La violencia doméstica. Como otros 14 países tratan el problema
Son dos extremos: en Rusia, algunos actos de violencia doméstica han sido despenalizados; Inglaterra tiene "el paquete más amplio de todos los tiempos" contra este tipo de violencia de género.
Cada año, decenas de mujeres mueren a manos de sus parejas, esposos, ex parejas o ex maridos en Portugal. Sólo este año se cuentan ya 12 mujeres asesinadas, víctimas de violencia doméstica. Es considerado uno de los más graves problemas de la sociedad portuguesa, pero no es único. Y allá afuera, como aquí, también se buscan medidas y estrategias para combatirlo.
En la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra las mujeres, firmada en 1993, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) definió "violencia contra las mujeres" como cualquier acto basado en violencia de géneroque resulte en daños o sufrimientos físicos, sexuales o psicológicos a la mujer, incluyendo amenazas de actos como coerción, privación de libertad, ocurren en público o en la vida privada. Entre esos crímenes contra la mujer se encuentra la violencia doméstica.
Dalila Cerejo, profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, que estudia las áreas de violencia de género y violencia contra la mujer, explica que existe una distinción entre violencia de género y violencia doméstica que debe quedar clara. "Hay una victimización general, en la que normalmente se contabilizan actos de violencia física, sexual y psicológica, económica, emocional. Esta violencia puede o no ser doméstica ", explica la experta.
"La violencia doméstica – actos que se contabilizan (puede ser una violación, puede ser un golpe o un retroceso) – tiene que tener dos condicionantes imprescindibles para que esos actos sean considerados violencia doméstica: tienen que ser actos perpetrados por el compañero íntimo actual o, "pasado" y "puede no suceder en el contexto de la intimidad, pero puede ser una violencia que se desarrolla en el espacio de la casa y es perpetrada por un hijo contra un padre, o de un hijo contra la madre". Para Dalila Cerejo, "la violencia doméstica es otra forma de la violencia de género", que se refiere a los "diversos tipos y contextos de violencia en los que la gran proporción o la proporción de víctimas en todas partes del mundo son mujeres".
Los números asustan. En 2017, la violencia doméstica hizo 30 mil víctimas mortales en todo el mundo, de un total de 87.000 homicidios de mujeres. De acuerdo con la ONU, "la propia casa es el lugar donde la mujer corre el mayor riesgo de ser muerta" y más de 8 de cada 10 víctimas de homicidios cometidos por socios o socios son mujeres.
En Portugal, el gobierno creó un día nacional de luto por las víctimas de la violencia doméstica y anunció 10 medidas para combatir el problema, el desarrollo de un manual de procedimientos para las autoridades, la formación especializada mejorada y la posibilidad de llegar a crear tribunales con esa competencia específica.
En otros países, el problema también ha sido una prioridad, pero hay medidas distintas. ¿Qué medidas son éstas? ¿Cómo se ponen en práctica? ¿Y existe, de hecho, voluntad de cambiar esta realidad?
Pacto contra la violencia tiene 292 medidas
La realidad de cifras elevadas de mujeres víctimas de violencia doméstica es transverso a la mayoría de los países analizados. En España, según Sputnik Mundo, las denuncias y condenas por violencia de género aumentaron en 2018. Las autoridades judiciales españolas registraron el año pasado 166.961 denuncias, un aumento de 0,4 puntos porcentuales con respecto a 2017. De este número, 158.590 se referían a casos de violencia contra la mujer.
También las condenas por violencia de género aumentaron: en 2018, se pronunciaron 50 mil sentencias, de las cuales 34.994 fueron de condena y 15.376 de absolución. Para el presidente del Observatorio español contra la Violencia Doméstica y de Género, estas cifras reflejan "un importante aumento de las condenas" a los agresores y "importantes avances" también en las órdenes de protección de las víctimas.
En las últimas manifestaciones del Día Internacional de la Mujer, señalado el 8 de marzo, el primer ministro español, Pedro Sanchez, afirmó que la violencia de género es "una prioridad absoluta", exigiendo que no se deje de luchar contra la violencia contra la mujer . Y las palabras se transforman en medidas: a principios de este mes, los legisladores españoles se movieron en el valor de la pensión destinada a hijos de víctimas de violencia doméstica, con un aumento de los 600 euros. De acuerdo con la ley aprobada por el Congreso de los Diputados y publicada en el Boletín Oficial del Estado español, la pensión – que hasta aquí era de 140 euros – se destina a los hijos de víctimas que, en el momento de la muerte, no tengan más de 21 años o estén incapacitados para el trabajo.
