Los orinales públicos generan discordia en París
Para combatir el problema de la orina en las calles, se instalaron cuatro orinales públicos en París, con una vertiente ecológica: el líquido es recogido y utilizado como compuesto para ser utilizado en los jardines públicos de la ciudad francesa. Sin embargo, las buenas intenciones que dieron origen al "uritrotoir" no convencen a los parisinos.
La población de la île Saint-Louis, cerca de la catedral de Notre Dame, está revuelta con la nueva adición al mobiliario urbano, que, además de ser considerada fea, está planteando dudas por poder motivar exhibicionistas, contó una residente al diario "The" guardian".
"No hay necesidad de poner algo tan inestable y feo en este lugar histórico", afirmó Paola Pellizzari, que subraya el hecho de que un urinol, sin ninguna protección visual, se haya instalado a 20 metros de una escuela primaria. "Es horrible, nos dicen que tenemos que aceptar, pero es inaceptable, está destruyendo el legado de la isla, ¿la gente no se comporta?", Cuestionó el propietario de una galería de arte local.
A las críticas, el alcalde local subrayó la necesidad de los objetos, para resolver el problema de la orina en la calle. "Si no hacemos nada, los hombres van a seguir orando en las calles", vaticinó, para después admitir que las ubicaciones podrían ser alteradas, si los moradores sin mostrar muy descontentos.