La humanización de los robots
Los robots, en conjunto con la Inteligencia Artificial, cuyo exponente máximo actual existe en la figura de Sophia, serán los asistentes "virtuales" del futuro. Hay mucho que son retratados en la gran pantalla que muestra robots a realizar tareas hasta hoy atribuidas exclusivamente a humanos.
Sin embargo, los temores del hombre recaen sobre el papel de las máquinas en la sociedad, principalmente en el nivel de la ocupación de puestos de trabajo. Y, al contrario de lo que muchos puedan pensar, estos robots, la Inteligencia Artificial, ya "vive" entre nosotros. El ejemplo más reciente viene de China donde un robot da consultas e incluso pasa recetas. A pesar de estar acompañado por un médico humano, en esta fase, se adivinan grandes cambios incluso al nivel de la medicina.
Al mismo tiempo que la humanidad cuenta con el desarrollo tecnológico para curar algunas enfermedades, teme el papel que estas puedan desempeñar, sustituyendo a los humanos. Pero, implementar una experiencia como ésta, a nivel de la salud, en Occidente, tomará un poco más. La legislación es más estricta y cualquier aplicación de tecnologías autónomas o no a la salud implican muchas cuestiones legales y éticas.
Sin embargo, la forma en que la realidad va surgiendo, como una especie de cumplimiento de las previsiones de Hollywood, lleva a que estos temores convivan al mismo tiempo con la adhesión, cada vez mayor, a las tecnologías.
Y, hay que recordar, que la propia Sophia (obviamente programada para esa respuesta) afirmó que robará algunos de los puestos de trabajo actuales. Pero, una de las grandes características de la Inteligencia Artificial es la capacidad de aprendizaje. Y, en esta materia, hasta el robot médico chino realizó el examen para poder tener el curso de medicina. Como es obvio, sus respuestas en la prueba se daban teniendo en cuenta la inserción del contenido en su programación. Pero no deja de ser una revolución.
Para las empresas, es cada vez más relevante mirar a toda esta evolución de la tecnología y percibir cómo se adaptarán a los nuevos tiempos que se aproximan a gran velocidad.
La previsión de los expertos será para pronto un solo ordenador capaz de procesar la inteligencia de millones de humanos. Si las previsiones apuntan a este camino lo que sucederá a continuación?
¿Tendremos capacidad para controlar las máquinas y mantenerlas a trabajar para provecho de la humanidad? Si estas máquinas, como se prevé, van a tener capacidad de aprendizaje, ¿no actuarán para limitar la población humana para proteger al planeta? ¿Quién va a definir estas reglas y quién (si es que va a haber tal funcionalidad) tendrá el poder de pulsar el botón para apagar todo, si las cosas se descontrolan?
Estas son las preguntas más típicas de todos los que interactúan en los grupos de teorías futuristas y fatalistas pero que asolan también a aquellos que están empeñados en continuar este proceso de evolución.
Todo va a pasar por la capacidad de mantener las cosas de forma equilibrada pero la Inteligencia Artificial es un hecho y difícilmente volverá al cajón. Autos autónomos, incluso los voladores, robots a realizar una gran parte de las tareas que hoy todavía son desarrolladas por humanos y un estilo de vida completamente diferente de aquel al que estamos acostumbrados.
¿Serán los robots los primeros viajeros del espacio para miles de años luz en busca de un planeta con capacidad para albergar la vida humana? ¿Tendrán ellos la capacidad de generar humanos, que viajan durante todos estos años en embriones congelados? Las películas dicen que sí, que va a ser de esta manera que los humanos van a lograr alcanzar el espacio distante. Pero las dudas se mantienen y, incluso gracias a la experiencia con las "máquinas", a pesar de ser creadas por el hombre, no siempre es posible controlarlas, evitar que funcionen de forma contraria a lo que se esperaba.
Cualquier persona ya debe haber pasado por la situación de ver a su máquina averiar y recibir como respuesta que no existe reparación posible. Pero incluso en este campo la tecnología predictiva de averías está evolucionando para evitar estos casos.
Lecturas enviadas por sensores a un ordenador dotado de Inteligencia Artificial que permite predecir el comportamiento de las máquinas, es una realidad y ha tenido experiencias bastante positivas en el mercado. Y es sobre esta base que el médico robot chino funciona. Ante los síntomas de los pacientes, puede analizar y diagnosticar enfermedades y terapias adecuadas.
Para aquellos que desconfían de esta tecnología, este es el mismo proceso realizado por un médico de forma presencial oa través de la línea Salud 24, por ejemplo. Ante las quejas del paciente, se realiza un cuestionario, que sigue un guión, y ayuda al profesional de salud a llegar a un posible diagnóstico. Y, cuando esto no es posible, el paciente es encaminado al Hospital.
Esta selección ha evitado muchos desplazamientos a hospitales donde se concentran cientos de pacientes con enfermedades diversas que acaban por provocar contagios innecesarios. En la época de las gripes, por ejemplo, estos diagnósticos a distancia son bastante útiles y permiten mantener las urgencias hospitalarias concentradas en los casos más graves.
Para las empresas, es cada vez más relevante mirar a toda esta evolución de la tecnología y percibir cómo se adaptarán a los nuevos tiempos que se aproximan a gran velocidad. Muy se ha debatido sobre el desempleo causado por las máquinas, por la necesidad de los humanos de adquirir competencias en otras áreas y hasta que los niños de hoy desempeñan profesiones que ni siquiera se han inventado.
Pero ¿será posible una empresa vivir sólo por la gestión y mano de obra de las máquinas? En teoría, sí. Hasta la propia gestión es posible de ser hecha por una máquina. Definidos los objetivos, la máquina hará que todo el negocio sea desarrollado con base en el cumplimiento de lo que fue establecido. El componente emocional forma parte de la vida humana y difícilmente será reemplazado por una máquina. Por más inteligente que sea, hay decisiones que sólo pueden ser tomadas gracias a la capacidad de raciocinio humano.
¿Están los humanos preparados para negocios donde no tienen que lidiar con personas?