La pandemia impulsa la creación de una red de hospitales benéficos portugueses en Brasil
Las dificultades a las que se enfrentaron las unidades de salud durante la pandemia de coronavirus fueron el impulso necesario para poner en marcha la creación de una red de hospitales benéficos portugueses en Brasil, muchos de ellos fundados hace más de cien años por sociedades filantrópicas vinculadas a inmigrantes portugueses.
El memorando del proyecto, apodado «Portugal Salud en Brasil», fue firmado hace poco más de dos semanas, durante una visita de las autoridades portuguesas a Brasilia. En los próximos meses se elaborará un plan para que las instituciones se ayuden entre sí, además de contar con un apoyo más estructurado de Portugal.
Once organizaciones benéficas portuguesas, hay más de 20 en Brasil, se unieron a la red, como Santa Casa de Piracicaba y Sociedade Portuguesa Beneficente do Amazonas. Por parte portuguesa, el proyecto también está firmado por la Santa Casa da Misericórdia de Lisboa y las carteras de Salud y Asuntos Exteriores.
La expectativa, informan los implicados, es que la red pueda facilitar tareas como las compras conjuntas, el contacto con empresas portuguesas y el traslado de pacientes a organizaciones benéficas con mayor especialización en determinadas áreas. La asociación con Portugal también puede permitir proyectos de investigación e intercambio de profesionales entre países.
«Para Portugal, también es ventajoso conocer mejor estas instituciones y, en muchos casos, los profesionales portugueses pueden estar interesados en realizar prácticas en organizaciones benéficas y comprender mejor la realidad brasileña en el área de la salud», dice Berta Nunes, Secretaria de Estado para las comunidades portuguesas, área del gobierno portugués centrada en la diáspora portuguesa en todo el mundo.
Cuatro áreas clave deben orientar el trabajo de la red: acceso a suministros e inversiones; docencia e investigación; gestión empresarial y telesalud. Se formaron grupos temáticos para que, pronto, se pudiera presentar un plan de acción concreto a Lisboa, con el objetivo de fortalecer la sostenibilidad de las organizaciones benéficas portuguesas y mejorar el servicio prestado a la población.
Una de las instituciones firmantes de la red es la Benemérita Sociedade Portuguesa Beneficente do Pará, ubicada en la capital Belém. Fundada hace 167 años, en 1854, la entidad tenía el objetivo inicial de brindar asistencia a los portugueses en la región. Actualmente, dirige el Hospital D. Luiz 1º, que cuenta con el sello de centro médico amigable con la infancia, otorgado por UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).
Alrededor del 67% de la atención en la unidad es para el SUS (Sistema Único de Salud), según el médico general Vitor Mateus, responsable de la gobernanza de la atención en el hospital. Hay 274 camas, alrededor de 1.100 ingresos y 500 cirugías de alta complejidad al mes. Próximamente se inaugurará el hospital São João de Deus, con el que la organización benéfica Pará espera convertirse en el mayor hospital filantrópico de la región norte.
La crisis de salud ha planteado desafíos, en particular para acceder a suministros básicos para el tratamiento de pacientes con Covid-19. La organización benéfica de Pará logró importar medicamentos de Portugal e Italia y, ya en mayo, comenzó a señalar a la embajada portuguesa los puntos positivos que traería una red. “Al unirnos seríamos más fuertes, y la pandemia fue el motor de esta unión”, dice Mateus.
La secretaria Berta Nunes agrega que la crisis actuó como una advertencia para Portugal, que entendió la necesidad de fortalecer las organizaciones benéficas instaladas en Brasil, que son independientes. El país es el único en la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) con instituciones de este tipo, que trabajan con la red pública y tienen, en su génesis, la filantropía. «En Angola y Mozambique tenemos grupos de profesionales que han creado clínicas y hospitales, pero son privados».
El gobierno portugués ha realizado donaciones bilaterales de dosis de vacunas para ayudar a las naciones de habla portuguesa a combatir la pandemia. Para Brasil, según Nunes, se donaron 400.000 vacunas.
La atención se centró en Palop (países africanos de habla portuguesa), que tienen mayores dificultades para acceder al agente inmunizante. Angola, por ejemplo, recibió 720.000 dosis, al igual que Mozambique (160.000), Guinea-Bissau (100.000), Santo Tomé y Príncipe (49.000) y Cabo Verde (48.000). Timor Oriental recibió 142.000 dosis. La red Portugal Health en Brasil, explica el secretario, permanece abierta a la membresía de otras organizaciones benéficas portuguesas en Brasil.
MIEMBROS DE LA RECIÉN CREADA RED ‘PORTUGAL SAÚDE NO BRASIL’
- Asociación Benéfica São Miguel (Porto Alegre, RS)
- Benefica Sociedad Portuguesa de Pará
- Trabajos de asistencia portuguesa en Río de Janeiro
- Royal Hospital Português de Beneficência en Pernambuco
- Real Sociedad Portuguesa de Benefactores de Campinas (SP)
- Real Sociedad Portuguesa de Caridad 16 de septiembre (Salvador, BA)
- Santa Casa de Piracicaba
- Sociedad Portuguesa de Benefactores de Pelotas (RS)
- Sociedad Portuguesa de Benefactores de Ribeirão Preto (SP)
- Sociedad Portuguesa de Benefactores de Santos (SP)
- Sociedad Benéfica Portuguesa de Amazonas