Propuesta de un nuevo motor espacial capaz de viajar a la velocidad de la luz
Cuando hablamos de años luz de distancia, nos damos cuenta de que estos viajes interestelares nunca serán posibles, a la luz de la tecnología que tenemos hoy. Sin embargo, el salto tecnológico pronto permitirá a los seres humanos viajar a la velocidad de la luz. Este tipo de tecnología ya no es una idea teórica imposible, sino la verdadera esperanza para los viajes interestelares.
Una de las ideas más locas de la ciencia ficción es tener barcos que puedan viajar más rápido que la velocidad de la luz. Sin embargo, muchos astrofísicos dicen que, además de ser una locura, estas ideas serán viables.
Universo: el límite de velocidad es de 300.000 km / s
Un nuevo estudio sienta las bases para hacerlo realidad y nos acerca más que nunca a los viajes interestelares. Barcos como el Halcón Milenario de 'Star Wars' o el Enterprise 'Star Trek' alcanzan velocidades superlumínicas sin ningún problema. Sin embargo, en el mundo real, las leyes de la física son obstinadas y desde Einstein hay un límite de velocidad en el universo que no se puede superar: 300.000 km / s, la velocidad a la que se mueve la luz.
El grupo de investigadores independientes Applied Physics presentó un artículo en el que propone un modelo matemático que hace teóricamente viable una propulsión de distorsión, sin romper con la teoría de Einstein. Es decir, puede hacernos viajar a velocidades superiores a la de la luz.
La NASA ha trabajado en el pasado en teorías similares e incluso ha desarrollado prototipos que muestran cómo sería una nave espacial con tecnología similar. Sin embargo, este nuevo descubrimiento lo hace físicamente posible por primera vez.
El propulsor warp es una forma de propulsión diferente a la de los cohetes espaciales propuesta inicialmente por el astrofísico mexicano Miguel Alcubierre, en 1994, que se basa en las propiedades de expansión y contracción del tejido espacial para alcanzar velocidades superluminas.
Para entender la teoría de Alcubierre, nada mejor que presenciar la conferencia impartida por el propio investigador en TED. En este evento el investigador explica de forma muy sencilla los fundamentos físicos de esta teoría. Sin embargo, básicamente lo que dice es que el espacio-tiempo puede contraerse frente a la nave espacial y expandirse detrás de ella para moverse a velocidades más rápidas que la velocidad de la luz.
La noción de espacio-tiempo curvo
El espacio se puede deformar, curvar, torcer o expandir. Estos movimientos pueden parecer contrarios a nuestra experiencia aquí en la Tierra, pero el científico mexicano lo explica de esta manera:
Ciertamente has oído hablar de la expansión del universo, en algún momento, las galaxias se están alejando unas de otras y esto no es porque se estén alejando de un punto central donde hubo una explosión, no es así, las galaxias están parados, y el espacio entre ellos está creciendo. El espacio se expande. Entonces, puedo usar esta idea y hacerla más pequeña.
Alcubierre explica que no es el barco, ni los pasajeros en su interior, los que viajan a la velocidad de la luz. No, sobre todo porque contradeciría la teoría general de la relatividad de Einstein. De hecho, es el propio espacio el que se contrae o expande alrededor de ese objeto. Y dado que esto puede suceder a cualquier velocidad, en teoría, no tendría límite.
Cuanto más plana sea la geometría de la nave, menos energía necesitará. (Sabine Hossenfelder)
El gran problema con esta teoría es que tal movimiento requeriría mucha energía negativa para ocurrir y no hay evidencia científica de que tal fenómeno exista hoy.
El artículo publicado por Alexey Bobrick y Gianni Martire viene a solucionar este problema, y propone un nuevo enfoque que no requiere el uso de energía negativa. Además, describe la geometría de una nave espacial interestelar como una lágrima con una base plana en lugar de redondeada. Cuanto más plana sea la forma en la dirección del viaje, menos energía se necesita.
Para los investigadores, el mayor obstáculo en esta teoría es encontrar una fuente de energía capaz de acelerar una nave lo suficientemente rápido como para alcanzar velocidades superluminiscentes. Además, queda por ver qué tendría la nave espacial en forma de lágrima, pero como dice el propio Alcubierre:
Hoy, no tenemos toda la información, ojalá alguien venga en 20, 30 o 100 años y encuentre la respuesta y nos diga definitivamente si podemos llegar a las estrellas más rápido que la luz.
Descubrimientos como los de Alexey Bobrick y Gianni Martire nos acercan cada vez más al universo. Los planetas habitables que estarán a 30.000 o 40.000 años luz de distancia, o incluso más distantes, pueden ser un viaje corto en unas pocas décadas. Incluso Marte, que está a 7 meses de distancia, puede ser un viaje rápido.