La alimentaci贸n es un derecho humano, pero falta acci贸n
Hace 70 a帽os, la Organizaci贸n de las Naciones Unidas dio mayor expresi贸n a los derechos de la humanidad, en su sentido pol铆tico, a trav茅s de la creaci贸n de la Declaraci贸n Universal de los Derechos Humanos.
Todos reconocemos la importancia de esta declaraci贸n en los desaf铆os que se plantean en la actualidad, pero no todos sabemos que, en su art铆culo 25, est谩 consagrado el derecho humano a una alimentaci贸n adecuada.
Este es un derecho obvio y esencial, pues sin alimentos para proveer los necesarios nutrientes, el ser humano no puede tener una vida plena. Lo que implica que todos debemos tener acceso regular a una alimentaci贸n suficiente, adecuada en el plano nutricional y culturalmente aceptable, para una vida sana y activa.
Pero es que tantos a帽os ware, Portugal considera la alimentaci贸n como un derecho humano?
Recordemos que s贸lo en 1978 con la consolidaci贸n del Estado de Derecho, Portugal se comprometi贸 a garantizar los derechos humanos y, de esta manera, el derecho a la alimentaci贸n se considera.
Aunque este derecho es inherente a otros, como el derecho a la vida y el derecho a la salud, no es reconocido de forma expl铆cita en nuestra Constituci贸n, ni en los principios rectores de las pol铆ticas del Estado.
Sin embargo, en estos 40 a帽os, no podemos negar que hay trabajo hecho en esta materia, desde las comidas escolares subsidiadas, la leche escolar, el r茅gimen de la fruta escolar, la creaci贸n de la rueda de los alimentos y hasta la apuesta en una nueva profesi贸n de salud, nutricionistas.
Pero en t茅rminos de la realizaci贸n del derecho a una alimentaci贸n adecuada, Portugal a煤n tiene un largo camino por recorrer.
Datos recientes muestran que el 10% de los portugueses ten铆an dificultades para proporcionar alimentos suficientes para toda la familia y un 3% de las familias viv铆a 'inseguridad alimentaria moderada o grave', es decir, cambiar sus h谩bitos alimenticios y la reducci贸n de la ingesta de alimentos. Por otra parte, m谩s de la mitad de la poblaci贸n portuguesa es el sobrepeso.
Coexistir, por lo tanto, las situaciones de falta de alimentos y comer en exceso, lo que se refleja en problemas graves en la salud de los portugueses. La persistencia de tal marco es de gran preocupaci贸n y debe ser motivo de movilizaci贸n. El Estado tiene el deber, por tanto, de garantizar el derecho humano a una alimentaci贸n adecuada trazando pol铆ticas que lo aseguren.
En los 煤ltimos a帽os, Portugal ha creado una serie de normas en consonancia con los tratados y convenciones internacionales para garantizar el derecho a la alimentaci贸n y consolidarlas en las pol铆ticas p煤blicas. Es de ello expresi贸n la publicaci贸n, el a帽o transato, de la Estrategia Integrada para la Promoci贸n de la Alimentaci贸n Saludable y el reci茅n creado Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional. Pero importa pasar del papel a la acci贸n.
Estamos viviendo m谩s a帽os, pero con menos salud debido al hecho de comer inadecuadamente.
Queremos dar m谩s a帽os a nuestra vida, pero tambi茅n m谩s vida a nuestros a帽os. Para ello tenemos el deber colectivo de trabajar en la consagraci贸n del derecho humano a la alimentaci贸n adecuada.
Es necesario tener una postura firme para permitir que peque帽as acciones cotidianas, como realizar comidas a lo largo del d铆a, comprar frutas o verduras sea f谩cil, barato y accesible a todos.
Es necesario proporcionar acceso a un entorno de alimentos salutog茅nica para todos los portugueses.
El hecho de que todav铆a hay portuguesa que no tienen acceso a alimentos o piensos en forma inadaptado significa que tenemos un sistema de alimentaci贸n que no funciona. Y esto es, claramente, un fracaso colectivo.
Alejandro Bento
Bastonaria de la Orden de los Nutricionistas