Tancos. Inspector de pistola apuntando a la policía durante la "misión" en los suburbios de Lisboa









Una reunión sorpresa en el medio de una mañana de enero de este año, en los suburbios de Lisboa, podría haber terminado en tragedia. Un inspector de la Policía Judicial Militar que investigaba el robo de Tancos encontró a dos hombres junto a su coche de servicio. Pensó que eran asaltantes y apuntó el arma. En el otro lado, los hombres pidieron calma – eran de la "policía".

El momento está descrito en una encuesta que la Policía Judicial Militar abrió para la investigación al hurto en los Paios Nacionales de Tancos en junio de 2017 y que llevaría a un escalar de la tensión entre esta policía y la Policía Judicial.

En enero, menos de tres meses después de la aparición del material de guerra, los inspectores de la PJ querían percibir qué vínculos existían entre quienes recuperaron las armas y quién las dejó en la Chamusca, antes de llamar al piquete de la PJM con indicaciones precisas de la localización de las " "cajas". Y usaban las mismas técnicas aplicadas en las investigaciones a redes de tráfico de armas o de drogas.

La investigación que la propia PJ lanzó a los inspectores de la PJ Militar -y que culminaría este martes en ocho detenciones- estaba al rubro. Y es en ese contexto que se da la confrontación, ojos en los ojos, entre inspectores de las dos policías.

Esa mañana de mediados de enero, uno de los funcionarios PJ militares vinculados a la recuperación de las armas estaba en medio de un servicio, uno de los barrios suburbanos alrededor de Lisboa. De madrugada, alrededor de las dos horas, el oficial se dirige al carro que había aparcado en una zona residencial.

Es ahí que repara en un segundo automóvil, aparcado junto a la carpa de servicio de la PJM, y en los dos hombres junto a él. A esa hora, pensó, sólo podían ser asaltantes. En el documento al que el Observador tuvo acceso, que lo llevó a tirar del arma, apuntó a los dos sospechosos para gritar al mismo tiempo: "Policía."





Por la descripción hecha en el documento, los dos hombres fueron sorprendidos. Levantaron la mirada y se dieron cuenta de que tenían un arma apuntada hacia él. Pidieron "calma" al inspector de la PJ Militar. Después, explicaron que también eran de la "policía" y levantaron el distintivo que, al inspector de la PJ Militar, pareció asemejarse al emblema de la Policía Judicial. Eran policías contra policías, arma en puño, a mitad de la madrugada y en plena calle de la localidad de Algueirão-Mem Martins, en un barrios con mayor concentración de habitantes de los suburbios de la capital.

El inspector de la PJ Militar aún intentó saber lo que hacían allí, a esa hora, junto a su coche, dos elementos de un órgano de policía. Le explicaron que estaban en una "misión", que no tenían interés en su coche, a pesar de dar señales de estar revolcando en la carrocería. Y no dijeron mucho más.

Meses más tarde, el semanario Expreso publicaba noticias que daban cuenta de que la PJ había puesto en marcha operaciones de vigilancia y escuchas a inspectores de la PJ Militar. Por lo que el Observador constató, estas operaciones de control ya habían sido puestas en prácticas antes de que el armamento de Tancos reapareció en un terreno de Chamusca.

Pero el caso no murió allí. Preocupado por las posibles consecuencias de aquel encuentro, el frente a frente fue pasado a escribir. Este documento, de que el Observador tuvo ahora conocimiento, hizo camino en la jerarquía de la PJ Militar y llegó a manos de la Procuradora General de la República. Era otra señal de que la relación entre las dos instituciones estaba rota.

En el transcurso de ocho meses, la PJ lanzó la operación Húbris y detuvo a ocho personas: cuatro inspectores de la PJ Militar, entre los cuales está el oficial involucrado en el episodio de inicio del año, pero también el director de la institución, tres militares de la GNR que colaboraron en la recuperación de las armas y, además, un civil, sospechoso de estar involucrado en el robo a los Paios Nacionales de Tancos. Este martes, deberán conocer las medidas de coacción que les serán aplicadas por los jueces de instrucción João Bártolo.

Nacho Vega

Nacho Vega. Nací en Cuba pero resido en España desde muy pequeñito. Tras cursar estudios de Historia en la Universidad Complutense de Madrid, muy pronto me interesé por el periodismo y la información digital, campos a los que me he dedicado íntegramente durante los últimos 7 años. Encargado de información política y de sociedad. Colaborador habitual en cobertura de noticias internacionales y de sucesos de actualidad. Soy un apasionado incansable de la naturaleza y la cultura. Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/nacho.vega.nacho Email de contacto: nacho.vega@noticiasrtv.com

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