Gobierno propone 150 millones de la contribución sobre energía para bajar el precio de la luz en lugar del IVA









Las negociaciones aún continúan con los partidos, pero el Gobierno está reticente a bajar el IVA sobre la electricidad y, como alternativa, se mostró dispuesto a hacer una transferencia del presupuesto del Estado del orden de los 150 millones de euros para bajar el déficit tarifario y así, bajar la factura con la electricidad, dijeron al Observador varias fuentes con conocimiento de las negociaciones. Y hasta hay cuentas al impacto que esta solución puede tener en los precios finales: entre 2% a 4% para los consumidores domésticos, esto es, si la escalada de los precios en el mercado mayorista no estropea los planes al Gobierno. La tasa sobre las renovables que el Gobierno propone tendría un ingreso muy reducido: menos de 30 millones de euros.

António Costa ya había indicado el camino preferido por el Gobierno para asegurar un descenso del precio de la electricidad y que no pasa por una corte en los impuestos. En la entrevista a TVI, esta semana, el primer ministro alejó el descenso del tipo de IVA, debido al impacto presupuestario, pero apuntó a la reducción del déficit arancelario como una forma indirecta de beneficiar a las tarifas eléctricas.

Esto es porque las cargas con la deuda tarifaria representan una parte relevante de la factura eléctrica pagada por los consumidores. Si el valor de la deuda – que ronda los 3.000 millones de euros – disminuye, los gastos que van a la cuenta de la electricidad también alivian. Y es en ese sentido que va la propuesta del Gobierno en las discusiones que se vienen con los partidos para bajar el precio de la electricidad.

En lo que se refiere hasta el dinero que, por el marco legal aprobado en el tiempo del anterior Gobierno, ya debía haberse utilizado para bajar la deuda arancelaria y beneficiarse de los precios. Estamos hablando de los ingresos cobrados con la contribución extraordinaria sobre el sector energético (CESE) que, según el artículo del Presupuesto del Estado que la creó en 2014, debería haber sido canalizada en un tercio para el déficit tarifario.

Sólo que el Ministerio de Finanzas, primero liderado por María Luís Albuquerque, y luego por Mário Centeno, ha frenado esas transferencias por razones que nunca se han explicado. De un pastel que andará en la casa de los 200 millones de euros de ingresos, sólo una pequeña parte tuvo la luz verde de las Finanzas para llegar al destino previsto en la ley. Esto mismo fue denunciado el año pasado en el dictamen del Consejo Tarifario de la Entidad Reguladora de los Servicios Energéticos (ERSE) noticiado por el Observador.





De acuerdo con información recogida por el Observador, actualmente el monto transferido en beneficio de las tarifas eléctricas rondará sólo los 30 millones de euros, muy por debajo del importe disponible, aunque la mayor parte de los ingresos de la CESE (contribución extraordinaria sobre el sector energético) no haya entrado en las arcas del Estado. Esto es porque la Galp nunca pagó y EDP dejó de pagar en 2017. REN es la única de las grandes empresas de energía que está pagando, pero hay muchos procesos de impugnación de la CESE, desde los tribunales administrativos hasta el Constitucional.

Apesar de eso, hay un espacio presupuestario, sobre todo en un año tranquilo en términos de cuentas públicas como el de 2018, para autorizar la transferencia de 150 millones de euros a favor de las tarifas del próximo año, cuya propuesta será presentada por la ERSE el 15 de octubre, la misma fecha en que se entrega la propuesta de Presupuesto del Estado en el Parlamento.

Para el Gobierno esta medida tiene menos impacto presupuestario que el descenso del IVA sobre la electricidad, que en las cuentas presentadas, podría costar casi 500 millones de euros en un escenario de tasa intermedia del 13%, además de tener la ventaja de no ser duradero, a diferencia de una baja del impuesto. Esta solución permitiría evitar una guerra con la Comisión Europea cuando se acercan a elecciones legislativas y europeas y no tiene el grado de riesgo e incertidumbre asociado al recorte de 285 millones de euros en los ingresos ya pagados a EDP, una medida que aún nadie sabe como será operativa.

Sin embargo, el escenario de la baja del IVA sigue siendo discutido entre los representantes del Gobierno y los partidos a la izquierda con varias propuestas y cuentas sobre la mesa y que admite, por ejemplo, bajar la tasa sólo para el término fijo de la factura, la potencia contratada, pero sólo en los contratos con el nivel más bajo , lo que dejaría fuera a muchas familias. Este escenario se considera asequible, aunque representa una pérdida de ingresos de hasta 50 millones de euros que tendría que conciliarse con el impacto de otras medidas.

