Mitos y realidades sobre la depilación
No es hoy que la gente se preocupa por la depilación. De hecho, los primeros indicios de depilación provienen del Antiguo Egipto, cuando el proceso se realizaba con la ayuda de una mezcla de arcilla, sándalo y miel -que posteriormente dio origen a la técnica de depilación conocida como cera egipcia-. Desde entonces, los procedimientos y productos han evolucionado, y ahora es posible realizar una eliminación sin dolor.
Aunque es algo tan antiguo (y ampliamente utilizado), el procedimiento aún plantea muchas preguntas, que no siempre son aclaradas por un experto.
Una de ellas es si existe una relación entre la depilación con cera y la adelgazamiento del cabello. Para saber que esto realmente puede suceder. Con el tiempo y la frecuencia de la depilación, es posible que el bulbo piloso pierda fuerza, se vuelva débil y delgado. De esta manera, a menudo se inhibe su crecimiento.
Otro tema que preocupa a muchas personas es si el método conduce a aparición de espinillas. Esta relación, a su vez, no es cierta. La bola roja que eventualmente se puede observar en el área rasurada es la foliculitis, una inflamación del folículo causada por la obstrucción de los poros. Vale la pena señalar que, con ciertos cuidados antes del procedimiento, esta inflamación se puede prevenir.
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También es un mito cuando dicen que depilarse Duele. Al contrario: cuando profesionales capacitados utilizan las técnicas correctas, el contacto del producto caliente con la piel dilata los poros, facilitando la eliminación del vello.
La depilación con cera también favorece la reducción de Irritación de la piel. Eso es porque, con el debilitamiento del pelaje -que a veces ni siquiera crece-, la cera no provoca picazón. Esta irritación se observa cuando se recurre al afeitado con cuchilla, que corta el folículo cerca de la piel y, cuando vuelve a aparecer, provoca molestias.
*Regina Jordão es directora general del Instituto Pello Menos y actúa en el área de estética desde hace más de 15 años