Un trasplante revolucionario para curar el cáncer infantil
LA cáncer infantil es, hoy, la primera causa de muerte (7% del total) entre preescolares y adolescentes en Brasil, según el Instituto Nacional del Cáncer, Inca. Como la tasa de mortalidad es bastante alta cuando la enfermedad está en una etapa avanzada, es fundamental centrarse en diagnostico temprano y en el descubrimiento de nuevos tratamientos.
En este grupo de edad, entre los tipos de cáncer más comunes se encuentran las leucemias, que afectan a las células sanguíneas. En esos casos, el Transplante de médula osea puede ser una opción cuando el paciente no responde adecuadamente al tratamiento inicial o en recaídas.
Este tipo de procedimiento tiene como objetivo reemplazar la médula ósea enferma (afectada por la enfermedad) por una normal, en un intento de evitar que la enfermedad reaparezca.
En el trasplante alogénico, se utiliza la médula ósea de un donante, generalmente un hermano compatible. Cuando no existe tal posibilidad, es necesario recurrir al banco de donantes voluntarios.
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Aunque, actualmente, Brasil tiene el tercer mayor banco de donantes voluntarios de médula ósea del mundo, con más de 5 millones registrados, solo por detrás de Estados Unidos y Alemania, muchos pacientes aún no encuentran un donante compatible ni aquí ni en el extranjero.
En busca de una solución
Desde finales de la década de 1980 se han realizado numerosos estudios con el objetivo de encontrar alternativas para estos pacientes.
Sin embargo, el uso de una médula ósea que no era totalmente compatible causó efectos secundarios graves e incluso mortales, producido por los linfocitos T del donante, es decir, sus células de defensa. Al no reconocer el cuerpo del paciente, atacaron órganos vitales.
Inicialmente, se utilizaron dispositivos de laboratorio para extraer linfocitos T de la médula ósea recolectada para trasplante. Pero esta es una técnica muy cara y poco accesible para muchos centros, sobre todo en países de menor poder adquisitivo.
Pero una técnica desarrollada recientemente por la Universidad de John Hopkins, en los Estados Unidos, trajo la solución a este dilema. Se basa en la aplicación de una quimioterapia tras la infusión de las células que afecta principalmente a los linfocitos T, sin afectar a las células madre que repoblarán la médula ósea.
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este procedimiento revolucionó el campo del trasplante de médula óseaya que en estos casos podemos utilizar donantes familiares parcialmente compatibles (llamados donantes haploidénticos).
Estos donantes pueden ser padre, madre, hermanos, hijos o incluso tíos y primos: es suficiente compartir al menos el 50% del HLA (es decir, antígeno leucocitario humano o, en portugués, antígenos leucocitarios humanos, un sistema de compatibilidad ) con el paciente .
Con esta posibilidad, prácticamente todos los niños y adolescentes que necesitan un trasplante pueden disponer rápidamente de un donante, mejorando significativamente sus posibilidades de curación.
*Juliana Folloni Fernandes es médica pediatra y coordinadora de la unidad de trasplante de células madre hematopoyéticas del Instituto de Tratamiento del Cáncer Infantil (Itaci)