La popularidad de las políticas de mano de hierro en Brasil y Colombia





América Latina y el Caribe ha estado luchando durante años con una epidemia distinta a la del coronavirus. Las altas tasas de homicidio en la mayoría de los países de la región han llevado a la Organización Mundial de la Salud a clasificar este flagelo como una epidemia.





Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre 2000 y 2010 más de un millón de personas murieron como resultado de la violencia criminal. Durante estos años, la tasa de homicidios creció casi un 11%, registrándose más de 100.000 asesinatos al año. En este contexto, los gobiernos de ambos lados del espectro político han implementado políticas de seguridad y las estrategias de «mano de hierro» se han vuelto cada vez más populares.

El endurecimiento de las penas, el uso discrecional de la fuerza por parte de la policía, el encarcelamiento masivo e incluso la militarización de la política doméstica han sido algunas de las iniciativas para enfrentar la violencia y los sentimientos de inseguridad. Pero según diferentes encuestas, las políticas de mano dura tienen un impacto limitado en las tasas de homicidio y los niveles generales de delincuencia.

Las redes criminales se han adaptado a estas estrategias, volviéndose más violentas y organizadas. Algunos estudios también señalan que las políticas de mano dura implementadas en la región en las últimas décadas han socavado la democracia de diferentes maneras. En este contexto, ¿por qué la mano dura sigue siendo tan popular a pesar de la amplia evidencia en su contra?

Brasil y Colombia

Como en otros países, las percepciones de inseguridad en Brasil y Colombia favorecieron la elección de candidatos de derecha que llegaron al poder apoyados en propuestas radicales contra el crimen.

En 2018, los colombianos votaron por Iván Duque, quien prometió relanzar muchas de las estrategias implementadas por el expresidente Álvaro Uribe, para que los criminales de su país supieran desde el primer día que «aquí lo haces, aquí lo pagas». Ese mismo año, Brasil eligió a Jair Bolsonaro, quien además de elogiar las décadas de dictadura militar, garantizó sin dudarlo que con su plan los criminales «morirían en la calle como cucarachas».

En nuestro artículo de investigación publicado recientemente en Tendencias en el crimen organizado, en el que utilizamos datos del Proyecto de Opinión Pública Latinoamericana (LAPOP) de la Universidad de Vanderbilt, revelamos que la victimización del crimen y la ideología no son factores relevantes para apoyar políticas de mano dura en Brasil y Colombia.





Las tasas de criminalidad en ambos países no influyen directamente en las preferencias punitivas de las personas. El apoyo al puño de hierro parece estar relacionado con factores emocionales como el miedo al crimen.

Los votantes conservadores, por otro lado, no son necesariamente más punitivos, porque el apoyo a la mano de hierro se extiende a todo el espectro ideológico. Asimismo, las personas que apoyan a las Fuerzas Armadas, institución que goza de altos niveles de confianza en ambos países, son más propensas a favorecer medidas extremas sobre el tema.

A pesar de las opciones de los votantes en Brasil y Colombia, los determinantes socioeconómicos que subyacen a la creciente popularidad de estas medidas no son los mismos en ambos países.

En Brasil, el régimen político no parece ser una prioridad si el gobierno quiere hacer frente a la delincuencia, ya que tanto los partidarios de la democracia como los partidarios del régimen militar coinciden en aumentar las penas por delitos.

Curiosamente, el caso brasileño también revela que la demanda de mano de hierro crece entre quienes tienen mayores niveles de educación e ingresos familiares mensuales. Esto sugiere que las preferencias punitivas están vinculadas a la clase social.

En Colombia, por el contrario, quienes creen que la democracia es el mejor sistema de gobierno están más a favor de la mano de hierro. Esto explica por qué los colombianos no están dispuestos a sacrificar la democracia para combatir el crimen, a pesar de sus preferencias punitivas.

Además, los resultados de la encuesta también indican que las personas mayores y las que residen en áreas rurales tienen más probabilidades de apoyar medidas extremas. Si bien el envejecimiento parece estar relacionado con menores riesgos de victimización y con el hecho de que las personas mayores presenciaron la violencia de la «guerra contra las drogas» durante los años ochenta y noventa, es probable que el punitivismo en las zonas rurales esté asociado con altos niveles de tráfico de drogas y guerrilla. organizaciones.

Colombianos y brasileños comparten una fuerte preocupación por el crimen y la inseguridad, y los ciudadanos de ambos países están dispuestos a tomar medidas drásticas.

El ascenso de Bolsonaro y Duque, similar al de otros países de la región durante la última década, puede entenderse como una respuesta a la opinión pública y la creciente popularidad del punitivismo. Esto es en un contexto donde el sistema de partidos tradicional y las ideologías políticas están perdiendo relevancia ante las percepciones de inseguridad.

Por otro lado, los altos niveles de confianza en las Fuerzas Armadas han acelerado la militarización de la seguridad interna, a pesar de las violaciones de derechos humanos y las consecuencias negativas para la democracia. Apenas unas décadas después del proceso de democratización que caracterizó a América Latina, los escenarios de Colombia y Brasil ilustran muchos de los dilemas que enfrenta la región hoy.

Traducción del español por Maria Isabel Santos Lima

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Nacho Vega

Nacho Vega. Nací en Cuba pero resido en España desde muy pequeñito. Tras cursar estudios de Historia en la Universidad Complutense de Madrid, muy pronto me interesé por el periodismo y la información digital, campos a los que me he dedicado íntegramente durante los últimos 7 años. Encargado de información política y de sociedad. Colaborador habitual en cobertura de noticias internacionales y de sucesos de actualidad. Soy un apasionado incansable de la naturaleza y la cultura. Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/nacho.vega.nacho Email de contacto: nacho.vega@noticiasrtv.com

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