La caída del meteorito Covid en un país envejecido





La Comisión Europea publicó recientemente su primer estudio sobre el cambio demográfico en Europa, diciendo que las respuestas a los desafíos que trae el cambio demográfico serán decisivas para promover el desarrollo económico y salir de esta crisis. La misma crisis que, según las últimas proyecciones del Banco de Portugal, podría reducir nuestro PIB en un 9,5%, con casi 100 años volviendo a encontrar un récord tan negativo.





La presión demográfica, y en particular el envejecimiento, ya habían recibido una atención creciente por parte de los responsables políticos, la comunidad académica y empresarial. Su impacto en la economía real, en el mercado laboral, en la capacidad de innovación o en el sostenimiento del estado social tal como lo conocemos hoy se estaba volviendo más claro. El impacto de la pandemia actual da urgencia a una reflexión renovada sobre el envejecimiento, que aclare y respalde una toma de decisiones aún más informada.

Nuestra situación anterior a la pandemia ya no era favorable. Nuestro país tiene una de las poblaciones más antiguas de Europa (una situación que se hará más pronunciada) y está asociada con la prevalencia de enfermedades crónicas, multimorbilidad, bajos ingresos y un bajo nivel de ahorro.

Reaccionamos bien al enfrentamiento inicial con un encierro rápido que garantizó al Servicio Nacional de Salud tiempo para prepararse y así proteger vidas. Sin embargo, la salida con sorpresas naturales de este encierro continúa generando incertidumbre que afecta la inversión, reduce el empleo y los ingresos. Sabemos que los próximos meses serán particularmente difíciles, con una mayor demanda de atención médica esperada por aquellos que, por miedo, los pospusieron.

Esto será particularmente evidente en personas mayores, más débiles y más dependientes de la atención médica. Los diagnósticos o terapias tardías implicarán un deterioro en la situación de salud con un esfuerzo mayor y exigido en nuestro sistema de salud que ya está bajo presión y que continúa resistiendo gracias a un grupo de profesionales que se dedicaron a una lucha dedicada.

¿Cómo podemos superar este enorme desafío y crear las condiciones para una recuperación más rápida y sostenida de nuestra economía y bienestar?

El primer paso debería ser completar el cuadro que presenta el estudio de la Comisión Europea, centrándose en nuestra realidad particular. El estudio caracteriza muy bien la imagen demográfica subyacente, marcada por el envejecimiento y un mayor aislamiento, pero es necesario incluir otras perspectivas e impactos: aumento en los costos totales de atención médica, mayores necesidades de apoyo social o financiero.





Esta información es fundamental para dar a conocer el tema, discutirlo de forma compartida y en profundidad y así permitir planificar el futuro priorizando esfuerzos, aclarando el papel de los agentes económicos y programando acciones concretas.

El fortalecimiento del sistema de salud es el área más visible y crítica. Los meses de espera en las listas para consultas externas o la extensión innecesaria y no deseada de estadías en el hospital por pura razón social, son fenómenos con los que vivimos a diario y aceptamos con resignación, a pesar de su alto impacto económico y social. La falta de ofertas de garantía de calidad que sean accesibles para la población de más edad se hace sentir cada vez más si no hay respuestas efectivas y articuladas.

Promover una respuesta adecuada a la población de adultos mayores, controlar los costos del sistema de salud, requiere una coordinación efectiva entre las entidades públicas y privadas, el uso efectivo de la capacidad instalada, que, al no ser la que todos desearíamos, no se puede desperdiciar. El incentivo para procesar la innovación y la incorporación de nuevas tecnologías será la clave que permitirá: 1) controlar los costos; 2) mejorar la atención brindada y 3) promover el desarrollo de proyectos y el espíritu empresarial.

Atacar la soledad y, por lo tanto, la percepción de abandono y desesperación es otro elemento clave. El peso creciente de los hogares cada vez más pequeños y la mayor movilidad de la población activa significa que hoy tenemos una población anciana que vive cada vez más sola y que irónicamente ha pedido «distancia social».

La lucha por la inclusión y el aprovechamiento del talento y la experiencia acumulados de quienes crearon riqueza a lo largo de muchos años de vida activa es fundamental. El envejecimiento activo debe ser un eje fundamental de acción con la promoción de capacitación continua dirigida a fortalecer las habilidades o adquirir nuevas habilidades, voluntariado social y / o proyectos locales que busquen unir a las personas y las generaciones.

Por último, me gustaría destacar la capacidad económica para afrontar individualmente el envejecimiento. Significa conocer, en una primera fase, preparar nuestro futuro de forma planificada y sostenida (ahorro) para que, posteriormente, sepamos también gestionar el patrimonio acumulado maximizando el bienestar. Comenzamos esta crisis con bajos niveles de ahorro que dan poco margen de maniobra para resistir esta pandemia sin dolor.

Ya es evidente un aumento del ahorro de los hogares, ciertamente debido al miedo y la incertidumbre que se han apoderado de ellos. Lo mismo sucedió en crisis anteriores y es normal que ahora también ocurra. Pero este no es el ahorro más saludable y, en este momento, al posponer el consumo, incluso puede condicionar la recuperación económica.

Debemos crear condiciones para ahorros positivos y sostenidos promoviendo la educación financiera, mejorando la oferta y revisando el marco de incentivos respectivo. Pero también para quienes ahorraron y tienen una situación financiera equilibrada hoy en día, es necesario encontrar nuevas soluciones para administrar este patrimonio en un contexto de más años de vida y una mayor probabilidad de problemas de salud que demanden costos financieros adicionales.

Ana Gomez

Ana Gómez. Nació en Asturias pero vive en Madrid desde hace ya varios años. Me gusta de todo lo relacionado con los negocios, la empresa y los especialmente los deportes, estando especializada en deporte femenino y polideportivo. También me considero una Geek, amante de la tecnología los gadgets. Ana es la reportera encargada de cubrir competiciones deportivas de distinta naturaleza puesto que se trata de una editora con gran experiencia tanto en medios deportivos como en diarios generalistas online. Mi Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/ana.gomez.029   Email de contacto: ana.gomez@noticiasrtv.com

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