Presidente del CEP dice que era importante “conocer la realidad” de los abusos y “pedir perdón”
Un año después de que se hiciera público el informe sobre los abusos sexuales en la Iglesia católica en Portugal, el presidente de la Conferencia Episcopal reconoce que “era importante conocer la realidad, reconocer que se cometieron errores y pedir perdón” a las víctimas.
José Ornelas, en declaraciones escritas a la agencia Lusa, considera que “el informe de la Comisión Independiente fue fundamental, porque (…) despertó a un sufrimiento oculto que sacudió a la Iglesia y a la sociedad, por la crudeza de los informes que sacó a la luz” .
Para el obispo de Leiria-Fátima, “en medio del profundo dolor que ha sido este proceso de afrontar con claridad estas situaciones de sufrimiento”, ha quedado claro que “el bien de las víctimas es la prioridad (…) y que es posible mejorar, paso a paso, la forma de actuar, escuchar, reparar y monitorear”.
El 13 de febrero de 2023, la entonces Comisión Independiente para el estudio del abuso sexual infantil en la Iglesia católica portuguesa publicó el informe de su actuación, cuyos resultados apuntaban, por extrapolación, a un número mínimo de víctimas de unas 4.815 desde 1950. .
“Más que los números, porque un solo caso ya sería bastante triste, nos motivó el deseo de llegar a las víctimas de estos abusos, buscando, en la medida de lo posible, ayudarlas a sanar y superar sus heridas y prevenir tales abusos. situaciones volverán a suceder”, asegura el prelado, para quien, a partir del conocimiento de la realidad “es posible recorrer nuevos caminos, buscando implementar una cultura de protección y cuidado de los niños, jóvenes y adultos vulnerables dentro del ámbito eclesiástico y contribuir dialogar sobre este tema en la sociedad en general”.
José Ornelas advierte que “el drama del abuso sexual infantil atraviesa a diferentes sectores de la sociedad” y que la Iglesia quiere “contribuir y ser parte activa en la erradicación de estas situaciones trágicas”.
Ante las críticas sobre una cierta inacción de la jerarquía eclesiástica ante posibles reparaciones a las víctimas, el presidente de la CEP subraya que “la reparación a las víctimas no consiste únicamente en una compensación económica”.
La Iglesia Católica en Portugal garantiza que “todas las personas víctimas de abuso sexual de menores, en el ámbito de la Iglesia, que contacten con el Grupo VITA o con las Comisiones Diocesanas de Protección de Menores tendrán el apoyo necesario para su reparación y recuperación . Nadie será privado de este apoyo”, subraya el obispo, añadiendo que “esto ya se está haciendo garantizando los medios necesarios, es decir, el acceso a las consultas y a los tratamientos”.
“Desde el principio se dijo que no excluíamos alguna forma de reparación económica para recuperarnos y el futuro, pero que ésta no podía tener un carácter simplemente jurídico, ya que, en la mayoría de los casos, faltarían bases válidas. para su implementación. Actualmente estamos trabajando para que, lo más pronto posible, podamos tener criterios y propuestas para otorgar reparación moral, en términos económicos, a las víctimas que lo soliciten”, asegura, señalando que aún no hay un plazo definido para que esto suceda. .
Preguntado sobre la confianza de la sociedad portuguesa en la Iglesia tras conocerse el informe de la comisión dirigida por el pedopsiquiatra Pedro Strecht, José Ornelas afirma no tener datos “que permitan leer” esta situación.
“Lo que siempre nos importó, ante todo, fue la atención concreta a las personas que fueron víctimas de abuso y su confianza en sí mismas (…). Si por un lado podemos percibir que la credibilidad de la Iglesia Católica se vio afectada por el impacto del estudio, por otro lado también creemos que el camino que venimos siguiendo, tanto en las Diócesis como en los Institutos de Vida Consagrada , es el resultado de un compromiso serio por nuestra parte para garantizar la 'tolerancia cero' en materia de abusos en nuestros espacios”, responde el presidente de la Conferencia Episcopal.
José Ornelas añade que “las diversas organizaciones que trabajan en el ámbito de la protección de menores y adultos vulnerables dentro de la Iglesia en Portugal han realizado un trabajo cercano y de alta competencia técnica, con claridad y transparencia”, considerando que “esto no deja a nadie indiferente”.
El prelado destaca, por otra parte, la actuación de las Comisiones Diocesanas de Protección de Menores y Adultos Vulnerables, el Equipo de Coordinación Nacional y el Grupo VITA, que “han sido el motor del cambio”.
“Estos son los órganos que, en la Iglesia, han desarrollado una acción coordinada, ya sea en la acogida, el seguimiento y la reparación de las personas que han sufrido, o en la formación y empoderamiento de los agentes pastorales, para que la acción de prevención sea eficaz y podamos erradicar abuso de menores en ambientes eclesiásticos”, añade.
José Ornelas también comenta la acción que el Grupo VITA -organismo creado tras el cese de funciones de la Comisión Independiente- está llevando a cabo con diversos departamentos de la Iglesia, centrándose en la formación y sensibilización sobre posibles casos de abuso.
“Además de acoger a las víctimas, también estaba previsto que el Grupo VITA pudiera trabajar en el área de prevención y formación de agentes eclesiásticos. Se trata de un trabajo de suma importancia, porque el Grupo VITA tiene un carácter temporal. El objetivo es que, progresivamente, las acciones sean asumidas por las estructuras permanentes de la Iglesia ya presentes sobre el terreno”, explica el obispo de Leiria-Fátima.
El presidente del CEP dice que ha seguido el trabajo realizado y que le da esperanza en los ámbitos del “apoyo a quienes han sufrido, como la prevención de nuevos abusos”.