La competencia acusa a grupos de distribución y cerveceros de concertar precios
La Autoridad de la Competencia (AdC) acusa a seis grandes grupos de distribución de prácticas equivalentes a cártel con tres proveedores de bebidas con el objetivo de alinear precios de venta a los consumidores.
La investigación de la competencia concluyó que "existen indicios de que las cadenas de supermercados Modelo Continente, Pingo Dulce, Auchan e Intermarché utilizaron la relación comercial con los proveedores SOciedade Central de Cervezas y Super Bock para alinear los precios de venta al público (PVP) de los principales productos de esas empresas, como cervezas, aguas con sabores, refrescos, entre otros, en perjuicio de los consumidores.
La investigación involucra tres procesos y uno de ellos incluye otras grandes empresas de distribución, del segmento de descuento, como la Lidl y Leclerc que son acusadas de usar un esquema similar con otro proveedor de bebidas, PrimeDrinks, que está destinado a la distribución de vinos y bebidas espirituosas fabricadas por los propios accionistas y otras marcas.
En cuestión está una "Conducta muy grave", asimilado a un cártel en el que los distribuidores recurren a contactos bilaterales con el proveedor para promover o garantizar que todos practican el mismo precio final, sin sin embargo, recurrir a contactos directos entre las empresas de distribución, lo que sería un cártel. Según la Autoridad de la Competencia, encabezada por Margarita Matos Rosa, este es uno de los primeros casos de "hub-and-spoke " investigado en Portugal, a pesar de las prácticas investigadas ahora durado varios años, después de haber sido desarrollada entre 2003 y 2017.
El proceso legó a la realización de búsquedas en instalaciones de 44 entidades y agregó 16 procesos de contraordenación. La nota de ilicitud ahora divulgada sigue siendo parcial, hay más investigaciones en curso, y no equivale a una condena, por ahora.
La competencia señala que estos tres casos "no agotan las investigaciones en curso en la gran distribución, algunas aún sujetas a secreto de justicia. Las notas de ilicitud ahora reveladas corresponden a una acusación, pero no determinan necesariamente el resultado final de las investigaciones. En esta fase, los visados pueden aún ejercer sus derechos de audición y defensa en relación con los ilícitos que se les imputan y las sanciones en que puedan incurrir.
En agosto del año pasado, la Autoridad de la Competencia acusó a Super Bock, también en este proceso, de imponer precios mínimos a los distribuidores, pero para la venta en cafés, restaurantes y hoteles (canal HORECA), lo que configura una práctica restrictiva de la competencia .