La soledad aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca, según un estudio
La ciencia ya ha demostrado que la soledad y el aislamiento social pueden dañar la salud, especialmente la del corazón. Ahora, en un nuevo trabajo, los académicos chinos han investigado específicamente la relación entre estos dos factores y el insuficiencia cardíaca.
Es válido, en primer lugar, diferenciar las dos situaciones. Si bien el aislamiento social significa estar realmente solo o tener pocas conexiones socialesla soledad es considerada un sentimiento doloroso que aparece cuando una persona interactúa con los demás con menos frecuencia de la que le gustaría.
Porque los datos del trabajo, publicado en el Revista del Colegio Americano de Cardiología, señalar que ambas circunstancias aumentar el riesgo en un 15% a 20% hospitalización o muerte por insuficiencia cardíaca.
Sin embargo, los científicos notaron que, en presencia de los dos factores, el impacto del sentimiento de soledad fue más importante. E incluso si la persona no estaba socialmente aislada, la impresión de estar sola aumentaba el riesgo de insuficiencia cardíaca.
Para llegar a estos resultados, los investigadores utilizaron una base de datos de salud en inglés, el Biobanco del Reino Unido, con información de salud mental y física de más de 400 000 personas de mediana edad durante 12 años.
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“La sensación de estar solo es lo que nos enferma. Hay quienes se aíslan en el Tíbet y no les importa elegir no vivir en sociedad. La soledad, en cambio, muchas veces se interpreta como el abandono del otro”, evalúa la psicóloga Suzana Avezum, directora ejecutiva del Departamento de Psicología de la Sociedad de Cardiología del Estado de São Paulo (Socesp).
“La soledad es probablemente un estresor psicológico más fuerte que el aislamiento social porque es común en individuos con un perfil hostil o que mantienen relaciones sociales estresantes”, dijo Jihui Zhang, uno de los autores del estudio, en el material divulgativo del trabajo.
Esta situación puede incluso contribuir a la aparición de malos hábitos, como fumar, beber y no hacer actividad física.
relaciones positivas
Vivir con personas con las que realmente no nos identificamos genera la sensación de estar solo. Por lo tanto, es crucial centrar los esfuerzos en construir conexiones de calidad.
“Encontrar compañía es fácil, pero no siempre nos llevamos bien con los que nos rodean”, resume Suzana.
El primer paso para transformar esto, estableciendo vínculos más beneficiosos, es cambiar la rutina. “Esto puede ocurrir al abrazar una religión, realizar trabajo voluntario, realizar actividad física en grupo o participar en un curso”, sugiere la psicóloga.
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¿Qué cambia de este estudio?
Estos resultados apuntan a la necesidad de encontrar herramientas efectivas para rastrear el aislamiento social y la soledad durante la atención clínica de rutina, según Zhang.
“Prestemos más atención a las personas que se sienten solas”, dijo. «Y para las personas que no se sienten solas, evaluaremos el aislamiento social».