Las mujeres afganas se manifiestan por sus derechos y contra la ejecución de ex miembros del gobierno
Unas pocas decenas de mujeres afganas se manifestaron hoy en Kabul para exigir el respeto de sus derechos y el fin de las ejecuciones de miembros del antiguo gobierno por parte de los talibanes, en una protesta interrumpida rápida y violentamente por combatientes fundamentalistas.
Las mujeres, de entre 30 y 50 años según distintas fuentes, se reunieron cerca de una gran mezquita en el centro de la capital afgana y lograron marchar unos cientos de metros gritando “justicia”.
Las fuerzas talibanes atacaron y dispersaron a las mujeres y detuvieron brevemente a varios periodistas que cubrían la protesta, confiscando teléfonos móviles y cámaras, devolviéndolos solo después de borrar las imágenes capturadas.
«Le pido al mundo: dígale a los talibanes que detengan los asesinatos», dijo a la agencia France-Presse una de las manifestantes, Nayera Koahistani.
«Queremos libertad, queremos justicia», fue la consigna difundida a través de las redes sociales, para llamar a la protesta por los «misteriosos asesinatos de jóvenes, especialmente de ex militares del país».
«Los talibanes anunciaron una amnistía general, pero solo engañaron a los afganos mientras siguen asesinando y torturando a miembros de las fuerzas de seguridad del gobierno anterior», dijo a la agencia de noticias española EFE Marjan Amire, una de las organizadoras de la protesta.
Aunque los talibanes se han comprometido, tras la toma del poder en Afganistán el pasado agosto, a no perseguir a personas vinculadas al gobierno anterior, Naciones Unidas y las organizaciones Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado decenas de casos de ejecuciones sumarias y la desaparición de más de 100 ex agentes de las fuerzas de seguridad.
La ONU condenó los métodos brutales de tortura y ejecución y los abusos contra civiles, y la reacción violenta en los derechos de las mujeres y las niñas en Afganistán, a las que se les prohibió estudiar o ocupar cargos públicos desde que los talibanes llegaron al poder, también ha suscitado la condena internacional.