Pandemia, Economía o Salud: aprende, domina y sigue adelante





Aunque superlativo, falso e irresponsable, la forma en que algunos políticos demagógicos se jactan de haber ganado el Covid-19, incluso con menciones como «espécimen físico perfecto» o «podría ser inmune», haciendo un descarado derivación para la ciencia, la actitud no es tan inusual en política.





Además de esconder un acceso único y privilegiado a terapias experimentales, como el cóctel de anticuerpos (a aprobar) REGN-COV2, el esteroide dexametasona o el antiviral remdesivir, subrayan una máxima lamentablemente habitual (y casi maquiavélica) de este mundo: cuando se trata de El éxito, el crédito es del gobierno y no de las empresas farmacéuticas involucradas en el descubrimiento – apropiación que condiciona el financiamiento, la innovación y, por supuesto, la opinión pública.

Aunque también por ensayo y error, la historia de la industria farmacéutica se compone esencialmente de éxitos y merece ser apreciada, especialmente por los gobiernos y la clase política, por su doble papel social en los componentes de Salud y Economía.

Después de todo, por un lado ha ayudado a prevenir la aparición de más epidemias (y pandemias) nuevas y a abreviar muchas otras, gracias a un enfoque continuo en la investigación y el desarrollo (I + D) de nuevas terapias, medicamentos y vacunas; por otro lado, es un gran creador de “cerebros”, empleo especializado y también de valor y refuerzo de las exportaciones. En Portugal, hablamos de una actividad que genera más de mil millones de euros de ingresos anuales y emplea directamente a más de 7.500 profesionales.

Sin duda, el renovado apoyo estratégico a un sector con base productiva nacional, como sucedió entre los años 1999-2002 y 2002-2004, permitiendo el inicio de su internacionalización y el incremento de sus exportaciones, es fundamental para el mantenimiento de la calidad de la atención. de salud proporcionada en el invierno que se avecina. Cabe recordar también que la propia Comisión Europea ya ha reconocido el carácter estratégico de este sector y la necesidad de minimizar el grado de dependencia de terceros países en este ámbito, algo dolorosamente visible durante la primera fase de la actual pandemia.

Portugal tiene hoy una envidiable capacidad científica instalada en el área de las Ciencias de la Vida (por ejemplo: Instituto Gulbenkian de Ciencias, Fundación Champalimaud, IBILI – Instituto Biomédico, de Investigación de Luz e Imagen, Biocant Park, Ipatimup – Instituto de Patología e Inmunología Molecular, iBET – Instituto de Biología Experimental y Tecnológica, iMM – Instituto de Medicina Molecular João Lobo Antunes, etc.) y varias empresas hecho en portugal que exportan medicamentos innovadores de referencia mundial.

Ahora, para que esta industria sea sustentable y continúe generando valor significativo para el país, es necesario impulsar sus dimensiones de Economía de la Salud y profundizar las sinergias entre las múltiples entidades de Salud (industria, proveedores, autoridades).





Pero volvamos a Covid-19 y los tiempos de contingencia en los que vivimos, y eso insiste en quitar vidas y trabajos. El filo de la navaja en el que caminamos, con un filo en la salud pública (pandemia) y el otro en la economía (evitando nuevos confinamientos generalizados), nos empuja a todos hacia decisiones particularmente difíciles.

Además, hasta alcanzar la inmunidad grupal deseada, ya sea mediante vacunas o terapias efectivas, tendremos que invertir aún más en comportamientos y ciudadanía responsable, pero también en la masificación de pruebas rápidas y nuevas tecnologías de prueba, como los kits. artículos desechables para usar en casa. Cabe recordar que, como estima la OMS, solo el 10% de la población mundial ya ha estado expuesta al virus.

Una cosa es cierta: el coronavirus Sars-Cov-2 aún existe y las autoridades actuales (en particular, el gobierno en ejercicio), permanecerán en los anales de la historia por su desempeño en la gestión de la pandemia, pero también, y por las múltiples e impactos prolongados (técnicos, epidemiológicos, económicos y humanos), debido a su capacidad para galvanizar y mantener a las respectivas sociedades comprometidas en una carrera de fondo.

El tamaño, la extensión y la duración de la nueva pandemia de coronavirus ya ha marcado de forma indeleble a todas las generaciones vivas, desde los niños en los jardines de infancia hasta los ancianos en los hogares. Pero todavía estamos en el décimo mes del brote. Con casi 40 millones de infectados y más de un millón de muertos, es hora de unirnos, de remar a todos del mismo lado. Como diría Winston Churchill, «la vida da lecciones que solo ocurren una vez». Aprendamos de nuestros errores ahora, para no repetirlos en un futuro próximo y podamos seguir adelante.

Ana Gomez

Ana Gómez. Nació en Asturias pero vive en Madrid desde hace ya varios años. Me gusta de todo lo relacionado con los negocios, la empresa y los especialmente los deportes, estando especializada en deporte femenino y polideportivo. También me considero una Geek, amante de la tecnología los gadgets. Ana es la reportera encargada de cubrir competiciones deportivas de distinta naturaleza puesto que se trata de una editora con gran experiencia tanto en medios deportivos como en diarios generalistas online. Mi Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/ana.gomez.029   Email de contacto: ana.gomez@noticiasrtv.com

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