La Corte Suprema de Estados Unidos se niega a entrar en la «guerra del baño»
La Corte Suprema de Estados Unidos se negó el lunes a invalidar una directiva de una escuela pública de Oregón que autoriza a los estudiantes transgénero a usar el baño y los vestuarios del sexo con el que se identifican.
El máximo órgano judicial estadounidense, que tiene seis magistrados conservadores en nueve, no ha explicado las razones por las que rechazó el recurso de los padres de los estudiantes que impugnan esta disposición, es decir, en nombre de argumentos religiosos o del derecho a la privacidad.
Esta decisión es la última de una saga política y judicial ya denominada «la guerra del baño», que se viene desarrollando desde hace varios años en Estados Unidos.
En 2016, el gobierno de Barak Obama emitió una circular pidiendo al sistema de educación pública que permitiera a los estudiantes usar el baño y las instalaciones deportivas según el género con el que se identifican.
Tan pronto como llegó al poder, la administración de Donald Trump revocó estas pautas, dejando la decisión a las jurisdicciones locales.
Algunos estados conservadores han adoptado leyes para obligar a los estudiantes a usar el baño según su sexo de nacimiento, mientras que otros, por el contrario, han seguido la línea de la administración demócrata, incluido el distrito de Dallas de Oregon.
La decisión de la Corte Suprema de dejar esta directiva en vigor fue bien recibida por los defensores de las minorías sexuales, incluida la poderosa asociación antidiscriminatoria ACLU.
«La Corte Suprema reafirma que los jóvenes transgénero no son una amenaza para otros estudiantes», comentó el abogado de la ACLU, Chase Strangio.
La decisión envía «un mensaje importante» en un momento en que muchos estados están preparando nuevos delitos legislativos en su contra, dijo el causídico en un comunicado.
