Febrero naranja: ¿existe cura para la leucemia?
A la leucemia es un tipo de cáncer de sangre que sucede cuando el cuerpo produce demasiados glóbulos blancos de manera anormal en la médula ósea. Esto altera la producción de células sanguíneas normales, lo que puede provocar anemia y disminución de las plaquetas.
Existen diferentes tipos de leucemia, cada uno con características específicas. Pero básicamente, Se dividen en dos grupos: mieloides y linfoides.dependiendo del tipo de glóbulo blanco afectado.
También se pueden clasificar como crónicas o agudas dependiendo de si los glóbulos blancos están maduros y funcionales o inmaduros (llamados blastos) y no funcionales.
La frecuencia varía según el tipo de leucemia y la edad. Va desde un caso por cada 100.000 habitantes hasta 40 por cada 100.000.
+Lea también: Cáncer de cuello uterino: poco ha cambiado en 25 años
Al igual que otros cánceres, la leucemia se produce mediante una mutación genética. Estos cambios suelen ocurrir en las células de la médula ósea, donde tiene lugar el proceso de formación de sangre.
Normalmente, estas mutaciones son somáticas, lo que significa que ocurren en las células del cuerpo y no se transmiten a la descendencia. Sin embargo, en casos raros, algunas formas de leucemia pueden heredarse: la mutación se transmite de padres a hijos.
La leucemia linfocítica aguda es más común en niños y tiene altas tasas de curación. La leucemia mieloide crónica es más frecuente en adultos. En cuanto a las leucemias mieloides agudas y linfoides crónicas, son más frecuentes en personas mayores.
La gravedad de la leucemia varía según el tipo de enfermedad. Las leucemias crónicas, por ejemplo, suelen detectarse principalmente durante análisis de sangre de rutina, sobre todo porque apenas presentan síntomas claros.
En cambio, las leucemias agudas presentan signos más graves, requiriendo ingreso hospitalario y tratamiento inmediato. Como ocurre con otras enfermedades cancerosas, el diagnóstico rápido y el tratamiento adecuado son fundamentales.
Es posible que algunos tipos de leucemia, como la leucemia linfoide crónica, no necesiten tratamiento durante varios años. Pero es necesario un seguimiento regular para iniciar el tratamiento tan pronto como sea necesario.
BÚSQUEDA DE MEDICAMENTOS
Consulta medicamentos a los mejores precios.
Utilice palabras de más de dos caracteres.
Síntomas de leucemia
Las leucemias crónicas pueden no presentar síntomas o presentar algunas manifestaciones generales, como fatiga, fiebre vespertina y sudores nocturnos.
Las leucemias agudas presentan manifestaciones más llamativas, como:
- Anemia (palidez y cansancio)
- Recuento bajo de glóbulos blancos funcionales (fiebre e infecciones)
- Recuento bajo de plaquetas (sangrados y manchas en la piel)
- En casos más graves, pueden producirse trastornos graves de la coagulación e insuficiencia neurológica, hepática y renal.
¿Es posible prevenir la leucemia?
En la mayoría de los casos, no existe ningún factor específico que pueda ser objeto de acciones preventivas. Sin embargo, adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, un sueño adecuado, ejercicio regular y evitar fumar, contribuiría a una mejor respuesta al tratamiento.
+Lea también: Cáncer: al menos una cuarta parte de los casos se evitarían con hábitos saludables
¿Cómo es el tratamiento?
Dependiendo del tipo de leucemia, el tratamiento incluye quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida, terapia celular genéticamente modificada o trasplante de médula ósea.
No es cierto que las leucemias sean incurables o que tengan malos resultados. Las tasas de curación, incluso en los casos más graves, varían según el tipo de leucemia y la edad del paciente, situándose generalmente entre el 70% y el 90%.
El trasplante de médula ósea puede estar indicado en casos específicos determinados por parámetros evaluados por los médicos. En este procedimiento, el paciente recibe quimioterapia y/o radioterapia para aniquilar las células enfermas y dejar espacio para recibir otras nuevas (precisamente mediante trasplante).
Las nuevas células se inyectan en el torrente sanguíneo a través de un catéter. Este increíble mecanismo llamado buscador de blancos (go home en inglés) hace que las células viajen hasta la médula ósea, donde se reproducen y regeneran la médula del paciente.
El trasplante de médula ósea es esencial ya que puede hacer que la leucemia sea curable en pacientes que no tendrían éxito con el tratamiento convencional por sí solo.
*Nelson Hamerschlak es Jefe Nacional de Hematología de Salud de Brasil, además de coordinador de Hematología y Trasplante de Médula del Hospital Israelita Albert Einstein.
(Este texto fue elaborado en colaboración exclusiva entre VEJA SAÚDE y Brasil Salud)
Telegrama