Reino Unido acusa a Putin de conspirar para tener al líder prorruso en el poder en Ucrania
La secretaria de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, abrió un nuevo cargo contra Moscú y dijo que el presidente Vladimir Putin tiene un plan para instalar a un líder prorruso en Kiev. Según Truss, Putin ha estado haciendo articulaciones en nombre de Yevgeny Murayev, precandidato a las elecciones presidenciales de 2024.
Inusual cuando se trata de diplomacia, la declaración fue publicada a última hora de este sábado (22). El texto, sin embargo, proporciona pocos detalles sobre cómo Rusia permitiría la caída del actual presidente, Volodymyr Zelensky, y el ascenso de Murayev, ni explica si el plan dependería de una invasión de tropas rusas, posibilidad que Occidente ha estado sugiriendo es cada vez más real, especialmente después del despliegue de 100.000 soldados en la región fronteriza entre los países.
No está claro, en el documento difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores británico, si Moscú habría informado a Murayev que sería citado como un posible futuro líder de Ucrania, alineado con Moscú. Pero después de enterarse de las revelaciones, publicó una foto de sí mismo haciéndose pasar por James Bond en Facebook y escribió: «Detalles mañana».
Los funcionarios británicos involucrados en el episodio le dijeron a The New York Times, bajo condición de anonimato, que su intención al publicar la declaración era evitar que tales planes se materializaran y exponer el supuesto complot de Putin.
El documento también cita los nombres de cuatro ucranianos que tendrían vínculos con los servicios de inteligencia rusos, incluidos agentes involucrados en planes para atacar Ucrania. Todos ellos han ocupado cargos importantes en el gobierno ucraniano y huyeron a Rusia en 2014 tras el levantamiento popular que derrocó al entonces presidente Viktor Yanukovych.
Moscú reaccionó al informe el domingo por la mañana (23), hora local, y acusó a Londres de difundir desinformación.
La acusación se produce pocas horas después de que el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, aceptara una invitación para reunirse con su homólogo británico, Ben Wallace, para discutir la crisis fronteriza con Ucrania. Los servicios de inteligencia del estado ruso también informaron que Truss viajará a Moscú en febrero para reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.
Esta es la segunda vez en poco más de una semana que una potencia occidental acusa públicamente a Rusia de interferir en los asuntos internos de Ucrania.
El 14 de enero, Estados Unidos acusó al Kremlin de preparar operaciones de sabotaje y desinformación para justificar una eventual invasión. El sábado, Washington calificó el plan revelado en la declaración del Reino Unido como «preocupante».
La tensión diplomática llega también el mismo día en que dimitió el jefe naval alemán tras desatar una crisis diplomática entre Berlín y Kiev. El vicealmirante Kay-Achim Schönbach había dicho que Putin merece respeto y solo quiere ser tratado como un igual por Occidente. También dijo que la península de Crimea, anexada por Moscú tras el conflicto de 2014, «nunca volverá» al control ucraniano.
Alemania tiene especial interés en la disputa entre Rusia y Ucrania por el oleoducto Nord Stream 2. La estructura fue una de las cartas puestas sobre la mesa por los funcionarios del país en las conversaciones diplomáticas de esta semana, en las que se pusieron del lado de Kiev.
Tanto la ministra de Relaciones Exteriores Annalena Baerbock (reunión con Lavrov) como el primer ministro Olaf Scholz (quien se reunió con el secretario general de la OTAN) dijeron que Berlín sabe que el costo de defender Ucrania en caso de una invasión rusa será grande, y todos están dispuestos a pagar. mediante sanciones, por ejemplo.
