La policía como enemigo





Después de semanas de protestas que llevaron al embate del proyecto de ley de extradición en Hong Kong, la indignación popular tiene nuevo objetivo: la policía.





Las escenas de abuso policial durante la ola de manifestaciones pacíficas en el territorio autónomo chino generaron revuelta.

Mientras un ínfimo grupo de manifestantes rompió y arrojó objetos contra policías, oficiales bien equipados de la tropa de choque respondieron con fuerza. Los enfrentamientos dejaron 58 manifestantes y 22 policías heridos.

Para justificar la violencia, la policía llamó a las protestas del 12 de junio de "tumulto", acción que abre las puertas a severas consecuencias legales.

La ex colonia británica garantiza el derecho a la manifestación, ya que el "tumulto" puede ser castigado con hasta diez años de prisión.

De la misma forma como ocurrió en 2014, la acción violenta de las autoridades sirvió no para dispersar, sino para movilizar aún más manifestantes en los días que vendrían.

El uso desproporcionado de gas lacrimógeno, spray de pimienta, balas de goma y por primera vez del bean bag, otra munición no letal, viene provocando nuevas protestas, esta vez contra la actuación de las fuerzas de seguridad.





La sede de la policía de Hong Kong fue rodeada por miles de manifestantes el pasado viernes (21), y los huevos fueron arrojados al escudo de la institución.

Los gritos pidieron la liberación de manifestantes presos, la apertura de una investigación sobre abuso policial y la dimisión del secretario de Seguridad, John Lee, y del jefe de policía local, Stephen Lo.

Días antes, una rara protesta femenina ya había apuntado el dedo a la policía. Cerca de 6.000 mujeres condenaron la brutalidad policial frente a la sede del gobierno.

Con carteles con las palabras "quite las manos de nuestros hijos", "todo el poder para la juventud de Hong Kong" y "no tire a los jóvenes", ellas intentaron contener la escalada de enfrentamiento en las calles.

Otra protesta reunió a profesionales de la salud y del sector jurídico para denunciar la detención de manifestantes que buscaron atención médica en hospitales públicos. Una nueva forma de amenaza que hiere las garantías legales vigentes.

La efervescencia política en la isla de Hong Kong, donde están oficinas en Asia de los principales vehículos internacionales, ha rendido una amplia cobertura internacional.

Las nuevas protestas están marcadas y está en curso una campaña de financiación colectiva para la publicación de una carta abierta sobre la erosión de las libertades en la portada de periódicos extranjeros y con ello presionar a la opinión pública internacional en vísperas de la Cumbre del G20 en Japón .

En esa semana, el Reino Unido suspendió las licencias de exportación de equipos para la tropa de choque de Hong Kong y pidió que el territorio conduzca una investigación independiente sobre los enfrentamientos entre policía y manifestantes.

El territorio autónomo chino no tiene Ejército y cuenta con un efectivo de 30 mil policías. La policía de Hong Kong es una de las más antiguas del mundo y ha cargado por mucho tiempo la reputación de ser la mejor de Asia, la más sofisticada, menos corrupta y con el mejor desempeño, aunque falte preparación y mecanismos para lidiar con el feminicidio y la muerte la violencia doméstica.

Sin embargo, el centro financiero asiático es una ciudad extremadamente segura. En el ranking de las ciudades con mayor seguridad en 2017 del Economist Intelligence Unit, con bajo índice de crímenes violentos, oficiales bien pagados y entrenados, tasa de criminalidad en caída. Estadísticas de hacer envidia a las capitales brasileñas.

Pero la institución se está convirtiendo en un enemigo público. El abuso policial -que puede parecer banal para el lector brasileño acostumbrado a dosis diarias de violaciones perpetuadas por las fuerzas policiales en las grandes ciudades del país- es intolerable para los estándares de Hong Kong.

La acción violenta contra manifestantes es vista como termómetro de la erosión de la autonomía política y de las libertades civiles en el territorio.

Nacho Vega

Nacho Vega. Nací en Cuba pero resido en España desde muy pequeñito. Tras cursar estudios de Historia en la Universidad Complutense de Madrid, muy pronto me interesé por el periodismo y la información digital, campos a los que me he dedicado íntegramente durante los últimos 7 años. Encargado de información política y de sociedad. Colaborador habitual en cobertura de noticias internacionales y de sucesos de actualidad. Soy un apasionado incansable de la naturaleza y la cultura. Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/nacho.vega.nacho Email de contacto: nacho.vega@noticiasrtv.com

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