Los beneficiarios pueden seguir recibiendo la pensión mínima de 600 euros hasta los 25 años si están estudiando o no tienen otros recursos. La medida, que pasó por el Senado español, tiene carácter retroactivo a 2004, año en que fue aprobada la ley contra la violencia de género.
Pero el combate a la violencia doméstica en España ya viene de antes. En septiembre de 2017, todos los grupos parlamentarios (a excepción de Podemos, que consideró el texto insuficiente) aprobaron el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, en el que se incluye la violencia doméstica. En total, se 292 medidas de carácter financiero, educativo, sanitario, preventivo y social para aliviar la situación de las víctimas y los hijos de las víctimas, y, a largo plazo, erradicar el problema. Un año y medio después, dice El Mundo, casi 80% de las medidas adoptadas.
Una de las medidas concretas incluidas en este pacto se anunció este mes es la creación primer curso obligatorio sobre género para jueces, una de las reformas en la ley orgánica del poder judicial español, que hace que sea necesario que los magistrados frecuente el curso para acceder a cualquier especialidad de la carrera judicial.
A pesar del aumento del número de casos de violencia contra la mujer, España es uno de los mejores países del mundo para las mujeres que nacen. El índice Mujeres, Paz y Seguridad apunta a España como el quinto país, de un total de 153 países analizados por este índice anual elaborado por la Universidad de Georgetown, que se centra en tres aspectos: inclusión (económica, social y política), justicia (leyes formales y discriminación informal) y seguridad (familiar, comunitaria y social ). La lista de los mejores países para las mujeres nacidas es liderada por Islandia, seguida de Noruega, Suiza y Eslovenia.
La Ley Maria da Penha no llega
Al otro lado del Atlántico, la realidad parece no ser diferente. Brasil es uno de los países con mayor índice de criminalidad, siendo que el crimen de la violencia de género -y precisamente la violencia doméstica- no escapa a la regla. De acuerdo con datos divulgados el pasado viernes por el G1, "La violencia contra la mujer permanece como la más cruel y evidente manifestación de la desigualdad de género" en el pais. De acuerdo con el levantamiento hecho por este portal de noticias brasileño, el número de mujeres asesinadas en 2018 en Brasil cayó un 6,7% con relación al año anterior. Sin embargo, del total de 4.254 casos registrados, más de 1.100 las mujeres murieron por crímenes de género, registrando una ligera subida, de 1.047 mujeres muertas en 2017 a 1.135 el año pasado.
Brasil es, además, uno de los países más violentos del mundo para las mujeres. Un estudio divulgado en noviembre de 2018 por la Oficina de las Naciones Unidas para el Crimen y las Drogas muestra que la tasa de homicidios femeninos a nivel mundial fue de 2,3 muertes por cada 100 mil mujeres en 2017. En Brasil en 2018 esa cifra era 4 mujeres asesinadas para cada 100 mil, es decir, un 74% superior a la media mundial.
En el intento de frenar la violencia doméstica y de género, el gobierno brasileño estableció recientemente políticas públicas de combate al problema, establecidas en un acuerdo firmado en el último Día Internacional de la Mujer. Según anunció el portavoz de la Presidencia, se crearon medidas de combate a la violencia doméstica y familiar en Brasil, con el objetivo de movilizar medios en la ayuda a las víctimas, y de actuación en el "Tratamiento de los agresores".
Las medidas, firmadas por la ministra de la Mujer, Familia y Derechos Humanos de Brasil, Damares Alves, y el ministro de Justicia, Sergio Moro, pasan por "movilizar las unidades, agentes y servicios de varios órganos en acciones de atención y protección a mujeres víctimas de violencia, además de fomentar el tratamiento de los agresores, que estén en el sistema penitenciario, monitoreados por pulseras electrónicas, o en salones de penas alternativas ", explicó el portavoz de la Presidencia brasileña.
