Espolones en el pie: entiende el problema que afecta al talón
El dolor al caminar es un problema común, pero eso no significa que sea normal. Si sientes esta molestia al moverte, ten cuidado: no siempre es un problema que se solucione quitándote los zapatos y levantando las piernas. Puede ser el comienzo de una enfermedad crónica conocida como espolón calcáneo.
Lo primero conviene salir de dudas: el calcáneo tiene un nombre tan parecido al talón porque es, precisamente, el hueso en el extremo posterior del pie.
Y, así como los “espolones” de una bota funcionan como una extensión del cuerpo, el “espolón” que aparece allí es una protuberancia ósea que en realidad agranda esta parte del pie. Pero esto no es algo deseable.
El espolón sólo aparece porque hay un problema previo, ya sea en tus zapatos, tu postura o incluso la forma en que tus pies soportan el peso de tu cuerpo. Por lo tanto, preste atención a las señales, para no dejar que las molestias empeoren aún más.
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¿Qué causa los espolones en el talón?
Es una cuestión de peso: los espolones aparecen cuando los pies tienen que soportar una presión excesiva o desequilibrada. Esto puede ocurrir incluso debido a la obesidad, pero Cualquiera puede sufrir esto si sus pies no tocan correctamente el suelo.
Los espolones calcáneos también aparecen como consecuencia de un calzado que no respeta el arco del pie, por caminar o correr en exceso, o por condiciones naturales como el pie plano o cavo (con el arco alto), que también afectan la distribución del peso. . .
Con el tiempo, esta pisada inadecuada hace que el hueso calcáneo crezca, y esta protuberancia se vuelve cada vez más dolorosa si no se hace nada para mitigar el problema. Sin tratamiento, el dolor puede volverse incapacitanteimpidiendo realizar actividades físicas o incluso una simple caminata.
Cómo tratar los espolones en el pie.
El método preferido es siempre realizar técnicas no invasivas. Se trata de elegir el calzado que mejor se adapte a tu peso y pisada, utilizar plantillas ortopédicas, ejercicios de fisioterapia y métodos de estiramiento y fortalecimiento de las pantorrillas.
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Los medicamentos antiinflamatorios, los corticosteroides y la aplicación de hielo también pueden ayudar con los ataques de dolor ocasionales.
Pero es importante tener en cuenta que el espolón en sí no desaparece con ninguna de estas técnicas. La mayoría de los casos suelen controlar sus síntomas con ajustes sencillos y no requieren métodos más invasivos.
Sin embargo, si el dolor continúa afectando su vida diaria, busque ayuda: en casos de malestar crónico e incapacitante, la cirugía para extirpar el espolón puede ser la única solución.
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