Rosa Grillo dice que triatleta fue asesinado delante de él y cayó en su regazo. Después, fue amenazada
Luís Grilo será asesinado en la cocina de la propia casa por angoleños el lunes 16 de julio, y no el día anterior como concluyó la investigación de la Policía Judicial (PJ). En ese día, el triatleta todavía estaría vivo. La garantía es dada por la viuda, Rosa Grilo, presa preventivamente por sospechosas de haberlo matado. La mujer alega haber sido amenazada para simular la desaparición del marido. "Menti porque fui amenazada", dijo en una entrevista con la SIC, dada durante una reunión en la que estaba presente el hijo Renato, de 12 años, y la hermana de Luis Grillo,.
En ese lunes, la pareja estaría en su casa, en Cachoeiras, en Vila Franca de Xira. Por la mañana, muy temprano, golpearon a la puerta. Serían dos angoleños y, como describe Rosa Grilo, un "individuo blanco", que llegaron en un coche negro. Luís Grillo abrió la puerta y los tres preguntaron por los "pedidos". Rosa asegura haber pensado tan pronto como se referían a unos unos "Diamantes pequeños" que el triatleta habría traído de Angoladonde estuvo hace ocho años. Luís Grilo estaría recibiendo llamadas telefónicas con amenazas, según contó la viuda, que incluso le preguntó qué llamadas eran éstas. Pero el marido nunca le quiso decir. Rosa dice que andaba asustada y admite que, por eso, de la casa de Antonio Félix Joaquim – también él en prisión preventiva por sospechas de haber sido el coautor de la muerte de Luis Grillo – con quien tenía una "amistad colorida", desde 2016, aunque lo conociera desde que eran niños.

Joaquim António Félix es un amante oficial de justicia y el supuesto de Pink Cricket (Foto: JOHN Porfirio / Observador)
Después de la negativa de Luis Grillo a decir dónde estaban los diamantes, dos angoleños llevaron a Rosa a la casa de su tío, en Benavila, a unos 130 kilómetros de allí, para ver si estaban allí. El triatleta se quedará en la casa con el "individuo blanco". Cuando regresaron, los tres hombres comenzaron a agredir a Luis y Rosa, en la cocina de su casa en Cachoeiras, para intentar que la pareja les diera la información que buscaban: donde estaban los supuestos pedidos. Ya eran casi 15h00, cuando Luis le dijo que los pedidos estaban en una caja, en el garaje. De acuerdo con el relato de la viuda, uno de los hombres obligó a Rosa a indicarles el camino. La viuda los llevó a la caja donde ella misma había escondido el arma de Antonio Félix Joaquim. Rosa no revela lo que sucedió en ese momento.
La viuda retoma la historia en el momento en que la pareja fue atada – él con las manos detrás de la espalda y ella con las manos al frente – y colocado de rodillas, en la cocina. Uno de los hombres tendrá, entonces, dado un tiro en la parte trasera de la cabeza de Luis. Rosa le asegura que su marido cayó hacia adelante, cayendo en el regazo. Todavía respiraba y, por eso, le habrían dado un segundo tiro en el lado derecho de la cabeza. La viuda cree que su marido habrá muerto alrededor de las 15:00.
Los dos hombres han pedido a Rosa ropa y bolsas de plástico para enrollar el cuerpo. Luís Grilo fue enrollado en bolsas de plástico y sábanas que estaban en la cocina para ser lavados. Rosa le dijo a la SIC que apareció un edredón que estaba en la casa del tío en Benavila, que no sabe cómo apareció allí en la cocina. El cuerpo habrá salido por la puerta delantera y habrá sido llevado por los dos agresores.
En ese momento, Rosa le advirtió que el hijo, Renato, estaba casi llegando a casa. El "individuo blanco" que había quedado atrás exigió a la Rosa que limpie todos los vestigios. A las 16:15, el hijo llegó a casa y ya estaría todo limpio. El hombre ha permanecido en el piso de arriba, sin que Renato se diera cuenta. Rosa dice que fue coaccionada a no revelar nada y presentar una queja de su desaparición – lo que hizo en las horas siguientes. El hombre habrá indicado exactamente lo que Rosa debería contar, incluyendo que debería deshacerse de la bicicletapara dar fuerza a la historia de la desaparición. La sospechosa contó a la SIC que la le disparó al río en el puente de Alverca.
Cuando fue detenida, Rosa Grilo había presentado varias versiones sobre la muerte de su marido que contrariaban cualquier implicación suya. Una de ellas, como ha avanzado el Observador en el momento, ha sido la de que Luís Grilo había hecho un negocio con "unos angoleños" que había "corrido mal". Esos hombres estaban, por tanto, muy insatisfechos, hasta el punto de ser posible haber sido ellos a entrar en la casa para matar a Luis Grillo. De acuerdo con la investigación, Luís Grilo falleció el 15 de julio. Al día siguiente, la mujer dio cuenta de la desaparición a las autoridades, alegando que la víctima había salido para hacer un entrenamiento en bicicleta y no había regresado a casa. El cuerpo acabó siendo encontrado ya a finales de agosto, con señales de gran violencia, a más de 100 kilómetros de la aldea donde vivía la pareja.
Los dos sospechosos del homicidio de Luis Grilo se encuentran en prisión preventiva desde el 29 de septiembre, tres días después de haber sido detenidos por sospechosas de ser los autores del homicidio del triatleta. Cuando, en ese día, fueron presentes al primer interrogatorio judicial, Rosa Grilo y Antonio Joaquim no escogieron quedarse en silencio, a las que tendrían derecho, y respondieron durante varias horas a las preguntas de la jueza de instrucción Andreia Valadas. No se sabe exactamente qué respuestas dieron, pero el Observador constató que los dos sospechosos negaron el escenario trazado por la investigación, como ya habían hecho anteriormente, que habla de un homicidio premeditado por razones sentimentales y financieras.