Guterres dice que Idlib "no puede ser transformado en baño de sangre"
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó hoy que la provincia siria de Idlib "no puede ser transformada en un baño de sangre" y pidió a Rusia, Irán y Turquía que lo hagan todo para proteger a los civiles. "La lucha contra el terrorismo no exime a los beligerantes de sus obligaciones ante la ley internacional", dijo Guterres en una nueva declaración sobre la cuestión.
El jefe de las Naciones Unidas subrayó que, aunque es necesario combatir a los terroristas, Idlib "no se puede transformar en un baño de sangre".
António Guterres volvió a pedir una solución pacífica a la provincia de Idleb, en Siria.
"Es absolutamente esencial evitar una batalla a gran escala en Idlib", dijo Guterres a los periodistas, recordando que casi tres millones de personas viven en la provincia, incluyendo un millón de niños, y que muchas de ellas están desplazadas de otras áreas de Siria
El secretario general subrayó que puede ocurrir una "pesadilla humanitaria" sin precedentes en la guerra del país árabe. Situada en el noroeste sirio, en la frontera con Turquía, la provincia de Idlib y los territorios rebeldes adyacentes fueron en los últimos días objeto de bombardeos de artillería del régimen y de ataques aéreos de Moscú.
Cerca de tres millones de personas, cerca de la mitad de las cuales desplazadas de otras regiones de Siria afectadas por la violencia, viven en la provincia de Idled y en bolsas rebeldes en las provincias vecinas de Hama, Alepo y Latáquia, según la ONU.
La batalla de Idlib, último bastión rebelde en Siria, puede convertirse en la peor catástrofe humana del siglo XXI, ya había afirmado el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock.
La guerra en Siria, desencadenada en 2011, ha matado a más de 350.000 personas y ha obligado a millones a abandonar sus casas.