Además de las recientes medidas, Brasil tiene una ley que es considerada por la ONU una legislación histórica en el combate a la violencia contra las mujeres. Se llama Ley Maria de la Penha y entró en vigor en 2006 por la mano del ex presidente Lula da Silva, con el objetivo de castigar los actos de violencia contra la mujer. La ley fue bautizada con este nombre debido a la lucha de la activista por los derechos de María da Penha, una mujer que quería ver a su marido y agresor condenado por la justicia, después de que éste la dejara parapléjica por crímenes de violencia doméstica.
La Ley Maria da Penha aumentó el castigo para los agresores, estableció tribunales especiales para la violencia doméstica y exigió la existencia de refugios abiertas 24 horas para mujeres víctimas de violencia doméstica. En Brasil, el diario brasileño A Folha da cuenta de que en 2017, 193 mil mujeres hicieron queja a las autoridades por violencia doméstica, de un total de 221 mil casos.
Putin despenalizó la violencia doméstica
Según The Guardian, en 2017 se registraron en Rusia 36.037 casos de violencia doméstica, de los cuales, 25.667 implicaban violencia contra las mujeres. Sin embargo, el número disminuido si se compara con el año anterior, cuando se registraron en Rusia 65543 casos de violencia doméstica.
Es, de hecho, una caída acentuada, pero este descenso de casos reportados a las autoridades tiene un motivo: la despenalización de la violencia doméstica, que fue llevada a cabo por el presidente ruso, Vladimir Putin, en febrero de 2017. La ley acabó así alterada, con la despenalización de algunos actos.
Las modificaciones de la legislación prevén ahora, por ejemplo, que las agresiones contra la compañera o los hijos, que resulten en heridas, pero no en huesos partidos, es decir, que no obliguen a la víctima a buscar tratamiento hospitalario, 15 días de prisión o una multa de alrededor de 440 eurossi estas agresiones no suceden, más de una vez por año. Hasta aquí, los agresores eran castigados con un máximo de dos años de pena de prisión.
Una organización no gubernamental que apoya a víctimas de violencia doméstica, citada por The Guardian, explicó que, con la despenalización de la violencia doméstica en Rusia, las mujeres se vuelven menos predispuestas para reportar casos a la policía, siendo este el factor que está en el origen de un descenso drástico de los casos registrados en Rusia desde 2017.
Los números invisibles traen, sin embargo, un escenario dramático: de acuerdo con la domesticviolence.ru, se estima que más de 16 millones de mujeres sean víctimas de violencia doméstica en Rusia cada año. solamente 10% reporta los casos a la policía. Un informe citado por Human Rights Watch concluyó que las "serias lagunas" en la legislación rusa y respuestas inadecuadas por parte de la policía y las instancias judiciales muestran que las mujeres víctimas de violencia no tienen ninguna protección. El mismo informe de 2018 también dio cuenta de que la policía rusa se ha negativa a menudo a investigar sobre los relatos de violencia doméstica reportados por las mujeres.
Portal online para las denuncias y GPS para refugios
En 2017, fueron asesinadas en Francia 130 mujeres, víctimas de violencia doméstica por parte de sus compañeros. Un número que refleja un aumento con respecto a 2016, cuando fueron asesinadas 123 (el equivalente a una mujer por cada tres días). A la vista de esta subida, el Gobierno francés presentó, a finales del año pasado, portal online para la denuncia de violencia sexual y de género, con el fin de facilitar la interacción de las víctimas con las autoridades.
A noviembre de 2017, Reuters anunciaba que el presidente Emmanuel Macron prometía avanzar con medidas destinadas a educar a la población, incluidos los niños en edad escolar, sobre el sexismo y la violencia contra las mujeres, así como mejorar el apoyo de la policía a las víctimas. Además, las políticas sobre igualdad de género ya formaban parte de las banderas del mandato del presidente francés.
Y en octubre del año pasado, la ministra francesa para la igualdad de género anunció cinco nuevas medidas. Entre ellas, el aumento de los fondos y de recursos humanos para la línea de ayuda nacional para mujeres que sufren de violencia doméstica, una plataforma en línea para reportar la violencia doméstica y la creación de una herramienta GPS para ayudar a las víctimas a localizar refugios de emergencia.
