Faria de Oliveira: "El Banco de Portugal no cuestionó" la CGD en el proyecto La Seda
El ex presidente de la CGD aseguró al Parlamento que el Banco de Portugal no cuestionó el banco público acerca de su participación en el proyecto de la fábrica de La Seda de Sines, cuya caja de financiación está dirigida a EY informe a la gestión de CGD entre 2000 y 2015 como uno de los más ruinosos. La empresa catalana, ya insolvente, es el mayor de los mayores deudores al banco público, con más de 214 millones de euros en deuda de un préstamo de 476 millones.
El PS adjunto, João Paulo Correia, cuestionó Faria de Oliveira, presidente de Caixa entre 2008 y 2011, el Banco de Portugal cuestionó el banco público de su participación del proyecto de La Seda o el caso en sí "no sentir la necesidad de compartir "Las preocupaciones en cuanto al crédito concedido a la empresa catalana. En respuesta, el antiguo gestor de la CGD aseguró que no.
"No, señor diputado. El Banco de Portugal no puso en duda. "No me acuerdo de haber formulado formalmente cualquier cuestión sobre este asunto", aseguró Faria de Oliveira a los diputados de la II Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) a la Recapitalización de la Caja General de Depósitos (CGD) ya la Gestión del Banco que están escuchando este lunes el 17 de junio, el antiguo presidente del banco público.
Según la auditoría de EY a la gestión de la CGD entre 200 y 2015, el crédito a Artlant (fábrica de La Seda en Sines), empresa que se encuentra en liquidación, representaba una exposición al 31 de diciembre de 2015 (límite máximo del período analizado) para la CGD de 350,8 millones de euros y tenía un valor de 211,19 millones (60,2%).
Anteriormente, Juan Pablo Correia ya había cuestionado al antiguo presidente de la CGD porque la Caja "aceleró" la inversión en La Seda en un momento en que ya había indicación de problemas. Faria de Oliveira justificó la decisión: "porque ese era el objetivo de su gobierno", corrigiendo después del "nuestro gobierno" ya que el antiguo gestor fue nombrado para la Caja por el mismo Gobierno de José Sócrates.
Sobre la decisión de quedarse en el capital de La Seda, el antiguo presidente de la CGD votó a asegurar el lunes 17 de junio, que tuvo única y exclusivamente la decisión del proyecto industrial en Sines.
En el caso de que la decisión de quedarse en el capital de La Seda tuvo por única y exclusivamente la decisión del proyecto industrial en Sines, Faria de Oliveira ya había asegurado: "sin duda", agregando que "un" el proyecto de inversión industrial se considera proyecto de interés nacional (PIN) forma parte de las competencias de cualquier Gobierno, pues es una competencia del Ejecutivo.
De acuerdo con la antigua Caja presidente, cuando un proyecto se define en el interés nacional el "querer" significa un proyecto industrial, dice, "una cierta universalidad del deseo de llevar a Portugal", recordando que "el proyecto de Sines está integrado en lo que fue considerado ya en los años 60 como "un designio nacional".
Los diputados de la nueva CPI a la Caixa volvieron a reclamar la presencia de Faria de Oliveira en el Parlamento tras las acusaciones de presión política catalana en La Seda. Para el ex presidente de la Caja se trata de una "narrativa completamente fuera de la realidad" la acusación del presidente del grupo Imatosgil (IMG) que estuvo involucrado en la operación La Seda, que habrá costado cerca de 90 millones en pérdidas de crédito al banco del Estado. Matos Gil dijo en el Parlamento a finales de mayo que el entonces presidente del banco público sabía de las irregularidades en La Seda, pero no quería "hacer olas" para no "tener conflictos con esa región".
En su audición el 28 de mayo, el antiguo accionista de La Seda Barcelona defendió que CGD podría haber recuperado la totalidad de un préstamo de casi 100 millones de euros si hubiera seguido "las mejores prácticas de gestión" y optado por la venta de las acciones de la empresa catalán que habían sido dadas como prenda en 2007.
El cuadro de entrada en La Seda fue una determinación política del entonces primer ministro, José Sócrates, y el ministro de Economía, Manuel Pinho, quien argumentó que las empresas portuguesas deben tener un perfil Ibérica. Al frente de la Caja estaban Carlos Santos Ferreira y Armando Vara, que dieron apoyo financiero al plan político.
Según la auditoría de EY, fue bajo el liderazgo de Carlos Santos Ferreira (entre 2005 y 2007) – y de Fernando Faria de Oliveira (entre 2008 y 2011) – que la Caixa cedió más préstamos ante opiniones desfavorables del análisis de riesgo o aún sin tener en manos de la posición de la Dirección de Riesgo del banco estatal.
El ex presidente de la Caja ya había sido oído el 3 de mayo en el Parlamento sobre el informe de la auditoría EY a la gestión de la CGD entre 2000 y 2015 que concluyó por pérdidas de 1.647 millones de euros en operaciones de crédito que resultaron ser ruinosas.
En la época, Fernando Faria de Oliveira dijo que es "sesgado", "viciado" y "descuidado". El gestor identificó en el documento "decenas de inconsistencias y errores", que consideró "un número muy elevado para un informe proveniente de una entidad con credibilidad como la EY, sobre un asunto de la máxima seriedad".