Mercados. La zona euro lidera ganancias en las bolsas. Argentina y China en malas sábanas
La segunda semana de septiembre corrió bien para las bolsas de la zona euro. El índice MSCI para las plazas financieras de la moneda única subió un 2,2% en términos semanales, el mejor desempeño a escala mundial en términos de regiones o grupos de mercados. Nueva York se quedó atrás, con el índice MSCI para las dos bolsas más importantes del mundo a ganar el 1,2% durante la semana.
En Europa brillaron esta semana Moscú, Milán y Madrid, con los índices bursátiles de referencia que suben durante la semana: el 4,2% para el RTSI ruso, el 2,1% para el MIB italiano y el 2,1% para el Ibex 35 español . El PSI 20, la Bolsa de Lisboa, ganó 1% en términos semanales.
El índice mundial MSCI registró una semana positiva, con todas las sesiones en el verde, avanzando el 1,3%. Las bolsas de Asia Pacífico salieron de diez sesiones consecutivas en rojo para ganancias el jueves y el viernes. El índice MSCI para la región subió un 1,2% en términos semanales, destacándose el índice Nikkei 225 en Tokio, con un avance del 3,5%.
Los peores resultados semanales a escala mundial se registraron en Shenzhen, la segunda bolsa china, con el índice compuesto a perder el 2,5%, y en Sao Paulo, con el índice Ibovespa brasileño a caer un 1,3%. Shangai perdió el 0,8% durante la semana.
Desde principios de año, Shenzhen y Shanghai lideran pérdidas a escala mundial, con caídas del 26,5% y del 18,9% respectivamente. Las bolsas chinas no logran salir del rojo ante la amenaza de una escalada en breve en la guerra comercial con Estados Unidos. A pesar del anuncio de un regreso a la mesa de negociaciones de las dos partes, a partir de una invitación del secretario del Tesoro estadounidense Steven Mnuchin, son bajas las expectativas de frenado de un segundo paquete de aranceles a decretar por la Casa Blanca.
El peso argentino sigue hundiéndose
En el mercado cambiario, la semana quedó marcada por la caída del peso argentino y del real brasileño frente al euro y por las apreciaciones de la lira turca, del rublo ruso y del rand sudafricano.
Las cinco divisas forman parte de una cesta de monedas en apuros este año para el que los inversores ya arreglaron un acrónimo: BRATS. Pero recientemente las evoluciones cambiarias han sido diferentes dentro del grupo.
El euro se ha valorado el 0,6% con respecto al dólar estadounidense y el 0,8% frente al yuan chino.
El peso perdió un 6,7% y el real cayó un 3,7% frente a la moneda única europea durante la semana. El euro registró un nuevo máximo histórico frente al peso cerrando la semana en 46,41 pesos. En contraste, con respecto al euro, la lira se apreció un 4,4%, el rublo 1,8% y el rand 1,2%.
El buen desempeño de la lira y del rublo se debe a las decisiones tomadas esta semana por los respectivos bancos centrales. Por primera vez desde 2014, el Banco Central de la Federación Rusa subió la tasa directiva en 25 puntos básicos, del 7,25% al 7,5%, alegando riesgos de la inflación en 2019 subir al nivel del 5 al 5,5% , claramente por encima de la meta del 4% que orienta la política monetaria del banco. En el caso de Turquía, el Banco Central de la República Turca (TCMB) sorprendió a los mercados al decidir subir la tasa directora del 17,75% al 24%.
El caso argentino volvió a la cabeza. A pesar del rescate gigante firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el peso sigue en caída. El Banco Central de la República Argentina se vio obligado a intervenir en el mercado habiendo vendido 280 millones de dólares (241 millones de euros), pero no logró detener la caída del peso. El gobierno del presidente Macri está negociando con el FMI una anticipación de los tramos del préstamo. El plan acordado inicialmente arrojó 15.000 millones de euros en junio y previó desembolsos de 2.900 millones de dólares por trimestre. El segundo tramo debería venir ahora en septiembre, pero está suspendida hasta la conclusión de las negociaciones en Washington y la posterior aprobación cambio del programa de rescate por parte de la dirección del FMI. Christine Lagarde se ha comprometido públicamente en este rescate, pero los inversores temen que el país latinoamericano camine hacia un nuevo incumplimiento como en 2002.