Se requiere vacunación o prueba negativa de Covid para entrar o salir de la región de Lisboa este fin de semana
Con los casos de Covid-19 en aumento en las últimas semanas, la región de Lisboa se vio obligada a dar un paso atrás en el proceso de desconfinación. El área metropolitana de la capital vuelve a estar aislada del resto del país este fin de semana.
Para entrar o salir, deberá tener una prueba negativa (72 horas antes de la PCR o antígeno dentro de las 48 horas) para el nuevo coronavirus.
También se acepta el llamado certificado digital europeo, que acredita la vacunación completa o la recuperación de Covid-19 durante menos de seis meses.
La medida es válida entre las 15:00 horas del viernes y las 6:00 horas del lunes.
Los niños menores de 12 años están excluidos de estos requisitos.
El objetivo es intentar contener la propagación de la variante Delta, identificada por primera vez en India, que ya representa más del 60% de las infecciones en la región de Lisboa.
La medida fue anunciada, junto con el regreso de otras restricciones, el jueves por la tarde (24), después de una reunión del Consejo de Ministros.
Durante dos semanas consecutivas, Lisboa superó el límite máximo de casos establecido por el gobierno –240 contagios por 100.000 habitantes– y se vio obligada a dar marcha atrás.
La mayor diferencia está en los horarios de apertura de los establecimientos comerciales. Los restaurantes y cafés tienen que cerrar hasta las 3:30 pm los fines de semana.
Se ha vuelto a reducir el número máximo de personas por mesa. En espacios cerrados, solo se permiten grupos de hasta cuatro personas y, al aire libre, de hasta 6.
Los gimnasios siguen en funcionamiento, pero ya no pueden tener clases grupales.
Además de Lisboa, Sesimbra y Albufeira también se encuentran atrás en la confusión.
En el resto del país, el clima también es una advertencia. Debido al aumento de los casos Covid-19, el país decidió frenar el avance del proceso de reapertura.
Los expertos han asociado el aumento de infecciones con una mayor prevalencia de la variante Delta, que es mucho más transmisible. Portugal se encuentra entre los países europeos con mayor prevalencia de esta cepa.
Esta semana, la canciller alemana, Angela Merkel, criticó públicamente al gobierno portugués por abrir la puerta, sin restricciones, a los turistas británicos. El Reino Unido fue la primera región europea con una alta prevalencia de la variante delta.
“En Portugal, tenemos una situación que quizás podría haberse evitado, y por eso tenemos que trabajar aún más duro”, dijo.
La decisión de acoger, en Oporto, el partido final de la Liga de Campeones y más de 12.000 turistas ingleses, a finales de mayo, fue muy criticada en casa y en el extranjero.
Para tratar de contener las infecciones, Portugal ahora está tratando de acelerar la vacunación y las pruebas de la población.

En la ciudad de Lisboa, ya es posible realizar pruebas gratuitas e ilimitadas en farmacias. También hay puntos de rastreo móviles que circulan por puntos concurridos de la capital.
Hasta el momento, el 48,6% de la población ha recibido una dosis de la vacuna y el 27,3% ya tiene la inmunización completa.