Rusa es condenada en Estados Unidos por espiar al Kremlin
María Butina, la única ciudadana rusa detenida en la investigación sobre la interferencia de Moscú en la política estadounidense, fue condenada a 18 meses de prisión este viernes (26).
Líder de un pequeño grupo ruso pro-armas, Butina usó sus lazos con la National Rifle Association (NRA, por sus siglas en inglés), el poderoso lobby de ese sector en Estados Unidos, para construir una red de importantes contactos en los círculos del poder en Washington.
"Humildemente, pido perdón. No soy esa mala persona que los periódicos muestran", dijo a la corte en Washington.
Butina recibió la pena máxima solicitada por la fiscalía, a pesar de haberse declarado culpable de una acusación de conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero sin declarar esa función a las autoridades estadounidenses, como exige la ley.
La joven de 30 años quedará nueve meses bajo custodia -el tiempo que pasó presa aguardando el juicio será sustraído de la pena.
La acusación alega que, aunque trabajaba abiertamente y no estaba vinculada a ninguna agencia de inteligencia rusa, Butina era una amenaza para Estados Unidos.
"Quería un futuro aquí, en la política internacional", dijo ella, con la voz embargada, añadiendo que sólo quería trabajar para mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia.
"Si supiera registrarme como agente extranjero, lo habría hecho", dijo en la audiencia.
El gobierno ruso denunció la condena, como una "mancha vergonzosa" para el sistema judicial estadounidense, sobre la base de acusaciones "totalmente fabricadas".
"Las acusaciones contra ella sobre una intención de influir en los procesos políticos internos en Estados Unidos están totalmente fabricadas", criticó el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores en una nota.