Una mujer es muerta por su marido o ex marido cada tres días
La realidad alemana es idéntica. En Alemania, una mujer es muerta por su marido o ex marido cada tres días. De acuerdo con datos de la DW, los casos de violencia doméstica han subido casi 10% en los últimos tres años, pero sólo un pequeño grupo de víctimas reporta realmente los abusos. En 2017, Alemania registró 140.000 casos de violencia en las relaciones, y, en promedio, cada día un hombre intenta matar a la mujer o ex mujer – en 147 casos, el crimen fue efectivamente consumado. Además, el 82% de las quejas fueron hechas por mujeres, habiéndose asesinado a 32 hombres.
Para combatir el problema, el gobierno anunció, a finales de 2018, expansión de las instalaciones de apoyo a la víctima y lanzará una nueva campaña telefónica. Hasta 2020, 35 millones de euros se destinarán a programas estatales y municipales contra la violencia doméstica.
La Clare Law que accede al historial de agresiones
El último informe anual sobre violencia doméstica en Inglaterra y Gales reveló que 2 millones de adultos tuvieron contacto con violencia doméstica entre marzo de 2017 y marzo de 2018: 1,3 millones de mujeres y 695 mil hombres.
El problema no es nuevo y todavía en 2014 se creó la ley de Clare (en portugués, Ley de la Clare). El sistema entró en vigor después de que en 2009 una mujer llamada Clare Wood fuera asesinada por su novio, que anteriormente había cumplido seis años de prisión por mantener a otra mujer en cautiverio.
Clare Wood fue asesinada por el ex marido en Salford, Manchester, en 2009. La víctima terminará su relación con George Appleton, acabando muerta después de haber sido estrangulada e incendiada por el ex marido.
Durante meses, Clare, de 36 años, ha hecho varias quejas a la policía, alegando ser víctima de acoso, intento de violación y amenazas de muerte.
Clare murió a manos del ex marido sin que las autoridades hayan logrado actuar. Dejó una hija de diez años. Appleton, de 40 años, que ya tenía un historial de violencia contra las mujeres, fue encontrado muerto seis días después.
Lo que la Ley de Clare permite es que cualquier persona tenga acceso, junto a la policía, al histórico de violencia doméstica de su compañero o si éste puede suponer un riesgo para ella. Además, la persona puede también conocer información revelada por amigos cercanos o miembros de la familia de su pareja. En la práctica, tras la petición, la policía avanza con la investigación. Si concluye que existe un registro de quejas o que la información obtenida sugiere un riesgo de violencia o abuso, las autoridades comparten esa información con la persona que solicitó dicha solicitud.
A finales de enero de este año, el Gobierno británico publicó también un proyecto de ley sobre violencia doméstica, afirmando ser "El paquete más amplio de todos los tiempos" de lucha contra el problema. El objetivo es apoyar a las víctimas y sus familias y perseguir a los agresores. Entre las medidas de la nueva legislación están: establecer un marco Comisario de Violencia Doméstica para impulsar la respuesta al problema, introducir órdenes de protección contra los abusos domésticos, con el fin de proteger más a las víctimas e imponer restricciones a los agresores y prohibir el interrogatorio de las víctimas por sus agresores en los tribunales. La introducción de este nuevo proyecto de ley para proteger a las víctimas formaba parte del manifiesto del Partido Conservador de 2017.
Un informe sobre el coste económico y social de la violencia doméstica reveló que el crimen ha costado a Inglaterra y el País de Gales unos 77 000 millones de euros entre 2016 y 2017. La mayor parte de esta cantidad resulta del daño físico y emocional de la violencia doméstica, además de costes para los servicios de salud, los costes policiales y los servicios de apoyo a las víctimas. El informe anual en Inglaterra y el País de Gales revela además que la violencia doméstica es uno de los crímenes que prevalecen en las dos regiones, 33% de los crímenes violentos registrados por la policía.
Una mujer víctima cada 30 horas
Un informe divulgado por la Oficina de Violencia Doméstica, citado por el Instituto Humanitas Unisinos, reveló que entre septiembre de 2016 y septiembre de 2017 hubo en Argentina 15.246 personas víctimas de violencia: el 76% eran mujeres y niños. Los números oficiales, citados por El Mundo, revelan que el año pasado Argentina registró 86.700 denuncias por violencia de género y murieron más de 230 las mujeres.
