The New Bank y los juegos de poder al final del ciclo
El ‘adelanto’ de las inyecciones del Resolution Bank en Novo Banco es una de esas decisiones que, que parecen tener sentido, pueden tener consecuencias impredecibles y peligrosas. Con el país lidiando con una pandemia y hundido en la mayor depresión de las últimas décadas, el PSD y el Bloque de Izquierdas decidieron jugar con fuego y cuestionar la estabilidad del sector financiero, con una demostración de política florentina que no defiende intereses nacional.
Las dos partes rechazan nuevas inyecciones de dinero público en Novo Banco hasta que se conozca el resultado de la auditoría solicitada al Tribunal de Cuentas. Sería un requisito razonable, si hubiera certeza de que la auditoría se completará en mayo, cuando se esperaba la inyección de capital. Al no tener estas certezas, se trata de demagogia e irresponsabilidad.
Cualquiera que siga esta columna sabe que ya he criticado aquí, en varias ocasiones, la forma en que el Gobierno del PS entregó el Novo Banco a un fondo ‘buitre’ que, como era de esperar, juega con las cartas que le dieron. Lo que le ha pasado a Novo Banco está perjudicando a los contribuyentes y también a otros bancos, que están obligados a financiar la limpieza del balance de un competidor. Sin embargo, esta situación se viene dando desde hace varios años, con la connivencia del PSD y el Bloque.
El PSD, que cuando estaba en gobierno creó el Fondo de Resolución, con la falsa narrativa de que los bancos son sus “accionistas”, ahora recordó que al fin y al cabo esa entidad pertenece a la esfera pública, aunque en OE2021 no se prevé ningún préstamo. de Tesorería a Fondo, a diferencia de años anteriores.
El Bloque interpreta a una virgen ofendida, después de vivir durante años en unión de facto con el Gobierno que vendió el Nuevo Banco a Lone Star, habiendo hecho posibles sucesivos Presupuestos que preveían inyecciones del Estado al Fondo.
Que ha cambiado desde entonces? Con la pandemia socavando la popularidad del gobierno, huele a fin de ciclo. Y tanto el PSD como el Bloque esperan beneficiarse de ello. A veces parece que vivimos atrapados en un gigantesco rehacer de “Feios, Porcos e Maus” de Ettore Scola. Los portugueses se merecían algo mejor.