Explosivos lanzados por drones encontrados en estación de oleoducto en Rusia
La compañía estatal rusa Transneft, que opera oleoductos rusos, dijo el miércoles que se encontraron varias cargas explosivas sin explotar lanzadas por drones en la estación Novozybkov del oleoducto Druzhba en la región de Bryansk, vecina de Ucrania.
«Ayer [terça-feira] y hoy, en los terrenos de la estación de bombeo de Novozybkov, se encontraron artefactos explosivos en contenedores de plástico caseros con bolas de acero rotas en metralla», dijo el portavoz de Transneft, Igor Diomin, a la agencia oficial de noticias rusa TASS.
La misma fuente señaló que los contenedores con las cargas explosivas se habrán roto al caer de los drones.
«Hoy al mediodía [9 horas em Lisboa]se vio un dron arrojando otro artefacto explosivo, similar a los anteriores”, agregó Diomin, quien subrayó que la estación de bombeo no sufrió daños.
Según un vocero de Transneft, la composición de los artefactos explosivos muestra que el fallido atentado tenía como objetivo causar bajas entre el personal de la estación, que no extrae petróleo desde principios de año.
Desde principios de febrero, Rusia ha denunciado varios ataques contra el oleoducto Druzba, a través del cual abastece de petróleo a Bielorrusia y Hungría, Eslovaquia y República Checa.
Las sanciones de la Unión Europea (UE) incluyen un embargo sobre el petróleo ruso que llega por mar y exenciones para el petróleo que llega por oleoducto a países sin salida al mar como Hungría, la República Checa y Eslovaquia.
La ofensiva militar lanzada el 24 de febrero de 2022 por Rusia en Ucrania ha provocado hasta el momento la huida de más de 14,6 millones de personas -6,5 millones de desplazados internos y más de 8,1 millones a países europeos-, según con los últimos datos de la ONU, que cataloga esta crisis de refugiados como la peor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Al menos 18 millones de ucranianos necesitan ayuda humanitaria y 9,3 millones necesitan ayuda alimentaria y vivienda.
La invasión rusa -justificada por el presidente ruso, Vladimir Putin, con la necesidad de «desnazificar» y desmilitarizar Ucrania por la seguridad de Rusia- fue condenada por la comunidad internacional en general, que ha respondido enviando armas a Ucrania e imponiéndolas a Rusia de sanciones políticas y económicas.
La ONU presentó como confirmados desde el comienzo de la guerra 8231 civiles muertos y 13 734 heridos, subrayando que estas cifras están muy por debajo de las reales.