A partir de reportajes en la prensa, una ONG argentina contabilizó, entre 2007 y 2014, más de 1,8 mil casos de homicidios de mujeres llevadas a cabo por hombres. Además, calcula que se muerta una mujer víctima de violencia doméstica a cada una 30 horas en la Argentina.
En el combate a la violencia doméstica y de género en el país, algunos hospitales públicos y organizaciones no gubernamentales (ONG) argentinos han puesto en práctica programas educativos para hombres que ya agredieron a sus novias o mujeres. Según la BBC, este tipo de programas está previsto en una ley argentina de 2009, pero ésta aún no ha sido completamente regulada.
Los agresores pierden la custodia de los hijos
En el Perú, de acuerdo con la Encuesta Demográfica y de Salud Familirar-ENDES de 2016, 32,2% de las mujeres ya fue, al menos una vez en la vida, víctima de violencia física y / o sexual por parte de su compañero.
Según el Instituto Nacional de Estadística peruano, entre 2009 y 2018, 61,5% de las mujeres entre los 15 y los 49 años fue víctima de violencia doméstica por sus compañeros o ex compañeros; El 30,6% sufrió violencia física y el 6,5% fue víctima de violencia sexual en algún momento de su vida.
Perú aprobó recientemente penas más duras para los agresores, en crímenes en los que se incluye la violencia doméstica. En mayo del año pasado, el Congreso aprobó un proyecto de ley que aumenta las sanciones por agresión, lesión y feminicidio. De acuerdo con Sputnik News, el diploma modifica el Código Penal y establece que la penalización para el feminicidio no podrá ser menor de 20 años de prisión, o de 30 años, en caso de circunstancias graves. Además, los agresores también pierden la custodia de los hijos.
Turistas condenados expulsados del país
17% de las mujeres australianas ya pasaron por la violencia llevada a cabo por el socio. Los datos de la Australian Bureau of Statistics revelan también que el número de australianas que relató haber sido víctima de violencia decreció del 8,3% en 2005 al 5,4% en 2016. Aún así, la violencia en las relaciones se mantiene alta, sobre todo contra las mujeres. El mismo estudio muestra que es más común que las mujeres sufren violencia doméstica por parte ex compañero que el actual. Cerca del 2,9% de las mujeres relató violencia por parte del marido o novio, mientras que el 14,6% fue víctima de violencia por parte de un anterior compañero.
Una de las últimas medidas impuestas por los legisladores australianos fue anunciada este mes: turistas que fueron condenados por violencia contra mujeres y niños serán expulsados o impedidos de entrar en Australia. Según anunció el ministro de Inmigración australiano, los visados serán cancelados si los individuos han sido condenados a 12 meses o más de prisión.
Abuso psicológico y emocional es crimen
Según una investigación de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA), referente a 2014, un tercio de las mujeres irlandesas afirmó haber sufrido abuso psicológico por parte del socio.
Con la nueva legislación sobre la violencia doméstica, Irlanda penaliza ahora el abuso psicológico y emocional en las relaciones. La ley entró en enero de 2019 y ofrece nueva protección a las víctimas, convirtiéndose así en uno de los pocos países que criminalizaron este tipo de abusos. La nueva ley irlandesa incluye otras medidas para combatir la violencia de género, como la criminalización de matrimonios forzosos.
Casi la mitad de la población ucraniana ha sufrido violencia doméstica
Los datos de 2010 del Programa de desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) revelan que casi la mitad de la población ucraniana ya ha sufrido violencia doméstica en su vida, siendo que es más frecuente que esta realidad ocurra entre las mujeres.
En ese contexto, el parlamento ucraniano aprobó leyes destinadas a protegerlas. Según la agencia independiente de noticias ucraniana, UNIAN, las víctimas de violencia física o psicológica tienen ahora más protección por parte del Estado. Se financiará, por ejemplo, creación de refugios, donde las víctimas pueden recibir apoyo psicológico y legal, y creada una línea directa donde las víctimas de violencia doméstica pueden pedir ayuda.
