Lula planea renegociar deudas de países africanos como activo en el G20
El gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) trabaja en un plan para renegociar las deudas que las naciones del continente africano tienen con Brasil.
Actualmente, nueve países africanos tienen disputas con Brasilia. Ellos son: Mozambique, Congo, Senegal, Santo Tomé y Príncipe, Ghana, Mauritania, Guinea-Bissau, Guinea y Zimbabwe. Estas deudas suman actualmente US$ 280 millones (R$ 1,3 mil millones, a precios corrientes)
La propuesta que se ha elaborado prevé una renegociación que incluye incluso una rebaja de valores. Sólo Zimbabwe no debería ser considerado, ya que se considera que la deuda del país es insoluble.
La expectativa de los asistentes de Lula es que estos planes sean discutidos individualmente con cada país y puestos en práctica en el segundo semestre del año, antes de la cumbre de jefes de Estado del G20 en Brasil, en noviembre. Uno de los objetivos de Brasil es precisamente utilizar esta acción como ejemplo para presionar a las naciones desarrolladas a adoptar medidas similares.
El plan fue confirmado Hoja por los ayudantes de Lula en el Palacio de Planalto. El presidente pretende discutir el tema con algunos jefes de Estado de ese continente al margen de la cumbre de la Unión Africana en Addis Abeba, capital de Etiopía.
El asunto está siendo analizado por el Ministerio de Hacienda, que estudia las condiciones para posibles cuotas y posibles descuentos en valores.
Según quienes siguen el tema, los procesos relativos a las deudas de Mozambique, Congo y Senegal ya están avanzados. Un poco atrasado, pero todavía evolucionando rápidamente, está el plan de renegociación del equilibrio de Santo Tomé y Príncipe.
Mozambique es actualmente el país africano con mayor deuda con Brasil. El país debe 143 millones de dólares (604 millones de reales) a las arcas brasileñas. Estos montos se refieren a dos préstamos otorgados a través del BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social), cuyos recursos fueron destinados a obras en aeropuertos a través de la empresa estatal mozambiqueña ADM-EP. Las obras fueron realizadas por la ex Odebrecht (actualmente Novonor).
Mozambique aparecía inicialmente en el itinerario de Lula para su actual viaje a África, pero acabó siendo eliminado por problemas logísticos que aumentarían excesivamente el periodo fuera de Brasil.
La segunda deuda más grande es la de Mauritania, que debe 48 millones de dólares a Brasil. Luego viene Guinea-Bissau, con una deuda ya vencida de 25 millones de dólares.
Esta cantidad adeudada por los países africanos podría casi duplicarse en los próximos años, si no hay renegociación. Esto se debe a que, a excepción de Santo Tomé y Príncipe, todos los demás aún tienen saldos que vencerán en el futuro, por valor de 437 millones de dólares.
El presidente llegó a El Cairo el miércoles (14) para iniciar una visita de cinco días al continente africano. En la capital egipcia, el itinerario incluyó un encuentro con el dictador Abdel Fattah al-Sisi, una visita a la sede de la Liga Árabe y un discurso, además de visitar las pirámides junto a la primera dama, Janja.
Lula luego viajó a Etiopía para participar en la cumbre de la Unión Africana, además de mantener una serie de reuniones con presidentes del continente al margen del evento. En estas reuniones, Lula pretende abordar el tema de la deuda, aunque el anuncio oficial se retrasará, según información obtenida por Hoja.
Un interlocutor gubernamental afirma que un anuncio en el extranjero, sin consultar a los líderes políticos, podría causar problemas en la tramitación de estos planes de renegociación de la deuda. Las medidas deben ser evaluadas por la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional del Senado.
Miembros de la administración Lula sostienen que el plan de renegociación de la deuda es un proceso relativamente simple, que se estancó debido a la falta de voluntad política por parte de los gobiernos recientes. El principal beneficio, argumentan, es que, una vez resueltas las deudas, Brasil abre el camino para volver a financiar exportaciones a esos países, incluidos los servicios, lo que incluye obras de infraestructura, algo que ha sido defendido por el gobierno.
Lula envió a finales del año pasado un proyecto de ley al Congreso Nacional para autorizar al BNDES a reanudar la exportación de servicios, suspendida desde 2017 por acusaciones de corrupción que involucran a empresas constructoras brasileñas.
El gobierno busca retomar la financiación de las exportaciones, especialmente para Angola y Mozambique, países con afinidad histórica con Brasil y con un mercado más desarrollado en el contexto africano.
La evaluación es que, sin financiación, las empresas brasileñas no podrán competir en los países africanos. Además de la exportación de servicios y productos manufacturados, el gobierno Lula mantiene la expectativa de que el agronegocio tendrá un gran peso en las exportaciones a los países africanos, ya sea a través de la venta de productos o a través de la cooperación, a través de Embrapa.
Esta no será la primera vez que un gobierno del PT promueve la condonación de la deuda de los países africanos. En 2013, Dilma Rousseff anunció la renegociación de casi 800 millones de dólares en deudas de nueve países africanos.
La medida acabó generando críticas al presidente por el hecho de que las deudas condonadas podrían convertirse en nuevas deudas impagas. Por otra parte, la condonación de la deuda dio lugar efectivamente a la apertura del mercado, como lo demuestra Hoja la epoca.
Lula ha defendido repetidamente la condonación de la deuda de los países africanos, para impulsar el desarrollo económico de la región. «Esta deuda se está volviendo impagable porque el dinero del presupuesto nunca alcanza para pagarla y el problema siempre va en aumento. ¿Cuál es la lógica? Se trata de sensibilizar a los propietarios de estas deudas para que puedan [dívidas] transformarse en apoyo a las infraestructuras. El dinero de la deuda, en lugar de ser pagado, sería invertido en obras de infraestructura», afirmó el Presidente durante una visita a Angola, en agosto del año pasado.
Deudas de los países africanos con Brasil
Mozambique: 143 millones de dólares EE.UU.
Mauritania: 48 millones de dólares EE.UU.
Guinea-Bissau: 25,2 millones de dólares EE.UU.
Zimbabue: 16 millones de dólares EE.UU.
Ghana: 14 millones de dólares EE.UU.
Congo: 13,4 millones de dólares EE.UU.
Senegal: 10,7 millones de dólares EE.UU.
Guinea: 5,1 millones de dólares EE.UU.
Santo Tomé y Príncipe: 4,4 millones de dólares EE.UU.