¿Las guerras de la salud tienen sentido?





Las guerras que el gobierno dejó crear en la salud, contra enfermeros y contra hospitales privados, parecen hechas para desorientar a los comentaristas. Después de años cultivando el voto de los funcionarios, he aquí que el gobierno los declara "salvajes" y pone en cuestión la ADSE, una de sus más antiguas prerrogativas, por lo demás pagada por los propios beneficiarios. ¿Qué sentido hace esto? ¿La ideología está por encima de todo? ¿Qué se lijen las elecciones?





La cuestión de la desvinculación de los hospitales privados de los acuerdos con la ADSE puede verse, naturalmente, como un conflicto entre una empresa que por casualidad realiza seguros de salud a los funcionarios públicos, y algunos de sus proveedores, con cada parte a intentar mejorar a su favor los términos de la relación. Pero no es así como se está viendo, porque es difícil no interpretar el problema en el contexto de la campaña del Ministerio de Salud para imponer, a quien cueste, el monopolio del Estado en una actividad donde los prestadores privados han avanzado – no a causa de las "Asociaciones", sino por elección de los propios usuarios, empezando por los beneficiarios de la ADSE.

La salud pública en Portugal ha garantizado por la articulación entre el Estado, las instituciones sociales, profesionales, empresas y voluntarios, entre los que ahora son llamados "cuidadores informales". Debido al envejecimiento de la población, parecería prudente admitir que sólo esa articulación podría viabilizar un sistema de salud pública. Sin embargo, contra eso se levantó la "ideología del SNS", la tesis de que la salud pública tiene que ser toda estatizada, de una punta a otra, porque la salud, como cosa básica, sería incompatible con cualquier "negocio". Pero la alimentación es una cosa aún más básica. Entonces vamos a nacionalizar los supermercados? Es claro que el odio al "negocio de la salud", además de la reverberación populista, recobra una versión actualizada de la vieja obsesión del socialismo con la estatización de los "sectores básicos de la economía". En una economía terciarizada, ya no son la siderurgia o los cementos, sino la salud y la educación.

En la cínica "ideología del SNS" no tenemos ninguna preocupación por la salud, sino un proyecto de dominio de la sociedad por el poder político y un cálculo electoral partidista. Hospitales y escuelas públicas emplean, en las sociedades occidentales, una enorme fuerza de trabajo. Quien la pueda clientelizar, tendrá una masa electoral muy interesante. Fue siempre el plan de este gobierno. De ahí el modo en que la inversión pública, otrora la solución mágica de todos los problemas, fue implacablemente sacrificado a salarios ya las ventajas del funcionalismo. Pero entonces, y volviendo a la pregunta inicial, ¿por qué estas guerras de la ADSE y de los enfermeros?

Parece contradictorio, pero no es: es hasta muy lógico. La función pública interesa al gobierno, pero sólo como masa controlada por los partidos de izquierda y totalmente dependiente del Estado. Los funcionarios a recurrir a los servicios de "grandes grupos privados", como los beneficiarios de la ADSE, son la negación de todo el proyecto. Desde ese punto de vista, el fin de la ADSE tiene todo el sentido, tal como el enfrentamiento con una clase profesional dirigida – imaginarse! – por una militante del PSD.

El problema del proyecto del Estado clientelar no es ser incoherente, es ser insostenible: genera una cultura de reivindicaciones que el Estado no tiene medios para sostener, y es incapaz de garantizar servicios públicos de calidad. El resultado, en la salud, será muy probablemente la salida creciente de usuarios y de trabajadores al sector privado, lo que, como es obvio, servirá para justificar nuevas guerras contra el "negocio de la salud". El patrocinio del PS, PCP y BE están destinadas a poner en peligro el sistema de salud pública en Portugal. Al final, tal como en Venezuela, tal vez arreglen la manera de decir que la culpa es de Trump.





Nacho Vega

Nacho Vega. Nací en Cuba pero resido en España desde muy pequeñito. Tras cursar estudios de Historia en la Universidad Complutense de Madrid, muy pronto me interesé por el periodismo y la información digital, campos a los que me he dedicado íntegramente durante los últimos 7 años. Encargado de información política y de sociedad. Colaborador habitual en cobertura de noticias internacionales y de sucesos de actualidad. Soy un apasionado incansable de la naturaleza y la cultura. Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/nacho.vega.nacho Email de contacto: nacho.vega@noticiasrtv.com

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