en ataque organizado, pero a tener algunas dificultades iniciales frente a la presión inglesa. A los 11 minutos, la primera jugada de verdadero peligro -y que pronto dio gol: un contragolpe perfecto de Inglaterra, con Luke Shaw a hacer un pase quirúrgico para la carrera de Rashford, que golpeó a De Gea. Nacho se quedó a ver barcos y José Mourinho se quedó en la bancada, sus pupilos en acción en un gol Español Manchester United.
Pero la sonrisa no le quedó mucho tiempo en los labios. En la siguiente jugada, comenzó a rodar el carrusel español -sobre todo por el ala derecha que tan bien funcionó: Carvajal avanzó por el pasillo, abrió para Rodrigo Moreno, que ganó la línea de fondo y asistió hacia atrás a Saúl Ñíguez, que remató de primera a la derecha el empate español. Ganaba cuerpo a cuerpo La Roja de Luis Enrique, a conseguir un fútbol apoyado, a saber estirar el juego (en especial por los flancos) y también a conseguir condicionar la transición defensa / ataque de Inglaterra – que, sin conseguir conectar su juego, se veía obligada a intentar las pelotas largas.
Fue, por eso, sin sorpresas que surgió el giro español en el primer tiempo. Thiago Alcántara cobró un libre indirecto por la izquierda, la defensiva inglesa se quedó en busca de Aspas y Rodrigo aprovechó para salir de atrás y fusilar las redes de Pickford. La formación de Luis Enrique daba la vuelta al resultado y al juego – al menos a su juego: la selección española rescataba su identidad con un fútbol envolvente, a variar los flancos, a traer los laterales a las combinaciones atacantes, un fútbol de movimientos rápidos y carendo imprevisible.
La segunda parte empezó con un tiro escalofriante: Luke Shaw golpeó con Carvajal y cayó con estruendo en el suelo, aparentemente inanimado. El jugador acabó siendo transportado de maca, con collar cervical y máscara de oxígeno. La prueba de la violencia del embate era dada por la propia realización del juego, que no las exhibió las habituales repeticiones de la jugada. El jugador del Manchester United ahora puede enfrentarse a una nueva parada, que estaba de regreso a la competición por su país tras un largo calvario de lesiones; aún hace pocos días recordó el momento en que casi perdió la pierna tras una fractura en la tibia, en 2015.
BREAKING: Luke Shaw se ha escapado después de un pesado golpe a su cabeza durante Inglaterra v España. #SSN pic.twitter.com/Moe2cTmSR9
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España regresó de los balnearios aún con el control del balón (Inglaterra presionaba muy poco para tenerla y, cuando tenía, no le daba el mejor uso) pero, con el paso del tiempo, la formación ibérica bajó la intensidad, buscando gestionar el juego. Bajó demasiado y arriesgó incluso salir de Wembley con otro resultado. De Gea fue fundamental, sobre todo a los 81 minutos, cuando trabó con la pierna el remate de Rashford, después de una arrancada por el centro del terreno. También Maguire cabeceó con peligro y Welbeck llegó a introducir la pelota en la portería española, pero el gol fue anulado por falta sobre De Gea.
Cuando fue presentado como seleccionador español, Luis Enrique rechazó la idea de operar una revolución en el equipo; prefiere llamarse evolución. A pesar de los sustos finales sufridos por su equipo ante Inglaterra, lo más importante fue logrado. Y lo más importante puede hasta no ser el resultado del juego, sino de esa evolución (r) evolución que está trayendo de nuevo el fútbol a la casa española.
⏱ ¡FINAL! ¡FINAL! ¡FINAL!
¡Vaya partidazo! ¡Sumamos nuestros 3 primeros puntos en la UEFA League League VENCIENDO a Inglaterra en Wembley! ????????
???????????????????????????? #ENG – ???????? #ESP | 1-2 | 90 + 10 '| # UnaNuevaIlusión pic.twitter.com/quTsKhyg4w
– Selección Española de Fútbol (@SeFutbol) Septiembre 8, 2018