Opositor ruso condenado a 30 días de cárcel por organizar una protesta
El líder de la oposición rusa Alexei Navalnyi fue condenado a 30 días de prisión por haber organizado a principios de este año una protesta no autorizada contra el Kremlin.
Navalny, que ya cumplió un mes de prisión en mayo por haberse manifestado contra la investidura de Vladimir Putin como presidente de Rusia, fue detenido el sábado y condenado este lunes por reincidencia en infringir las normas de convocatoria de actos públicos.
El tribunal acusó al opositor no sólo de organizar, sino también de participar en un acto que acabó por transformarse en la marcha de una multitud por el boicot a las elecciones presidenciales de marzo, en que Putin fue reelegido para un cuarto mandato presidencial.
En ese momento, Navalny, que apeló al boicot tras haber sido privado del derecho de presentarse como candidato a las presidenciales por tener antecedentes penales, fue detenido, pero liberado unas horas después.
Miles de personas participaron en esta protesta, que se desarrolló en las principales ciudades del país, pero, al contrario de lo ocurrido en otras ocasiones, no hubo detenciones masivas.
En la sesión judicial de este lunes, el opositor denunció como único objetivo de su condena impedirle participar en los preparativos de la protesta nacional del 9 de septiembre contra la reforma de las pensiones, un proyecto del Gobierno que casi el 90% de la población rechaza, según los sondeos.
El Ministerio de Justicia ruso se negó hoy a registrar el Partido del Futuro, la nueva formación política de Navalny, que adelantó que recurrirá la decisión ante los tribunales.
En un vídeo que publicó en su página de Internet, Alexei Navalny asegura que el Kremlin y Putin lo temen, ya que si logra postularse a las próximas elecciones legislativas, entraría en la Duma y crear una comisión parlamentaria para investigar la corrupción del partido en el poder Rusia Unida.
"Por eso, Putin no me deja postularme a las elecciones y prohíbe que mi partido sea registrado", sostuvo, asegurando que "la única opción para influir en el poder es organizar manifestaciones antigubernamentales".
