Salazar

Catalina Martins considera un insulto afirmar que el BE es de extrema izquierda. Bernardino Soares invoca el mercado para justificar los valores pagados al yerno de Jerónimo de Sousa para que éste cambie lámparas (el yerno es que cambia las lámparas no el suegro que, como de costumbre al verse cuestionado, le dio a la gritería del anticomunismo y, para los proverbios!) Manuela Ferreira Leite no quiere que el PSD sea de derecha. … No es tontería ni distracción. Es tan sólo necesidad. Los actuales protagonistas no tienen discurso político ni proyectos para el país, sino que tienen objetivos: mantenerse o llegar al poder, a través de la popularidad y no de la política. Pidan por lo tanto a los actuales dirigentes para bailar, saltar, cocinar, cambiar de ropa en público … que todo eso ellos ejecuta con genuino a la voluntad y alegre desenvoltura, no les pidan es para decir lo que piensan, pues de eso tienen miedo.

En la práctica y debidamente despejada de los adeptos folclóricos de las causas fracturantes, el discurso de cada uno podría ser fácilmente suscrito por el otro: no es por casualidad que el PSD viabilice los proyectos del PS para "combatir la disparidad salarial" en las empresas privadas (nota- "si, privadas!) sino porque cada vez más, por ideología y necesidad de no perder votos, todos los partidos confluyen, como forma de supervivencia, en la falacia" del gobierno que da ", del Estado que apoya, de las políticas de inclusión "y de la lucha contra las desigualdades" … con que se legitima el cobro de más impuestos para garantizar no la prestación de servicios a los ciudadanos, sino los recursos para la insaciable máquina administrativa. (O más correctamente para este partido-estado – que ambos hablaron Medina Carreira – partido-estado de la persona a quien la debilidad electoral del António Costa, en 2015, dio las riendas del poder y que incluso si los hospitales portugueses terminan como los de Venezuela no dejará otro primer ministro repetir el error de Sócrates de hacer una petición de ayuda externa que ponga a cualquier troika a inspeccionarle las cuentas y los privilegios.)

Esta convergencia en el presente, en que los dirigentes políticos apenas discrepan en el calendario y en los porcentajes del cobro de impuestos y no en el modelo de sociedad, lleva necesariamente a la transformación del pasado en el tiempo posible para la definición ideológica y hace de los muertos – como Salazar – personajes grotescamente activas de la política presente. En consecuencia, apenas surge un personaje que se teme puede poner en riesgo este equilibrio entre vacuolos pragmáticos, estamos advertidos del riesgo de estar ante un nuevo Salazar. Toda la gente ya fue Salazar: Rui Río fue Salazar. Manuela Ferreira Leite – la mismísima que prefiere el PSD derrota a la que digan que es de derecha – fue Salazar y salazar. Cavaco? Un Salazar. Eanes? El Salazar mismo con la agravante de las gafas a Pinochet. Freitas en la encarnación 74-86? Otro Salazar. ¿Pasos Conejo? Salazar, claro. ¡Y Sá Carneiro, el Salazar que él fue!

Por detrás del agitar del espanta de Salazar no está el temor de la institución de una dictadura pero tan sólo el temor de que alguien, al igual que lo hizo Salazar, transforme en un discurso políticamente eficaz el malestar de la población y capitalize con éxito su aparente desinterés por la política. No admira, pues, que el anti-salazarismo, como denominador común a políticos que apuestan en la ausencia de discurso, sea factor de valorización aunque el anti-salazarista en cuestión fuera, como sucedía y sucede con los comunistas, defensores de regímenes mucho más opresivos que el de Salazar o, ironía de las ironías, fascistas declarados y asumidos como fue el caso de Rolón Negro.

Ni en las horas de mayor orgullo (y en su caso él era inmenso) Salazar alguna vez imaginó mantenerse políticamente activo por tanto tiempo.

PS. Por todo el mundo varios países se independizaron. Checoslovaquia dio lugar a la República Checa ya Eslovaquia. La RDA y la RFA se unieron. ¿Pero es que Inglaterra fuera de la UE es imposible? No estoy diciendo que el Brexit es la mejor solución para Inglaterra, pero esta dramatización en torno a la salida de la UE es patética. La idea de querer hacer de Inglaterra un ejemplo de penosidad para los países que un día coloquen la misma hipótesis, es una idea característica de los burócratas imperiales pero que a medio plazo va a destruir la UE.

Nacho Vega

Nacho Vega. Nací en Cuba pero resido en España desde muy pequeñito. Tras cursar estudios de Historia en la Universidad Complutense de Madrid, muy pronto me interesé por el periodismo y la información digital, campos a los que me he dedicado íntegramente durante los últimos 7 años. Encargado de información política y de sociedad. Colaborador habitual en cobertura de noticias internacionales y de sucesos de actualidad. Soy un apasionado incansable de la naturaleza y la cultura. Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/nacho.vega.nacho Email de contacto: nacho.vega@noticiasrtv.com

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