Haley se rendirá y Trump emerge como candidato presidencial, dice prensa estadounidense
El último obstáculo para la nominación de Donald Trump en el Partido Republicano, se espera que Nikki Haley lo anuncie este miércoles (6) su retirada de la carrera presidencial, según la prensa estadounidense. La probable retirada confirmará una nueva disputa entre el expresidente y Joe Biden por la Casa Blanca este año, choque rechazado por la mayoría de los estadounidenses.
La retirada ya era esperada. En las últimas semanas, la exgobernadora de Carolina del Sur había indicado que pondría fin a su campaña en función del resultado del llamado Súper Martes, cuando una serie de estados celebran votaciones. Haley perdió ante Trump en 14 de 15 estados; su única victoria fue en Vermont.
El fracaso de la candidatura de la republicana, que intentó venderse como una alternativa menos caótica y más moderada a Trump, ilustra la transformación de la base del partido desde el ascenso del empresario en la última década.
Haley demostró fortaleza en las primarias entre los republicanos tradicionales, aquellos con mayores ingresos y educación, y los independientes. Aunque obtuvo un apoyo significativo entre este grupo, no fue suficiente para superar el compromiso de la base más pobre y menos calificada de Trump.
En New Hampshire, por ejemplo, un estado de perfil más moderado, alcanzó el 43,2% de los votos, pero todavía estaba por detrás del expresidente. La elección fue una de las pocas en las que los analistas vieron alguna posibilidad de que Haley ganara, y su derrota fue una lluvia de agua fría en la que quería una alternativa a Trump.
A partir de entonces, todo fue cuesta abajo para la ex embajadora de Estados Unidos ante la ONU: perdió ante la opción «nadie» en las primarias de Nevada, donde Trump no se presentó, y en el estado donde ella era gobernadora, Carolina del Sur, donde estaba 20 puntos por detrás del empresario.
Su única victoria fue entre el pequeño –y atípico– electorado republicano en Washington (Distrito de Columbia). Con el 63% de poco más de 2.000 votos emitidos, se convirtió en la primera mujer en ganar una primaria republicana en la historia.
Haley ganó protagonismo con los debates entre precandidatos republicanos en la segunda mitad del año pasado, especialmente en temas relacionados con la política exterior. Su buen desempeño atrajo a votantes y donantes, que empezaron a apostar por ella, y ya no por Ron DeSantis, como la mejor alternativa a Trump.
Sin embargo, al igual que el gobernador de Florida, no logró encontrar el delicado equilibrio entre ganarse al mismo tiempo a los críticos y a parte de los partidarios del empresario en el partido.
La insistencia de la exgobernadora en seguir postulándose enfureció a Trump, quien la presionó para que abandonara, diciendo que podría estar gastando sus recursos en la campaña contra Biden.
Haley, a su vez, señaló que no podrá respaldar la candidatura del empresario, aunque se comprometió a apoyar al candidato del partido, independientemente de quién sea, para poder participar en los debates organizados por el comité nacional republicano.
La atención de la carrera ahora se centra en a quién elegirá Trump como vicepresidente. Se mencionó a la propia ex gobernadora, pero el hecho de que prolongara su campaña habría irritado al empresario.
Sin embargo, se ha citado con frecuencia a un compatriota de Haley: el senador Tim Scott, ex candidato a la nominación del partido para la carrera presidencial. Conservador y negro, su elección es vista como una forma de ampliar el alcance de Trump.
