La confrontación con China no es una opción, pero Taiwán no cederá en democracia, dice presidente
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, pronunció un discurso el lunes por la mañana en Taipei como parte del día nacional de la isla, en medio de una fase de tensión dramáticamente creciente con China, que ve a la provincia como rebelde. En su discurso, la política instó al diálogo con Beijing al tiempo que prometió fortalecer el poder de lucha de la isla y el compromiso con la democracia.
«Quiero dejar en claro a las autoridades chinas que una confrontación armada no es en absoluto una opción para ambas partes. Solo a través del respeto por el compromiso del pueblo taiwanés con nuestra soberanía, democracia y libertad puede haber una base para reanudar las interacciones constructivas en todo el mundo». Estrecho.” “, dijo.
El mandatario lamentó que China intensificó las provocaciones y amenazas en la isla a principios de agosto, en respuesta a una visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. Ella dijo que Beijing no debe pensar que hay espacio para que Taiwán se comprometa en su compromiso con un sistema democrático.
“Taiwán le mostrará al mundo que está asumiendo la responsabilidad de su defensa”, agregó.
En los últimos años, el presidente ha establecido un programa de modernización militar y aumentado el gasto en defensa y la colaboración estadounidense en el sector, mientras que China ha aumentado la presión con sus pretensiones de anexión.
En su discurso del lunes, dijo que Taiwán está aumentando la producción de misiles de precisión, invirtiendo en la industria naval y trabajando para adquirir armas móviles que aseguren que la isla “esté completamente preparada para responder a las amenazas militares externas”.
El discurso del líder de Taipei se produce menos de una semana antes de la apertura del congreso del Partido Comunista Chino en Beijing, en el que se espera que el líder Xi Jinping gane un tercer mandato de cinco años.
China se ha comprometido a trabajar por la reunificación pacífica con Taiwán bajo el modelo de «un país, dos sistemas». Sin embargo, todos los principales partidos taiwaneses rechazan esta propuesta, que casi no tiene apoyo público, según las encuestas de opinión. Beijing tampoco ha renunciado nunca al uso de la fuerza para poner a Taipei bajo su control.
El régimen de Xi se niega a negociar directamente con Tsai, reelegido por una victoria arrolladora en 2020 con la promesa de enfrentarse a Beijing, con el presidente como separatista. Tsai, por su parte, ya ha ofrecido ventanas de diálogo, aunque hace del fortalecimiento de las defensas de Taiwán una piedra angular de su gobierno. Su idea es permitir una disuasión más fiable hacia China.