Trump y Kim reunidos otra vez
Donald Trump y Kim Jong-un se reunieron este miércoles en la segunda cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte, cuyo objetivo es alcanzar la desnuclearización del segundo.
El presidente de Estados Unidos inauguró la reunión, que se desarrolla en Hanoi, Vietnam, con elogios al homólogo norcoreano: "Considero que su país tiene un tremendo potencial económico, increíble, ilimitado, creo que va su país va a tener un futuro fantástico y que (Kim) va a ser un gran líder ".
Antes de la cumbre, Trump había afirmado que eran "falsas" las informaciones de que estaría dispuesto a hacer cedencias al líder norcoreano, antes de que éste adoptar medidas concretas para la desnuclearización.
"Todo es información falsa sobre mis intenciones con respecto a Corea del Norte. Kim Jong-un y yo nos esforzaremos para definir algo sobre la desnuclearización y luego convertir a Corea del Norte en una potencia económica", dijo Trump, que ha seducido al régimen norcoreano con buenas perspectivas económicas si acepta la desnuclearización y se inserta en la comunidad internacional.
La organización de la cumbre en Vietnam, otrora devastada por bombas norteamericanas, pero que ahora es un importante socio económico y aliado de Defensa de Estados Unidos, apunta precisamente alentar a Kim a replicar ese proceso.
En el centro de prensa en Hanoi, el viceministro vietnamita de Asuntos Exteriores Le Hoai Trung dijo a los periodistas que Hanói "está dispuesto a intercambiar experiencias con cualquier país que quiera hacerlo".
"Vietnam ha realizado reformas profundas en los últimos treinta años para convertirse en un Estado moderno", recordó. "Cada país tiene sus propias circunstancias y las decisiones caben a sus líderes, pero el proceso de integración en la comunidad internacional es un proceso de beneficios mutuos.
Trump y Kim se reunieron por primera vez en junio pasado en Singapur. La histórica cumbre terminó, sin embargo, sin ningún compromiso de Corea del Norte para abandonar su arsenal nuclear.
Corea del Norte ha sufrido ya décadas de aislamiento y pobreza extrema, incluyendo períodos de hambre que causaron millones de muertos, pero no abdicó de desarrollar un programa nuclear como garantía de supervivencia del régimen.
Un tratado de paz que pusiera fin a la guerra de Corea permitiría a Trump hacer historia y encajaría en su oposición a "guerras eternas" costosas para Estados Unidos.
Pero eso podría implicar la retirada de los 28.500 soldados norteamericanos estacionados en Corea del Sur, antes de que Pyongyang se comprometía con medidas concretas para la desnuclearización.