El presidente de Estados Unidos tiene intención de suprimir los impuestos reducidos para personas adineradas, según informó el miércoles el asesor David Axelrod antes de un discurso político económico que el mandatario norteamericano pronunciará hoy en Cleveland, en el estado de Ohio.
Obama no permitirá que los ricos continúen gozando de las ventajas fiscales que introdujo su antecesor George W. Bush hace nueve años, dijo Axelrod. Sencillamente no hay dinero para ello.
En su lugar, Obama pretende aplicar “ventajas fiscales permanentes para la clase media”, dijo Axelrod al canal de televisión CBS.
Sobre todo de cara a las elecciones al Congreso, que se celebrarán dentro de dos meses, la cuestión de los impuestos se ha convertido en un tema candente.
La oposición republicana quiere que se mantengan las ventajas fiscales de Bush, por considerar que lo contrario sería pernicioso para la ya de por sí maltrecha coyuntura económica de Estados Unidos. Obama y los demócratas, en cambio, abogan más bien por acometer programas coyunturales.
En este sentido Obama presentó el lunes un paquete de medidas por valor de 50.000 millones de dólares para la construcción de infraestructuras. El dinero será destinado a la construcción de numerosas carreteras, líneas ferroviarias y aeropuertos. Además contribuirá a generar puestos de trabajo.
Está previsto que se construyan más de 240.000 kilómetros de carreteras así como 6.400 kilómetros de vías férreas. Sin embargo, admitió Axelrod, es difícil encontrar para ello un respaldo mayoritario en el Congreso. Además, Obama tiene intención de destinar, según informan medios locales, 100.000 millones de dólares a incentivos fiscales para compañías de alta tecnología.
En las elecciones del 2 de noviembre los demócratas en el gobierno podrían perder su mayoría, según se desprende de las últimas encuestas publicadas.
En caso de que los demócratas perdieran su predominio en la Cámara de Representantes, cada ley requeriría el apoyo de los republicanos.