El Bloque de Izquierda ha defendido la necesidad de bajar el IVA sobre la electricidad desde hace varios meses, y el PCP sin embargo también acompañó las pretensiones bloquistas.

En las reuniones que tuvieron este miércoles, nada quedó cerrado entre Gobierno y partidos en esta materia. Los partidos de la izquierda continúan insistiendo en la reducción del IVA sobre la electricidad y el Gobierno, liderado por el equipo de Finanzas, a pesar de mostrarse reticente aún no ha cerrado la puerta de las negociaciones. Como la medida tendría que tener la aprobación del Comité del IVA de la Comisión Europea, aunque el Gobierno aceptó y avanzó en la propuesta del Presupuesto que presentará el día 15 con una reducción del IVA, ésta puede no tener la forma de un artículo sino de una autorización legislativa. Todo depende de la solución encontrada con los partidos, que sigue por cerrar.

La propuesta preferida por el Ejecutivo tiene menos riesgo de ejecución. El Gobierno, sabe el Observador, incluso pidió a la ERSE que hiciera cuentas al impacto que esta transferencia de 150 millones de euros tendría en los precios de la electricidad. Este ingreso extraordinario se utilizaría para abatir la factura de los costes de interés económico general, bajando la tarifa general de acceso pagada por todos los consumidores. El impacto en el descenso del precio final de las familias puede variar entre aproximadamente el 2,5% y el 4%, dependiendo de que el paquete sea distribuido de forma igual por todos los niveles de tensión, favoreciendo empresas y hogares, o sea totalmente usado en beneficio de las familias. Esto se debe a que el principal origen de la deuda tarifaria son los costos de las energías renovables, una factura que es totalmente soportada por los clientes de baja tensión.

Pero estas simulaciones se elaboran para las tarifas de este año. Es decir, no consideran factores que van a penalizar los precios del próximo año, como la escalada de los precios en el mercado mayorista del Mibel donde las eléctricas compran la energía para proporcionar a sus clientes. Y hay temor de que la medida sea insuficiente para asegurar un descenso de las tarifas de electricidad para el próximo año, como pretenden el Gobierno y el Bloque de Izquierda.

Pero si el descenso del IVA de la electricidad y del gas natural, que llegó a ser dado como casi segura a principios del verano, parece ahora más lejos, el Ejecutivo está recetado a la tasa sobre las renovables que el Bloque propuso el año pasado, pero que , que se estrenará en el mes de mayo.

El Observador sabe que se está estudiando la extensión de la contribución extraordinaria a las energías renovables, en particular a las que se benefician de contratos con tarifas garantizadas y que, por esa vía, han gravado las tarifas de la electricidad con el sobrecusto frente a los precios de mercado. Pero la receta prevista en este momento es muy inferior a la que llegó a ser apuntada por el Bloque cuando presentó la propuesta el año pasado. En lugar de 250 millones de euros, deben ser menos de 30 millones de euros, una cantidad que se transfiere en beneficio de los precios. Esta cuestión también se está negociando y puede cambiar en el transcurso de las negociaciones que se celebrarán la semana pasada antes de la presentación del presupuesto.

Una parte de la reducción de los ingresos hasta puede explicarse por el hecho de que el sobrecusto asociado a estos contratos es más bajo que en años anteriores. Es el resultado de la valorización del coste de la energía a precios de mercado, lo que reduce la prima concedida a estos productores. Por otro lado, sabe el Observador, el Ejecutivo sigue renuente a penalizar mucho las energías renovables, sobre todo después de las señales venidas de España que eliminará el polémico impuesto del sol. Y el Bloque, por su turno, quiere ir más lejos.

Nacho Vega

Nacho Vega. Nací en Cuba pero resido en España desde muy pequeñito. Tras cursar estudios de Historia en la Universidad Complutense de Madrid, muy pronto me interesé por el periodismo y la información digital, campos a los que me he dedicado íntegramente durante los últimos 7 años. Encargado de información política y de sociedad. Colaborador habitual en cobertura de noticias internacionales y de sucesos de actualidad. Soy un apasionado incansable de la naturaleza y la cultura. Perfil en Facebookhttps://www.facebook.com/nacho.vega.nacho Email de contacto: nacho.vega@noticiasrtv.com

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