Periodistas muertos en la República Centroafricana fueron emboscados, asegura Khodorkovski
Los tres periodistas rusos asesinados en la República Centroafricana, donde investigaban la presencia de mercenarios rusos, cayeron en una emboscada que les era destinada, afirmó el jueves la organización del opositor Mijaíl Khodorkovski con quien colaboraban. Las primeras conclusiones de la encuesta realizada por esta organización y publicadas en su sitio en Internet contradice los resultados anunciados por el gobierno de Moscú, según los cuales los periodistas fueron asesinados por ladrones.
El reportero de guerra Orkhan Djemal, el documentalista Alexandre Rastorgouiev y el operador de cámara Kirill Radtchenko murieron en la noche del 30 al 31 de julio por hombres armados en el norte de la República Centroafricana. Estos periodistas investigaban las actividades del grupo militar privado ruso Wagner, que ganó notoriedad en Siria.
Las autoridades rusas han privilegiado la tesis de los ladrones. Pero según las primeras conclusiones del grupo de investigadores colocados en el terreno por la MBK Media, de Khodorkovski, que interrogaron fuentes en la República Centroafricana, "la versión de un simple robo como principal motivo de los delincuentes es contraditada por numerosas circunstancias".
La información recogida por los investigadores en el punto de control que los periodistas pasaron antes de ser asesinados indican que "los criminales estaban esperando (…) precisamente del vehículo que transportaba a Djemal, Rastorgouiev y Radtchenko". Según la MBK, sus conclusiones "no excluyen la implicación de mercenarios rusos".
La organización avanzó que "un grupo de una decena de personas esperó el vehículo de los periodistas durante varias horas", a pesar de que éstos cambiar de itinerario a la última hora, dirigiéndose hacia el norte, según la MBK, especificando desconocer si las las víctimas estaban al corriente de esta enmienda. Una fuente de la organización evocó "la posible participación en la ejecución de los periodistas de personas que trabajan para el gobierno centroafricano".
Los investigadores de la organización contaron, por otro lado, que un vehículo transportando "tres personas blancas armadas, pareciendo mercenarios, y dos centro-africanos" pasó por el mismo punto de control que los periodistas poco antes de éstos y volvió a pasar en sentido inverso una hora más tarde.
En una entrevista con CNN, Khodorkovski rechazó la hipótesis de asalto: "Algunas personas que conocemos en Rusia fueron abordadas por personas con vínculos con los mercenarios rusos, que les dijeron que los periodistas habían sido advertidos de no ir a la República Centroafricana.
Desde el inicio de 2018, la Federación de Rusia ha desplazado a instructores militares a la República Centroafricana, ha suministrado armas a las fuerzas armadas en construcción y garantiza la seguridad del presidente Faustán-Arritz Touadéra, cuyo consejero de seguridad también es un ruso.
La República Centroafricana cayó en el caos y la violencia en 2013 tras el derrocamiento del ex presidente François Bozizé por varios grupos juntos en la designada Séléka (que es la coalición en la lengua franca local), que suscitó la oposición de otras milicias, agrupadas bajo la designación anti-balaka. La MINUSCA está en el país desde el 2014.
El Gobierno del Presidente Faustin Touadera, un antiguo primer ministro que venció las presidenciales de 2016, controla cerca de una quinta parte del territorio. El resto está dividido por más de 15 milicias que, en su mayoría, buscan obtener dinero a través de secuestros, extorsión, bloqueo de vías de comunicación, recursos minerales (diamantes y oro, entre otros), robo de ganado y sacrificio de elefantes venta de marfil.
El conflicto en la República Centroafricana, que es del tamaño de Francia y una población que es menos de la mitad de los portugueses (4,6 millones) ya ha causado 700.000 desplazados y 570.000 refugiados y poner 2,5 millones de personas en necesidad de ayuda humanitaria .
Portugal está presente en el país desde principios de 2017, como parte de la Misión de Estabilización de la Multidimensional Integrada de las Naciones Unidas de la República Centroafricana (MINUSCA). A principios de julio, se supo que el mayor general del Ejército Marco Serronha asumirá el cargo de segundo comandante de la MINUSCA.
A la que ya es la 3ª Fuerza Nacional Destacada Conjunta, compuesta por 159 militares, de los cuales 156 del Ejército, siendo 126 paracaidistas, y tres de la Fuerza Aérea, inició la misión el 5 de marzo de 2018 y tiene la fecha prevista de finalización a principios de septiembre de este año. Estos militares componen la Fuerza de reacción rápida de la MINUSCA, tienen la base principal en la capital, junto al aeropuerto, y ya estuvieron involucrados en casi dos decenas de enfrentamientos con los rebeldes.
Portugal también parte de la Misión Europea de Formación-Militar de la República Centroafricana (RCA-EUMT), el cual es mandado por el brigadier general Teodoro Herminio mayo. EUTM-RCA, que está comprometida con la reconstrucción de las fuerzas armadas del país, tiene 45 militar portuguesa, entre 170 de 11 nacionalidades que lo componen.