Petro actúa suicida al sugerir una nueva Asamblea Constituyente en Colombia
En otra lamentable declaración más, de las tantas que ha hecho desde que asumió la Presidencia de Colombia, en 2022, Gustavo Petro sugirió convocar a una Asamblea Constituyente, pues ha tenido dificultades para aprobar las reformas que propuso.
La sugerencia fue rechazada por representantes de todo el espectro político. Y no sin razón. De las cosas de las que Colombia está muy orgullosa, una es su Carta Magna, promulgada el 4 de julio de 1991, que es de carácter liberal y aún hoy sigue vigente.
La razón es sencilla. Si usted es de los que piensa que Colombia es una especie de tierra sin ley que no resuelve su problema de violencia es porque debe mirar cómo era el país antes de esta Constitución, hoy considerada por los historiadores como la más moderna del país. Sudamerica.
A finales de la década de 1980, Colombia experimentó un período sangriento y no tenía los recursos institucionales para darle la vuelta a los poderosos carteles de Cali y Medellín, las guerrillas de izquierda y los paramilitares de derecha.
Las tasas de muertes violentas alcanzaron niveles récord en la región y hubo ataques con bombas contra centros comerciales, salas de redacción y aviones comerciales en pleno vuelo, además de los asesinatos de ministros, periodistas y tres candidatos presidenciales.
Hoy en día, Colombia todavía enfrenta altas tasas de homicidio, pero éstas están más relacionadas con la transnacionalización del crimen organizado.
Fue durante la presidencia del liberal Virgilio Barco (1986-1990) cuando se hicieron los primeros intentos de redactar una Carta que ayudara a Colombia a superar sus principales problemas: además de la violencia, una economía debilitada por la guerra interna y aislada de los mercados. .
Poco antes de pasar el testigo al también liberal César Gaviria (1990-1994), Barco celebró un plebiscito en el que la propuesta de una nueva Carta fue aceptada por el 86% de los votantes.
La presión por una nueva Constitución por parte del movimiento estudiantil y la desmovilización de los grupos guerrilleros Movimiento 19 de Abril (M-19) —del que el propio Petro formó parte— en 1990, y del Ejército Popular de Liberación (EPL) y el Movimiento Armado Quintín Lame. , ambos en 1991.
Como el M-19 fue el primero en llegar a un acuerdo de paz y entrar en política, se le otorgó el derecho de participar y tener voto en la Asamblea.
Otros grupos guerrilleros que aún estaban negociando la paz tenían representación, pero sin derecho a voto.
También participaron representantes indígenas y de otras minorías, aquellos con poder de voto.
Los éxitos de la Carta de 1991 fueron, principalmente, garantizar más derechos de ciudadanía y crear y fortalecer instituciones. Se creó la Fiscalía General de la Nación —antes eran los propios jueces quienes investigaban, acusaban y juzgaban a los ciudadanos—, la Corte Constitucional y la Defensoría del Pueblo. Se determinó la independencia del Banco Central y el catolicismo dejó de ser la religión oficial para dar paso a la libertad de culto.
La garantía de los derechos de las minorías étnicas y la igualdad de género se convirtió en ley.
Entre 1970 y 1991 predominó el estado de sitio en la forma de gobernar. Los presidentes apelaron a él indiscriminadamente. La Constitución de 1991 estableció criterios más estrictos para su activación.
La sugerencia de Petro de reemplazar esta Carta de la que su propio movimiento formaba parte es, cuando menos, suicida, ya que él, con su baja popularidad, difícilmente lograría el apoyo del Congreso o de la sociedad civil en un posible plebiscito para revocar un logro histórico de los colombianos.
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