La sobrecarga mental ayuda a explicar por qué las mujeres se enferman más
“Todos los días hace todo igual, me sacude a las seis de la mañana…”
Lo más probable es que hayas oído «A diario»canción del disco “Construção”, de Chico Buarque, de 1971.
En ese momento, estaba el surgimiento de la segunda ola feminista, pero podemos reconocer algunos pasajes que refuerzan la sumisión de las mujeres.
Aquí, cabe señalar que no estoy criticando a Chico, sino más bien un análisis de la canción.
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Si bien la mujer de la canción demuestra ser activa, de hecho, constantemente se ve sometida a ejercer su rol social como pasiva a las acciones del hombre.
Además de ser la persona que orquesta la agenda de su esposo, el fragmento «y bésame con boca menta» da a entender que ella todavía amanece hermosa, con los dientes cepillados y con todo preparado para cuidar bien a su hombre y la casa.
Han pasado 52 años desde el lanzamiento de la canción, pero esta idea de una mujer que se hace cargo activamente de la rutina familiar y termina ocupando un rol de sumisión al patriarcado tiene lugar en pleno siglo XXI.
Y eso pasa factura a su salud.
Según la Organización Mundial de la Salud, las mujeres tienen el doble de probabilidades de ser diagnosticadas con depresión que los hombres.
Además, 7,7% de la población femenina se le diagnostica un trastorno de ansiedad. Entre ellos, el índice es del 3,6%.
Pero, ¿por qué las mujeres son las más afectadas?
además de preguntas ambientales, genéticos y hormonales.uno de los principales factores responsables de esta realidad tiene que ver con los diferentes roles sociales que juegan y atribuyen a las mujeres.
Pues trabajan fuera de casa, se enfrentan a las tareas del hogar y cuidan a los niños. Es una prueba de resistencia diaria, y la mayoría la vive.
¿Usted, lector, se ha detenido alguna vez a calcular cuántas horas lleva realizar las tareas domésticas y acaba olvidándose de cuidarse?
La diferencia entre géneros es aún más evidente cuando nos fijamos en las parejas separadas que tienen hijos.
El nivel de demanda es alto
Además, existen varias reglas sociales que dictan lo que es ser mujer. El resultado de esto es que muchas se cargan todo el tiempo para alcanzar un estándar requerido, ya sea en la maternidad, en el trabajo, en el estándar estético o en las relaciones sociales. Con eso, hay una carga mental siempre presente.
No me extraña la llamada “síndrome del impostor” también afecta a más mujeres que hombres.
Aunque este fenómeno no es considerado oficialmente un síndrome en los manuales de salud, trae a colación el tema de la inseguridad femenina en el mundo del trabajo.
Una encuesta realizada por la empresa HP muestra bien esta realidad: indica que la mayoría de los empleados de la empresa solo postularían a una vacante si cumplieran el 100% de los requisitos. Entre los hombres, tener solo el 60% de las habilidades sería suficiente para competir por el puesto.
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¡Intentar estar al 100% en cada rol es toda una tarea! Y las mujeres se cobran así, en exceso.
Pero es crucial que entiendan que este es un objetivo que no necesita (y no debe) lograrse.
Las tareas domésticas y muchos otros trabajos del día a día deben ser compartidos y repartidos equitativamente para que no haya enfermedades psíquicas.
La psicoterapia puede ayudar con el autoconocimiento y la deconstrucción de roles socialmente impuestos. No espere para obtener ayuda.
* Ana Carolina Nucci es psicóloga, creadora de la comunidad Psicologar y organizadora del libro Mujeres en el cine: un análisis de lo femenino (Editora APMC)