Un soplo de aire fresco en el contexto europeo del Impact Investing
La “filantropía de riesgo”, traducida literalmente como “filantropía de riesgo”, no es nueva. Hace unos días reunió a más de 800 participantes en Bruselas bajo el título de “Impact Week”. La audiencia mezcló entidades financieras, varias de ellas administradoras de fondos de impacto, fundaciones, empresas que invierten en iniciativas con impacto social, bancos, emprendedores sociales y academia. Todo con el objetivo de compartir y aprender sobre Impacto e Inversión de Impacto.
El organismo organizador, la European Venture Philanthropy Association (EVPA), fue creada hace 17 años por un grupo de jugadores de la industria del capital de riesgo. En ese momento, vieron los límites de la industria en la que operaban y tuvieron la visión de comenzar a construir un ecosistema en la intersección de las finanzas y objetivo, centrado en el impacto. Portugal Inovação Social es una de las entidades que apoya la Semana del Impacto. Y es una entidad que ha fomentado alianzas improbables en Portugal entre entidades del sector social –asociaciones y fundaciones, inversores privados e inversores municipales–, en la promoción de proyectos con impacto social. Los Bonos de Impacto Social existen en Portugal desde hace cuatro años, y la Fundación Calouste Gulbenkian ha sido pionera en este ecosistema, en asociación con maze.
En Impact Week, el Banco Europeo de Inversiones en asociación con la Escuela Católica de Negocios y Economía de Lisboa presentó en el escenario a los diez finalistas del Torneo de Innovación Social, diez iniciativas de alto impacto. SkillLab, dedicada a vincular personas, empleos y educación, impulsando un camino hacia la empleabilidad; La Redacción anclada en Inteligencia Artificial para la evaluación de la validez de la información, aportando una perspectiva a las noticias; EKUI, un proyecto portugués premiado, que creó una metodología de aprendizaje inclusiva y multisensorial que ha cambiado la forma en que los niños aprenden y se comunican a través de la empatía y la inclusión; MAGRID, una iniciativa que promueve la igualdad de oportunidades docentes con soporte digital y enfocada a la enseñanza de las matemáticas; Angiodroid y Advitos, dos proyectos innovadores en el área de la salud, que de diferentes maneras buscan brindar a los pacientes una mejor calidad de vida; Miwo, trabajando en la circularidad de la venta y consumo de alimentos vendidos a granel; Lixea que promueve la bioeconomía circular; Plasticfri, que ofrece una alternativa al plástico, ya en producción y comercialización; y Dendra, que promueve una mejor gestión de la tierra.
Como compartió António Miguel da Maze en el panel de clausura, cuando salimos a la realidad de las cuatro paredes de una conferencia inspiradora, nos despertamos con una Europa en guerra, con una recuperación vacilante de la pandemia y una creciente divergencia de esos que no están incluidos digitalmente, ni tienen las habilidades que hoy demanda el mundo…
¿Cuál será, entonces, el llamada a la acción🇧🇷 Primero, súbete las mangas y haz un impacto. Segundo, no discriminar formas de impacto y aprender a convivir con la diversidad de entidades que contribuyen a la resolución de problemas sociales, con impacto. Por el lado de EVPA, para Roberta Bosurgi, CEO, se tienen que movilizar diferentes tipos de capital; hay que contar historias de impacto; y tenemos que estar muy atentos a los números, para entender si realmente estamos generando impacto social y cuándo.
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