Cada 15 minutos, una mujer es violada
Cada 15 minutos, una mujer es violada en la India. El número, relativo a 2016, traduce una realidad noticiada con frecuencia: la violencia sexual, con especial incidencia en las mujeres, es uno de los mayores problemas de la sociedad india. Según la ONU, un tercio de las mujeres casadas en la India ya sufrieron violencia doméstica. En 2014, las Naciones Unidas describieron el problema como "sistemático" en ese país.
Un estudio de la National Family Health Survey, citado por la India Today, refiere "actitudes patriarcales" profundamente arraigadas en las mentes de los indios, lo que se refleja en las "actitudes de discriminación contra las mujeres". Los estudios también muestran el estigma social y el desinterés de la policía en ayudar a las víctimas de la violencia doméstica, llevándolas a evitar presentar quejas – sólo cerca del 47% de las víctimas fue a la policía.
Y las que lo hacen también pueden confiar poco en las leyes para protegerlas. Noticias de agosto de 2017 relatan que el Tribunal Supremo de la India estableció que los hombres necesitan protección contra las alegaciones de violencia doméstica por parte de las mujeres. Según explica USA Today, ese tribunal superior consideró que las mujeres no tienen noción de las "implicaciones y consecuencias" de registrar una queja criminal contra sus agresores.
Las leyes rechazadas defendían a los agresores
Los datos de la policía, citados por Human Rights Watch, señalan que, en 2016, casi 67 mil las mujeres fueron víctimas de la violencia doméstica en Polonia. El número de casos será, sin embargo, más alto, ya que no todas las víctimas toman la decisión de hacer quejas a las autoridades. De acuerdo con la agencia europea de derechos fundamentales, cerca de 4 millones de niñas y mujeres polacas ya han sido víctimas de violencia física o sexual.
La realidad no parece, sin embargo, impresionar a todos los responsables políticos. A principios de este año, el Ministerio de las Familias propuso un paquete legislativo que preveía, por ejemplo, sólo las víctimas que se golpearon más de una vez pudieran pedir ayuda a las autoridades.
La ley fue rechazada por el primer ministro, Mateusz Morawiecki, en una decisión apoyada por activistas de derechos humanos, según el Telegraph, afirmando que "todo acto de violencia doméstica – único o repetido – debe ser tratado con firmeza y sin ambigüedad".
Las reformas legales que se han plomado habrían también cambiado el procedimiento de la llamada Tarjeta Azul polaco, que imponía que las víctimas de violencia doméstica debían dar consentimiento a la policía antes de que las autoridades puedan actuar.
Programa de 40 millones financiado por la UE
En 2018, más de 25 mil los casos de violencia doméstica se registraron en Mozambique, afectando sobre todo a las mujeres. Al revelar estos datos, el gobierno mozambiqueño asumió la necesidad de reforzar el apoyo a las víctimas. Del número total de casos el año pasado, 12500 fueron practicados contra mujeres y 9 mil contra niños.
La preocupación llegó también a la cima de la jerarquía judicial. La jueza consejera del Tribunal Supermo Osvalda Juana fue una de las voces a reforzar la urgencia de medidas de protección de la víctima y responsabilización de los infractores. Se dijo que era necesario invertir en la formación y sensibilización de los magistrados judiciales y de la Procuraduría General de la República para el problema. Sin embargo, el gobierno mozambiqueño está analizando las lagunas existentes en la actual legislación y en la aplicación de la ley y la implementación de acciones concretas para efectivamente combatir la violencia doméstica.
En paralelo, la Unión Europea financiará con 40 millones de euros un programa que se implementará en Mozambique por las Naciones Unidas, que pretende eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en el país.
La Convención de Estambul
Es un mecanismo clave que ha sido creado para hacer frente a todos los tipos de violencia contra la mujer, desde la violencia doméstica a la mutilación genital femenina. La "Convención del Consejo de Europa para la prevención y la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica" se firmó en mayo de 2011 y es un tratado internacional con un objetivo: imponer tolerancia cero a todo este tipo de violencia.
Los principales pilares del Convenio de Estambul son la prevención de la violencia, la protección de las víctimas y el procesamiento judicial de los agresores. Desde que entró en vigor el 1 de agosto de 2014, ya fueron decenas los países a ratificar la convención, como Turquía, Bélgica, Noruega, España, Irlanda o Rumanía. Portugal fue el primer Estado miembro de la Unión Europea a ratificar este instrumento internacional.